Croacia e Inglaterra empatan en silencio

Sin p¨²blico, igual que durante un Croacia-Italia de hace tres a?os despu¨¦s de que aficionados croatas realizasen c¨¢nticos nazis y de que en aquel encuentro apareciera una esv¨¢stica dibujada sobre el c¨¦sped del estadio Poljud, en Split, donde se celebraba de nuevo el partido de este viernes, por la que la federaci¨®n croata fue sancionada, la subcampeona del mundo e Inglaterra se quedaron sin voz (y sin goles) en un partido plomizo en el dibujo general, con alg¨²n trazo entretenido en el detalle. La igualada deja la clasificaci¨®n de Espa?a a punto de caramelo: un empate ante los ingleses el lunes podr¨ªa bastar a los de Luis Enrique para estar en la Final Four de esta Liga de las Naciones, ya que solo un desastre ante Croacia en el ¨²ltimo partido evitar¨ªa la presencia de La Roja en la lucha por el t¨ªtulo.

Dos estilos antag¨®nicos en su concepci¨®n chocaron en Split en medio del silencio general (el f¨²tbol son sobre todo los gritos de los jugadores) desarrollando un encuentro de ida y vuelta, tan f¨ªsico como t¨¦cnico (dependiendo de quien tuviera la pelota) que se qued¨® en un empate a pesar del aumento del ritmo en la segunda mitad.

Leal a su estilo Croacia trat¨® de trasladar el encuentro a ese recurrente tuya m¨ªa que tan bien se le da y tanto descoloca a equipos robustos como Inglaterra. Sin embargo, el conjunto de Southgate traslad¨® la presi¨®n a todos los ¨¢ngulos del terreno de juego, lo que complic¨® en muchos momentos la salida de bal¨®n de su rival. Ahogada la fuente, se diluy¨® el equipo de Dalic, necesitado siempre de una correa de transmisi¨®n para arrancar ese juego elegante que le caracteriza.

Algo m¨¢s tosca, Inglaterra se mostr¨® inteligente en la lectura del partido, sosteniendo bien el centro del campo por medio de Henderson y Dier, dos futbolistas que por su pie de madera no encontrar¨ªan su lugar de vestir la camiseta ajedrezada. Sin embargo, los de Southgate desplegaron sus recursos en ataque por medio de las piernas de Sterling, un torbellino, y de las llegadas de Walker y Chilwell.

Eso s¨ª, aunque por momentos el agobio nublase a Croacia, Modric y Rakitic demostraron estar a un nivel en el que la neblina no dej¨® que se perdiera la vista principal de dos creadores excelsos. De su fluidez se benefici¨® especialmente Perisic, un extremo con alma obrera, tan trabajador como efectivo en su papel de cirujano, lanzador recurrente de diagonales que obligaron a girar la cintura de Stones y Maguire. La mejor oportunidad para dar el primer golpe la tuvo en sus botas Kramaric, pero su remate, tras una buen movimiento de Rebic, lleg¨® a velocidad asequible hasta los guantes de Pickford. La respuesta de Inglaterra se produjo a la inglesa, esto es, con un cabezazo de Dier a la salida de un c¨®rner que se top¨® con el poste.

El ritmo fue a m¨¢s, con llegadas m¨¢s directas para Inglaterra, que tuvo en la cabeza de Harry Kane la oportunidad perfecta para alterar el marcador. El delantero ingl¨¦s cabeceo de forma impecable un saque de falta de Henderson, y solo el larguero impidi¨® que el gol cayera del bando ingl¨¦s. La arquitectura de la porter¨ªa salv¨® a Croacia por dos veces, las mismas que las llevadas a cabo por su portero, Livakovic, ambas ante Rashford. Ambos se encontraron mano a mano dentro del ¨¢rea peque?a, pero primero el ingl¨¦s remat¨® muy flojo con la pierna izquierda y despu¨¦s la estirada del meta croata anul¨® el disparo del ariete del United.

Rebic estuvo cerca de superar a Pickford, que realiz¨® su mejor (y ¨²nica) intervenci¨®n ante un disparo anterior de Perisic, pero el croata no supo dirigir hacia la porter¨ªa inglesa una buena contra de su selecci¨®n. La lesi¨®n de Kovacic meng¨® la creatividad croata, lo que supuso una carga extra de trabajo sobre Rakitic y Modric, sin que ninguno de los dos le perdiera la cara al partido. Solo el cansancio propio del desgaste f¨ªsico acab¨® por rebajar las pulsaciones de un partido que se acab¨® tal y como empez¨®, en silencio.

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