De Marcos, el futbolista solidario
El medio del Athletic participa en acciones humanitarias que no quiere publicitar
Acaba el entrenamiento; los futbolistas se van a la ducha. En la puerta, por donde salen sus veh¨ªculos, esperan los aficionados. Uno de ellos se queda hasta muy tarde. Quiere una foto con ?scar De Marcos (Laguardia, 1989). El jugador del Athletic se retrasa, pero al final aparece, como siempre, sonriente y simp¨¢tico con los seguidores. Intercambian unas palabras. De Marcos se queda firmando alg¨²n aut¨®grafo m¨¢s y el hincha, satisfecho, enfila hacia la salida, con rumbo a la estaci¨®n de tren de Lezama para volver a casa. Camina por la cuneta. Le adelanta un coche, que unos metros m¨¢s adelante se para. Cuando llega a su altura baja la ventanilla. Es el futbolista: ¡°?Vas a coger el tren a Bilbao?¡±, le pregunta. ¡°Sube, que te llevo¡±.
El seguidor alucina, pero De Marcos es as¨ª. Cercano, sencillo, despu¨¦s de 10 temporadas en Primera, al futbolista alav¨¦s no se le ha subido el pavo, ni pasea por Bilbao con gorra y gafas de sol para no ser reconocido. En sus primeros a?os eligi¨® para vivir un barrio popular, el de Matiko. Cuando llegaba de entrenarse, se encontraba en la plaza con los ni?os que jugaban al f¨²tbol y le jaleaban. Nunca dejaba de pelotear unos minutos con ellos.
Hace unos d¨ªas se desvel¨®, a trav¨¦s de las redes sociales, uno de los secretos mejor guardados de ?scar De Marcos: cada viernes, cuando se lo permiten los entrenamientos o los viajes, acude al departamento de oncolog¨ªa infantil del hospital de Cruces (Barakaldo) para visitar a los ni?os enfermos. All¨ª pasa las tardes, charlando con los chavales y sus familiares. Alguna vez le han tenido que decirle que se vaya, porque ya hab¨ªa pasado la hora de visitas. El jugador, adem¨¢s, ha protagonizado varios viajes a ?frica y a Sudam¨¦rica en labores humanitarias. Nunca ha querido que se difundan. De Marcos es el jugador solidario. En su vida privada y en el campo, donde siempre se ofrece a sus compa?eros.
Y siempre quiso jugar en el Athletic. Nacido en Laguardia, un pr¨®spero pueblo rodeado de vi?edos de la Rioja Alavesa, su padre era presidente de la pe?a bilba¨ªna de la localidad, as¨ª que cuando siendo jugador del Deportivo Alav¨¦s recibi¨® la oferta de Ibaigane, no se lo pens¨® ni un instante. Cumpl¨ªa su sue?o de vestir la camiseta rojiblanca. Debut¨® en agosto de 2009 en la Liga Europa frente al Young Boys en Berna y desde entonces ha jugado 353 partidos con el Athletic. Despu¨¦s de dos a?os con m¨¢s banquillo que c¨¦sped a las ¨®rdenes de Caparr¨®s, se gan¨® el coraz¨®n de Marcelo Bielsa cuando jug¨® m¨¢s de medio partido con el escroto rasgado frente al Zaragoza. Ni siquiera se lo dijo a los m¨¦dicos. En el descanso se vio el estropicio y lo arregl¨® con gasas. Al acabar, le tuvieron que dar 25 puntos de sutura y tuvo que llevar una sonda durante una semana.
No le impidi¨®, sin embargo, encandilar en marzo de 2012 al p¨²blico de Old Trafford con una actuaci¨®n memorable, con sus llegadas constantes; sus apariciones por sorpresa desde la media punta. Marc¨® frente al United en la ida de octavos de la Liga Europa (2-3) y en San Mam¨¦s (2-1), y el equipo ingl¨¦s se interes¨® por ¨¦l, pero De Marcos nunca quiso salir del Athletic. ¡°Si t¨² eres un gran jugador y te viene un equipo a fichar, por mucho que te d¨¦, el Athletic sabe valorar a sus jugadores y tambi¨¦n te va a dar mucho. Yo me siento muy bien valorado aqu¨ª y me quiero quedar aqu¨ª toda la vida. Si yo me tuviera que ir ser¨ªa cosa del club, no m¨ªa¡±, dice. Su compromiso se reafirm¨® con la retirada de Gurpegui. De Marcos, que luc¨ªa el prestigioso n¨²mero 10, se lo cedi¨® a Muniain para quedarse con el 18 del capit¨¢n.
Despu¨¦s de dos temporadas irregulares por las lesiones, Berizzo le ve ¡°jugando de todo¡±. ¡°Se adapta muy bien a las necesidades que el equipo puede tener en cada partido¡±, dice el entrenador argentino, ¡°aunque parta como lateral, tiene una gran lectura del juego, puede ir al medio del campo o perforar defensas con mucha inteligencia al tener ese factor sorpresivo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.