Reinhold Messner: ¡°El alpinismo de hoy es cada vez m¨¢s turismo¡±
El primer alpinista en coronar los 14 ochomiles recibe el premio Princesa de Asturias de los Deportes junto a su colega Krzysztof Wielicki
Reinhold Messner (Bresanona, Tirol del Sur, Italia; 74 a?os) es, para los puristas del alpinismo, una referencia ineludible, un mito que rompi¨® todos los techos del alpinismo con su ejemplo: la primera persona en subir los 14 ochomiles (entre 1970 y 1986), y adem¨¢s sin uso de ox¨ªgeno embotellado, el primero en subir el Everest a pleno pulm¨®n (1978), el primero en ascender en solitario a la cima del mundo (1980)... Horas antes de recibir este viernes, junto al polaco Krzysztof Wielicki, el premio Princesa de Asturias de los Deportes, Messner departe por tel¨¦fono con EL PA?S con el mismo compromiso y libertad de los que siempre hizo gala. Adelantado a su ¨¦poca, dispuesto a borrar todas las barreras de lo desconocido en alta monta?a, Messner apenas acepta comparaciones y sigue siendo ¨²nico a la hora de pensar el alpinismo. Su discurso tajante, claro y consecuente con su forma de actuar recuerda hoy en d¨ªa el camino de la autenticidad aplicado al monta?ismo. En 1988, el italiano rechaz¨® la medalla de la orden ol¨ªmpica del COI alegando que el alpinismo no es un deporte de competici¨®n. Ahora, en cambio, acepta encantado el premio Princesa de Asturias del Deporte mientras defiende que el alpinismo es una forma de cultura.
Pregunta. ?Qu¨¦ representa en su caso el premio Princesa de Asturias de los Deportes?
Respuesta. Me hace feliz recibir este galard¨®n porque es la primera vez que se concede a un alpinista y se reconoce, en cierta forma, que el alpinismo no es ¨²nicamente algo relacionado con el deporte sino con la cultura. Me hace especialmente feliz recibir el premio junto a Wielicki, porque as¨ª se reconoce tambi¨¦n el alpinismo polaco. Es grato recibir el premio de un pa¨ªs como Espa?a, que alberga monta?as bellas, monta?as que recuerdan a las de mi tierra.
P. ?C¨®mo definir¨ªa usted mismo la figura de Reinhold Messner?
R. A mis 74 a?os me considero como la narrativa del alpinismo. A lo largo de mi carrera he llevado a cabo m¨²ltiples facetas: empec¨¦ escalando en roca, despu¨¦s pas¨¦ a escalar en altura y complet¨¦ las 14 monta?as m¨¢s elevadas del planeta, recorr¨ª ambos polos, escal¨¦ las monta?as sagradas de la tierra, defend¨ª como pol¨ªtico en Bruselas el medio ambiente y las monta?as [entre 1999 y 2004, con el grupo de Los Verdes]... En este momento tengo un museo de la monta?a y desarrollo pel¨ªculas. Todo esto quiere decir que sigo teniendo la capacidad de idear y llevar a cabo proyectos.
P. ?El alpinismo del siglo XXI es tal y como lo esperaba?
R. Con el alpinismo no se puede decir si algo es equivocado, o si es mejor o peor¡ Cada individuo tiene el derecho de realizar cualquier actividad relacionada con el mundo de la monta?a. Hoy en d¨ªa, el alpinismo cada vez se acerca m¨¢s a un deporte, cada vez se escala m¨¢s en roc¨®dromos, usando agarres de resina¡ y en cuanto al alpinismo al aire libre, sencillamente es, cada vez m¨¢s, turismo, est¨¢ desliz¨¢ndose al turismo. En Espa?a, el alpinismo se conoci¨® m¨¢s tarde, puesto que esta actividad naci¨® y creci¨® en los pa¨ªses del arco alpino. Lo que ocurre ahora es lo siguiente: una persona puede escalar a menudo y no tener ni la menor idea de lo que significa el alpinismo. En Tokio, por ejemplo, existen 800 roc¨®dromos [salas de escalada] a los que acuden a diario miles de personas que disfrutan del ejercicio de la escalada, pero no del alma del alpinismo.
