La pasi¨®n del ajedrez hecha arte
La cantautora chilena Juga di Prima plasma en un videoclip las alegr¨ªas y frustraciones de los jugadores
Los ajedrecistas sufren y gozan intensamente en absoluto silencio durante horas. Es una materia prima muy atractiva para convertirla en novelas y pel¨ªculas. Plasmarla en m¨²sica es m¨¢s dif¨ªcil, pero una conocida cantautora y ajedrecista chilena, Juga di Prima, lo ha conseguido: el videoclip se titula ?Oh, Capablanca!, en homenaje al genial campe¨®n cubano (1888-1942), y refleja los sentimientos de la autora durante una partida.
El arte de Juga se ha alimentado en diversas fuentes, como su especial relaci¨®n con la Isla de Pascua (territorio chileno en Polinesia, a 3.500 kil¨®metros de la metr¨®poli) y la cultura rapanui, reflejada en su obra. Tambi¨¦n ha interpretado a la c¨¦lebre Edith Piaf (Juga di Piaf, 2013). Pero el ajedrez est¨¢ en sus genes por transmisi¨®n familiar (su padre es muy aficionado), y solo era cuesti¨®n de tiempo que lo transformara en arte: ¡°El ajedrez canaliza la energ¨ªa b¨¦lica de los humanos de manera muy pac¨ªfica, bella y armoniosa, a trav¨¦s de la inteligencia. Por muy violenta que sea una partida, y con independencia de su resultado, al final los dos guerreros se dan la mano y todo queda en paz. Incluso es probable que la analicen juntos. Creo que es la manera m¨¢s evolucionada y liberadora de sublimar la violencia¡±, me cont¨® durante una entrevista en Gibraltar, en 2016.
Millones de ajedrecistas de todo el mundo se ver¨¢n retratados en la letra de ?Oh, Capablanca!, que Juga interpretar¨¢ pr¨®ximamente durante la Olimpiada de Ajedrez de Batumi (Georgia), donde tendr¨¢ espectadores de unos 180 pa¨ªses. Es poco menos que imposible encontrar un jugador a quien no le haya pasado lo que se relata en la canci¨®n: logro montar un ataque muy fuerte frente a un rival superior y m¨¢s experimentado; estoy convencido de que puedo ganar; de pronto, algo empieza a torcerse, y acabo perdiendo; estoy desolado, soy un desgraciado, me maldigo en la habitaci¨®n del hotel; y, para colmo, mi amigo inhumano (los programas inform¨¢ticos que calculan millones de jugadas por segundo) me dice que, en realidad, mi ataque no era tan fuerte.
Todo ello adornado con un estribillo dedicado al inmortal Jos¨¦ Ra¨²l Capablanca, considerado por unanimidad como uno de los mayores genios naturales (la disciplina en el entrenamiento no era su fuerte) de la historia del ajedrez. Y con un mantra ¡ª¡°Aprender de las derrotas¡±¡ª repetido hasta la saciedad cada d¨ªa en el mundo entero por todos los maestros y entrenadores de ni?os ajedrecistas. Ciertamente, es en el ajedrez m¨¢s que en ning¨²n otro deporte donde el derrotado es quien m¨¢s aprende, porque la suerte casi no existe. Pero a ver qui¨¦n logra explic¨¢rselo a ese pobre desgraciado que quiere morirse porque cometi¨® un grave error cuando ten¨ªa la partida totalmente ganada tras jugar muy bien durante horas. Ese sufrimiento atroz est¨¢ muy bien reflejado en la canci¨®n, que termina con un sarcasmo: ¡°Si aprendemos m¨¢s de las derrotas, ?para qu¨¦ quiero ganar!¡±.
La artista chilena, formada musicalmente en Europa y residente en Buenos Aires, vivi¨® todo ese proceso tan doloroso el pasado diciembre, durante un torneo en Roma: ¡°Afortunadamente, ten¨ªa mi guitarra conmigo. Bajo la influencia de las emociones tan fuertes que a¨²n sent¨ªa, y el recuerdo de la sabidur¨ªa de Capablanca, tanto la letra como la melod¨ªa me salieron f¨¢cilmente, y componer esta canci¨®n me dio el confort que estaba buscando tras una derrota tan dura¡±.
Convencida de que ¡°viajar es la mejor escuela de vida¡±, Juga canta, compone, escribe guiones, toca el ukelele y el piano, baila, produce v¨ªdeos de coreograf¨ªa muy cuidada y da conciertos en varios pa¨ªses (en este portal de Internet puede apreciarse su obra). Obviamente, para ella el ajedrez es tambi¨¦n arte, entendido como ¡°manifestaci¨®n del esp¨ªritu con sentido est¨¦tico¡±. Pero incluso lo supera en algunos aspectos: ¡°El ajedrez es un lenguaje universal, que por s¨ª mismo permite una comuni¨®n con otra persona de inmediato, haciendo la primera jugada en un tablero, sin necesidad de un idioma com¨²n ni pre¨¢mbulo alguno. Es verdad que la m¨²sica y otras artes tienen tambi¨¦n algo de eso, pero con importantes matices; por ejemplo, los estilos o gustos musicales de cada persona, que pueden dificultar esa comunicaci¨®n¡±.
Cuando se habla con ella, Juga proyecta una imagen presidida por la dulzura, la sensibilidad y cierto romanticismo no exento de l¨®gica. Por ejemplo: ¡°Ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa los ej¨¦rcitos sean las selecciones ol¨ªmpicas de ajedrez. Ese d¨ªa, las combinaciones bellas producir¨¢n reacciones parecidas a lo que ocurre hoy cuando los grandes equipos de f¨²tbol meten un gol¡±. Pero de vez en cuando pone los pies en el suelo y cambia de tono: ¡°El ajedrez y el arte (por ejemplo, salir al escenario en un teatro lleno de gente) requieren muchos cojones¡±. De momento, su videoclip en YouTube ten¨ªa 26.300 visitas en el momento de publicar este art¨ªculo.
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