El Atl¨¦tico muerde arriba y supera al Betis
Correa da los tres puntos a los rojiblancos en un partido muy ambicioso de los de Simeone de principio a fin
En un partido de pelaje complejo, de ritmo alto, con dos de esos dos equipos que a su manera tratan de no reducir el campeonato al duopolio Bar?a-Madrid, un Atl¨¦tico muy ambicioso firm¨® una actuaci¨®n de equipo campe¨®n. Sali¨® a morder y no par¨® hasta que termin¨® por derribar al Betis por insistencia y ambici¨®n. Primero soport¨® un primer tiempo trabado por lo mucho que se preocuparon uno y otro de atacar sin descuidarse. Despu¨¦s, cuando interpret¨® mejor la presi¨®n, fue arriba hasta que encontr¨® la jugada ratonera de Correa. No hay un futbolista en el Atl¨¦tico tan sacrificado. Operado de coraz¨®n, no hay partido en que no se deje la piel. Podr¨¢ estar m¨¢s fino o no, pero siempre deja algo distinto. Benditos alborotos, giros y regates que intenta. Su gol, a falta de un cuarto de hora, hizo justicia a la valent¨ªa con la que, esta vez s¨ª, Simeone fue a por el partido de principio a fin.
El Atl¨¦tico se puso de inicio un traje muy atrevido. Un 4-3-3 presionante, con Griezmann, Kalinic, la gran novedad de la alineaci¨®n, y Lemar para igualar a los tres centrales del Betis en la salida de bal¨®n. Rodrigo, como pivote de posici¨®n, Koke y Sa¨²l como volantes, se las vieron de inicio con Lo Celso, Guardado y Canales. La soluci¨®n de Seti¨¦n fue l¨®gica. La salida de pelota la quiso ganar con Pau L¨®pez. La primera intentona, avis¨® al Atl¨¦tico de que el atrevimiento para agobiar al contrario en su propia ¨¢rea requiere de una concentraci¨®n suprema. Conect¨® el meta verdiblanco con Guardado, este rectific¨® con un giro que se comi¨® Koke y vio un pasillo limpio para poner mano a mano a Loren con Lucas y Oblak. Una jugada delicada y punzante para generarle dudas a la intenci¨®n del Atl¨¦tico de robar muy arriba.
No se asustaron los futbolistas de Simeone. Se ajustaron y se acomodaron al tipo de partido que pretend¨ªa su entrenador y tambi¨¦n a la elaborada propuesta de Seti¨¦n. Quiz¨¢ recibieron con alivio la salida temprana de Guardado, pero se encontraron con William Carvalho, que no tiene mal criterio con la pelota cuando se siente con confianza.
Con cada equipo en su verdad, el Betis, m¨¢s toc¨®n, con Canales a la cabeza, y el Atl¨¦tico m¨¢s vertical, el partido se convirti¨® en un avispero de faltas t¨¢cticas. Por momentos, el Betis se sinti¨® agobiado y quiso jugar en largo. Ah¨ª, el Atl¨¦tico tard¨® en cumplir con la m¨¢xima que dice que si obligas al contrario a jugar balones en largo necesitas contundencia para ganarlo y precisi¨®n para jugarlo. Muy igualados los dos equipos, cada uno en su ley, el primer tiempo apenas exigi¨® a los porteros. Quiz¨¢ el respeto que se ten¨ªan lo marc¨® que ninguno se atrev¨ªa a romper por fuera con sus laterales.
Fue el Atl¨¦tico el que se reajust¨® mejor en el segundo acto a lo que demandaba el partido. Apret¨® su mordida arriba y encajon¨® al Betis cerr¨¢ndole todos los caminos. Quince minutos tard¨® el equipo de Seti¨¦n en pasar del centro del campo. Rodrigo se erigi¨® en el amo y se?or en el coraz¨®n del juego, para el quite y la distribuci¨®n. De alguna manera, ense?¨® que el f¨²tbol es m¨¢s f¨¢cil cuando le pasas a pelota r¨¢pido al compa?ero desmarcado. Unas veces en horizontal, que no pasa nada, y otras en vertical, que bien dado el pase rompe l¨ªneas. Bajo ese paisaje dominador y acogotador creci¨® el volumen ofensivo del Atl¨¦tico, acompa?ado de dos maniobras de Kalinic. El tipo de recurso que se espera de un jugador con buen giro tras control. En uno de ellos meti¨® una rosca rasa y da?ina que se estamp¨® en la cepa del poste. Al poco, Rodrigo, envalentonado, se atrevi¨® con un disparo cruzado lejano que no encontr¨® un oportunista compa?ero para reba?ar el despeje de Pau L¨®pez.
En ese plan, Simeone decidi¨® meter a Correa por Lemar. El franc¨¦s, escorado a la banda para ayudar en la presi¨®n, no encontr¨® mucha pelota, pero aport¨® trabajo. Correa ofreci¨® el desequilibrio que demandaba un encuentro tan duro. Otra buena combinaci¨®n entre Rodrigo, Juanfran, Correa y Griezmann, que remat¨® Kalinic, se encontr¨® con una buena parada reactiva de Pau.
Para los resquicios cuando los partidos empiezan a abrirse por el agotamiento f¨ªsico, Correa es una bomba de racimo. No se sabe por d¨®nde terminar¨¢ impactando, pero si lo logra, es devastadora. A una p¨¦rdida de bal¨®n del Betis forzada por ¨¦l mismo le dio continuidad con un taconazo Thomas, sustituto de Kalinic. Con campo por delante y Griezmann a la izquierda, Correa eligi¨® un derechazo raso y cruzado para desatar el ¨¦xtasis de Simeone, sus compa?eros y la grada. La ambici¨®n por morder y morder tambi¨¦n tiene premio.
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