El Valencia aprovecha su ocasi¨®n

Itxaso S¨¢nchez, la capitana del equipo de hockey de la Real Sociedad, que gan¨® la ¨²ltima Liga, hizo el saque de honor en Anoeta. No lo hizo con el pie sino con el stick, una curiosa forma de reivindicar su deporte. La Real quiso emular a la campeona e intent¨® ganar al Valencia a bastonazos. Acab¨® perdiendo.

El nuevo campo se resiste a presenciar una victoria donostiarra. La nueva grada de animaci¨®n se qued¨® de nuevo con las ganas, porque los hombres de Marcelino ¨Cque vio el partido desde la tribuna¨C, se aprovecharon de un equipo tierno, todav¨ªa sin terminarse de elaborar del todo. Da la sensaci¨®n de que la Real promete, pero todav¨ªa no cumple.

Apagado el fuego de la porter¨ªa con la aparici¨®n de Moy¨¢ y la suplencia de Gero Rulli, Garitano se olvid¨® de rotaciones y aline¨® a un equipo m¨¢s reconocible, que tom¨® el mando desde el principio, mientras el Valencia tardaba en asentarse. Illarramendi y Merino le tomaron la medida al centro del campo visitante, que se perd¨ªa en la presi¨®n local, pero despu¨¦s de un par de aproximaciones prometedoras de la Real, el futbolista navarro se lesion¨® en un choque. Se fue cojeando Merino, salt¨® al campo Rub¨¦n Pardo pero ya no fue lo mismo.

La desaparici¨®n de quien hab¨ªa sido durante unos minutos la piedra angular del juego surti¨® un efecto indeseado en el equipo de Garitano, que perdi¨® orden y profundidad. El Valencia le empez¨® a tomar la medida al partido y la rapidez de sus puntas desarbolaba en ocasiones a la zaga realista. Primero un disparo cruzado de Kondogbia y despu¨¦s un gol anulado por fuera de juego a Gameiro deber¨ªan haber puesto sobre aviso al equipo local. Se animaba Parejo, m¨¢s suelto en los minutos centrales de la primera parte. La Real trat¨® de reaccionar, pero s¨®lo un disparo de Kevin Rodrigues inquiet¨® a Neto. Apenas un minuto despu¨¦s, tras una p¨¦rdida en medio campo, Gameiro empuj¨® a la red un pase desde la izquierda de Cheryshev, en un contragolpe bien llevado, de lado a lado, por la vanguardia valenciana.

El Valencia pon¨ªa el partido donde quer¨ªa, pese a los intentos realistas por llegar hasta Neto, que sac¨® un bal¨®n milagroso en un remate de cabeza de Zubeldia. Pudo ser el empate. Tambi¨¦n Sandro, reci¨¦n aparecido tras el descanso, tuvo su oportunidad, pero la Real, en su af¨¢n por equilibrar el partido, tend¨ªa a desordenarse; se resquebrajaba con el paso de los minutos. Tuvo, pese a todo, las mejores ocasiones del partido.

Primero Oyarzabal envi¨® a las obras del fondo de la Avenida de Madrid una ocasi¨®n clara tras una jugada de Sandro. Despu¨¦s, en la gran oportunidad perdida por la Real, William Jos¨¦ estrell¨® un penalti en el cuerpo de Neto. Rub¨¦n Pardo hab¨ªa ca¨ªdo por la entrada de Lato, que estuvo m¨¢s de medio partido al filo de la expulsi¨®n ¨Ccon una tarjeta desde los primeros minutos¨C, pero termin¨® sobre el campo.

Tras la pena m¨¢xima, entre los donostiarras cundi¨® el desaliento. Lo intentaron a bastonazos, golpe a golpe, mientras el Valencia, un tanto indolente, desaprovechaba una y otra vez la elegante zancada de Rodrigo y la velocidad de Guedes, que salieron en la segunda parte con la intenci¨®n de matar el partido al contragolpe. Ya sin ideas, la Real trat¨® de mantener el partido abierto, pero las ¨²ltimas escaramuzas no obtuvieron resultado. El Valencia, que frente al Celta dej¨® volar dos puntos en los minutos finales, amarr¨® mejor en Anoeta y dej¨® a la Real con cara de depresi¨®n.?