Carla Su¨¢rez cae entre el ruido: ¡°Es una falta de respeto¡±
La canaria, apeada por Keys en cuartos (6-4 y 6-3), lamenta el comportamiento de la grada neoyorquina: ¡°La gente decide si viene a ver el tenis o a cenar, pero yo ni siquiera escuchaba mi golpeo¡±
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
La pista central de Nueva York, la m¨¢s grande del planeta, tiene sus propios c¨®digos. A diferencia de lo que ocurre en Wimbledon, Par¨ªs o Melbourne, templos en los que se mastica el silencio, la pista Arthur Ashe es tradicionalmente un hervidero en el que huele a perritos calientes y bailan las cervezas, al ritmo de las 24.000 personas que caben en un show t¨ªpicamente estadounidense. Porque en Nueva York, el deporte y, en extensi¨®n, el tenis, se interpretan esencialmente como un espect¨¢culo, por encima de todo. En la central neoyorquina siempre se escucha un murmullo y el p¨²blico se desplaza entre los puntos, pero lo que ocurri¨® durante la despedida de Carla Su¨¢rez del torneo (6-4 y 6-3 contra Madison Keys, en 1h 23m) fue bastante m¨¢s all¨¢.
Los decibelios aumentaron tanto que a veces llegaba a ser imperceptible el crujido de la pelota contra los cordajes. Aficionados de espaldas al juego, o bien en pie mientras las protagonistas peloteaban; guateques improvisados en los palcos; el juez de silla llamando la atenci¨®n al p¨²blico en repetidas ocasiones y resign¨¢ndose al ver que el volumen no disminu¨ªa y nadie respetaba la orden. Y Su¨¢rez, enojada, insisti¨¦ndole en un par de ocasiones en que lo que estaba pasando traspasaba los l¨ªmites de la sesi¨®n nocturna de Nueva York, mientras ella so?aba con romper la barrera de los cuartos en un Grand Slam. ¡°Jugu¨¦ aqu¨ª hace dos d¨ªas y esto no era as¨ª¡±, se le escuch¨® en la pista.
Ni siquiera la actuaci¨®n de Keys, jugadora local y finalista el a?o pasado, disuadi¨® a los aficionados de la central. Se desentendieron del tenis y apostaron por la fiesta, mientras ah¨ª abajo su tenista alcanzaba otra vez las semifinales en un partido completamente descafeinado por el desinter¨¦s en las gradas. ¡°Por favor, ?pueden ocupar el primer asiento disponible?¡±, rog¨® el ¨¢rbitro despu¨¦s, en los primeros compases del choque entre Novak Djokovic y John Millman, mientras desfilaba por los tres anillos un nutrido n¨²mero de personas a las que la advertencia les entr¨® por un o¨ªdo y les sali¨® por el otro.
¡°Me quej¨¦ dos o tres veces, pero podr¨ªa haberlo hecho mil¡±, dijo molesta la canaria. ¡°Pod¨ªa haberme quejado todos los puntos que jugu¨¦, aunque al final el ruido tambi¨¦n era para Madison. No disfrut¨¦¡ Desde el minuto uno al ¨²ltimo¡ La gente puede hablar, pero es una falta de respeto que la gente todav¨ªa est¨¦ yendo a sentarse o caminando por ah¨ª. Ha habido un momento que le he dicho a Madison: vamos a jugar, porque si tenemos que esperar a que se siente todo el mundo no jugamos¡ Te est¨¢s jugando lo que te est¨¢s jugando y la gente est¨¢ as¨ª¡ Y no lo digo porque haya perdido, porque aqu¨ª he perdido 6-0 y 6-0 y disfrut¨¦¡ Cada uno viene y decide lo que hace, si quiere ver el tenis o bien cenar, pero no se debe hablar durante el punto. ?Yo ni siquiera escuchaba mi golpeo! Y el otro d¨ªa escuchaba los gritos de Sharapova perfectamente¡ He ganado un juego y ni me he enterado, porque no o¨ªa al ¨¢rbitro. Me cuesta creer que hoy la gente haya estado pendiente del partido. Sabe mal¡±, a?adi¨®.
¡°No quiero ser Carla Su¨¢rez, la de los cuartos¡±
Esa fue la t¨®nica y en ese contexto cedi¨® Su¨¢rez, que abandon¨® Flushing Meadows habiendo completado un notable torneo, apeando en su trazado a rivales de entidad como Kristina Mladenovic, Caroline Garcia (seis del mundo) y Maria Sharapova; para el recuerdo, el recital contra esta ¨²ltima en una noche que coincidi¨® con su 30 cumplea?os. Sin embargo, este mi¨¦rcoles se cruz¨® con Keys y por sexta vez se despidi¨® de un gran torneo en la escala de los cuartos de final. La estadounidense fue superior, sobre todo desde que anul¨® una opci¨®n de rotura en el primer parcial y cuando acto seguido ¨Ccon 5-4 en el marcador¨C rubric¨® la suya para ponerse por delante. A partir de ah¨ª, entre el ruido y el buen hacer de la adversaria, Su¨¢rez se diluy¨®.
¡°Ya no me gusta la sensaci¨®n de haber llegado a cuartos, no quiero ser la que llega a los cuartos y ya est¨¢. Una est¨¢ satisfecha, pero me van a decir: Carla Su¨¢rez, la de los cuartos de final, y no quiero que se me recuerde por eso. Me gustar¨ªa pasar esa barrera porque tengo una espina clavada y duele¡±, concluy¨®.
Keys, por lo tanto, desembarc¨® en la pen¨²ltima parada del major y se enfrentar¨¢ a la japonesa Naomi Osaka, un refrescante descubrimiento que ha ido cogiendo forma esta temporada, con el t¨ªtulo de Indian Wells. A sus 20 a?os, ya como la 19 del mundo, ha ido abri¨¦ndose paso en Nueva York y se convirti¨® en la primera jugadora de su pa¨ªs que alcanza la cota desde que lo hiciera Kimiko Date en la edici¨®n de 1996 de Wimbledon. De la mano progres¨® Kei Nishikori, que remont¨® al croata Marin Cilic (2-6, 6-4, 7-6, 4-6 y 6-4) y disputar¨¢ las semifinales de un grande por tercera vez, las tres en Nueva York (2014, 2016 y 208).
Jap¨®n, pues, est¨¢ de enhorabuena.
RESULTADOS DE LOS CUARTOS
CUADRO MASCULINO: Novak Djokovic, 6-3, 6-4 y 6-4 a John Millman; Kei Nishikori, 2-6, 6-4, 7-6, 4-6 y 6-4 a Marin Cilic.
CUADRO FEMENINO: Madison Keys, 6-4 y 6-3 a Carla Su¨¢rez; Naomi Osaka, doble 6-1 a Lesia Tsurenko.
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