Lucha feroz por ser el ¡®Papa¡¯ del ajedrez

La corrupci¨®n es normal y cotidiana en la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses, y por tanto en la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE), donde 185 votan este mi¨¦rcoles en Batumi (Georgia) para elegir un nuevo presidente. El griego Georgios Makr¨®pulos representa el poder establecido desde 1982. El ruso Arkadi Dv¨®rkovich propone ideas muy renovadoras, pero su cercan¨ªa al presidente Vlad¨ªmir Putin (fue primer ministro adjunto) puede restarle apoyos. Un tercer candidato, el brit¨¢nico Nigel Short, subcampe¨®n del mundo en 1993, se ha envuelto en la bandera de la honradez, pero no tiene la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de triunfar.

Dv¨®rkovich se mueve por Batumi con tres guardaespaldas y el ch¨®fer de un Mercedes. El a?o pasado, Putin le encomend¨® que pusiera orden en el reciente Mundial de F¨²tbol. Y despu¨¦s que lograse la presidencia internacional del ajedrez, un deporte prioritario para el presidente ruso, probablemente porque su imagen est¨¢ ligada a la inteligencia, para el consumo interno. Gran paradoja: el padre de Dv¨®rkovich, Vlad¨ªmir, fue muchos a?os la mano derecha del excampe¨®n Gari Kasp¨¢rov, quien hoy dedica su vida a atacar a Putin por tierra, mar y aire desde Nueva York, donde decidi¨® exiliarse porque su vida corr¨ªa peligro en Rusia. Dv¨®rkovich propone potenciar al m¨¢ximo el ajedrez educativo en las escuelas, cambiar por completo la imagen, comunicaci¨®n y mercadotecnia de la FIDE, y firmar un acuerdo de mutua cooperaci¨®n con la FIFA.

Dado que Rusia es un pa¨ªs puntero en lo que respecta a corrupci¨®n, dopaje, tramas muy oscuras y asesinatos pol¨ªticos, podr¨ªa pensarse que la imagen de Dv¨®rkovich est¨¢ muy manchada, ya que tambi¨¦n fue la mano derecha del presidente Dimitri Medvi¨¦diev. Pero es justo al rev¨¦s: la met¨¢fora correcta ser¨ªa la de un mirlo blanco. Por ejemplo, en el reciente y muy exitoso libro Red Notice, de Bill Browder, este cuenta c¨®mo se hizo millonario en Rusia con inversiones de alto riesgo; despu¨¦s, el Gobierno de Putin hizo cuanto pudo para da?arlo, incluido el famoso asesinato de su abogado, Sergu¨¦i Magnitsky. Como era de esperar, Browder echa pestes de Putin y sus m¨¢s cercanos colaboradores, excepto de Dv¨®rkovich, a quien cita tres veces sin criticarlo. El equipo de Makr¨®pulos ha lanzado toda la porquer¨ªa posible contra Dv¨®rkovich; por ejemplo, relacion¨¢ndolo con un antiguo amigo en su edad universitaria, Mag¨®med Magom¨¦dov, ahora en prisi¨®n, acusado de estafa. Pero nada que demuestre actos ilegales de Dv¨®rkovich.

El precio del voto

Makr¨®pulos tambi¨¦n tiene un mirlo blanco en su equipo, el brit¨¢nico Malcolm Pein, organizador, periodista, empresario y director de una fundaci¨®n, de reputaci¨®n intachable. Pein asegura que su objetivo es limpiar la FIDE desde dentro. ¡°Para eso, hay que meterse en la partida¡±, explica, pero todo el mundo entiende que, en este caso, partida es sin¨®nimo de cloaca.

El autor de esta cr¨®nica ha cubierto la FIDE como periodista desde 1984. Y frecuent¨® los pasillos del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) durante los Juegos de Sydney 2000. All¨ª escuch¨®, por ejemplo, c¨®mo un alto directivo del COI preguntaba al delegado de un pa¨ªs del Tercer Mundo si su hijo quer¨ªa estudiar en una universidad de EE UU; ante la respuesta afirmativa, oferta inmediata: ¡°Pues eso podemos arreglarlo ahora mismo¡±. En la FIDE, el precio del voto es mucho m¨¢s barato: unos cuantos miles de euros (a veces, decenas de miles), que pueden llegar de diversas maneras: directamente en el bolsillo del sobornado; pagando la deuda de esa federaci¨®n nacional con la FIDE; costeando viajes o campa?as de promoci¨®n o entrenadores¡­ En los ochenta tambi¨¦n se ve¨ªan noches con prostitutas.

La buena noticia es que los tres candidatos se han comprometido en p¨²blico a la limpieza urgente que necesita la FIDE. Lo hicieron, por ejemplo, el s¨¢bado, durante una mesa redonda donde tambi¨¦n estaban varios expertos en la lucha contra la corrupci¨®n en las federaciones deportivas. Con su habitual sarcasmo, el tercer candidato, Short, quien ofrecer¨¢ sus votos a Dv¨®rkovich si hay una segunda vuelta, explica: ¡°S¨ª, parece que hay alguna esperanza de que el lema de la FIDE, Gens Una Sumus [Somos una familia] empiece a cumplirse de verdad. Porque hasta ahora el lema correcto deber¨ªa ser Mafia Una Sumus¡±.