P. ?Dir¨ªa entonces que el alpinismo sin aventura no es alpinismo?
R. Correcto.
P. ?Una persona que escala una monta?a de m¨¢s de 8.000 metros ayudada por porteadores y agarrada a cuerdas fijas es un alpinista?
R. Una persona que escoge la ruta normal de un ochomil, una ruta previamente equipada, acondicionada por otros, debe saber que no est¨¢ haciendo alpinismo sino turismo. El alpinista va all¨ª donde no hay nadie, all¨ª donde no llegan los dem¨¢s. Esa es mi definici¨®n de alpinista. El turista acude a aquellos lugares donde ya est¨¢ montada una infraestructura que le permita alcanzar sus objetivos.
P. ?El alpinismo ha sido un asunto de hombres, y si es as¨ª, qu¨¦ papel juega actualmente la mujer?
R. El alpinismo est¨¢ abierto tanto a hombres como a mujeres. De hecho, el nivel de las mujeres hoy en d¨ªa es muy similar al de los hombres, pese a que son menos numerosas. Antiguamente, el alpinismo s¨ª estaba reservado casi en exclusiva a los c¨ªrculos masculinos, donde no se dejaba realmente que entrase la mujer.
P. ?Qu¨¦ sue?o dej¨® de cumplir como alpinista?
R. Sigo siendo alpinista: escalo rutas f¨¢ciles, puedo subir hasta una altitud de 6.000 metros, pero evidentemente soy consciente de que a mi edad tengo unos l¨ªmites claros. Es cierto que ahora he encontrado otros ¨¢mbitos donde realizarme como alpinista, aunque no sea escalando: el cine y mi labor en el museo me motivan.
P. ?Admir¨® a alg¨²n alpinista de su ¨¦poca?
R. S¨ª, al polaco Jerzy Kukuczka. Lo admir¨¦ porque en los a?os ochenta era el m¨¢s fuerte de entre todos. Era el que m¨¢s capacidades mostraba, el que m¨¢s experiencia atesoraba, era muy fuerte y ten¨ªa una enorme capacidad de sufrimiento. El alpinismo no se hace para divertirse y pasarlo bien¡
P. ?Qu¨¦ valores no deber¨ªa perder nunca de vista el alpinismo?
R. La incertidumbre, la inc¨®gnita. Si no existe la incertidumbre, si esta se ve desplazada por la capacidad t¨¦cnica del alpinista, el ejercicio pierde valor. Si no hay misterio, si la preparaci¨®n t¨¦cnica y f¨ªsica matan la incertidumbre, el alpinismo est¨¢ muerto. El alpinismo y el consumismo que conocemos hoy en d¨ªa son dos fuerzas contrapuestas. Creo que el alpinismo del futuro deber¨¢ renunciar a la t¨¦cnica para no matar el misterio¡
Wielicki y el legado polaco en invierno
El polaco Krzysztof Wielicki, de 68 a?os, fue el primer hombre en escalar el Everest, Kangchenjunga y Lhotse en invierno, adem¨¢s de ser el quinto alpinista en el planeta en conquistar los 14 ochomiles. Messner celebr¨® este jueves que ¡°por fin¡± se reconociera su legado. Wielicki record¨® c¨®mo sus compa?eros y ¨¦l dejaron sus profesiones para aventurarse en la conquista de las cumbres invernales. Para ¨¦l, el alpinismo se ha de practicar en esas condiciones. ¡°Es una pasi¨®n, una adicci¨®n, una forma de cruzar la l¨ªnea roja¡±, expres¨® el polaco.
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