Messi y el pip¨ª
Al artista hay que valorarlo por su obra, no por su vida
Maradona y el ba?o
Viaj¨¦ a M¨¦xico, donde en los medios reina Maradona, otra vez feliz al frente de un equipo porque el f¨²tbol es su aut¨¦ntica droga. Diego nunca se queda corto en sus declaraciones y en esta ocasi¨®n alab¨® a Messi como jugador, pero lo conden¨® como l¨ªder. Los elogios quedaron enterrados por esta frase lapidaria: ¡°Es in¨²til querer hacer caudillo a un hombre que va veinte veces al ba?o antes de un partido¡±. Sabemos que Messi, siempre contenido y hasta ensimismado, es un l¨ªder t¨¦cnico antes que social. Pero sobre su capacidad de influencia durante los partidos caben pocas dudas. Voy a decir sobre Messi una frase que utilic¨¦ muchas veces para defender al propio Maradona: al artista hay que valorarlo por su obra, no por su vida. Vengo aguantando a Messi como rival desde hace mucho tiempo y confieso que, cada vez que agarra la pelota, el que se hace pip¨ª encima soy yo.
Aplausos provisionales
Termina otra fecha FIFA y Espa?a sale fortalecida. No tanto por los resultados, desiguales, sino porque el camino ya est¨¢ definido. Analicemos desde el contraste. El Mundial dej¨® grogui a todas las selecciones que defraudaron, algunas de las cuales a¨²n est¨¢n sonadas. Mientras se recuperan, las federaciones conciertan partidos amistosos con m¨¢s inter¨¦s comercial que futbol¨ªstico y toman decisiones provisionales. Son las peores decisiones. Lionel Scaloni, en su primera experiencia al frente de un gran equipo, es el t¨¦cnico interino de la selecci¨®n argentina. El Tuca Ferretti, de larga trayectoria en el f¨²tbol azteca, el interino de M¨¦xico. Terminan sus contratos en diciembre, mientras las federaciones buscan al entrenador ideal. Ferretti y Scaloni est¨¢n haciendo un buen trabajo; sin embargo, aunque debuten j¨®venes prometedores y alcancen algunos picos de buen juego, es inevitable preguntarse: ?para llegar ad¨®nde?
Pisemos el freno
Demasiada velocidad para el an¨¢lisis. M¨¦xico juega contra Chile un amistoso y se habla del ¨²ltimo precedente, un 7 a 0 en la Copa Centenario que dej¨® temblando al f¨²tbol mexicano. Pero Chile no se clasific¨® para Rusia. El final para la mejor generaci¨®n de su historia fue tan triste que de aquel 7 a 0 parece que pasaron 100 a?os. ?Y qu¨¦ me cuentan de Alemania? El a?o previo al Mundial gan¨® la Copa Confederaciones con suplentes y el Europeo sub-21 con j¨®venes formidables. Cre¨ªamos que L?w pod¨ªa meter cuarenta nombres en un sombrero, sacar once al azar y ser campe¨®n del mundo. Pero en Rusia fue eliminada por Corea y en la Liga de las Naciones sigue dando manotazos de ahogado. La percepci¨®n dice que aquel sombrero est¨¢ vac¨ªo. ?Quieren m¨¢s velocidad? Espa?a vino de Gales un jueves sinti¨¦ndose potencia y el lunes, en el minuto 45 frente a Inglaterra, era una selecci¨®n del mont¨®n. Moraleja: la velocidad aumenta con el exceso de confianza.
Todos ensartados
Las apariencias enga?an. El tango de Disc¨¦polo lo cuenta mejor: ¡°Tu silueta fue el anzuelo donde yo me fui a ensartar¡±. Hay jugadores elegantes y, desde la admiraci¨®n por esa pinta, los puntuamos con excesiva generosidad. Cometemos una injusticia mayor cuando penalizamos a los jugadores por su apariencia. El Levante visita el Bernab¨¦u y aconsejo seguir a Morales, futbolista sin un reconocimiento proporcional a su rendimiento. Hace muchas cosas bien y algunas de un modo brillante. Es potente, tiene visi¨®n, juega en un campo de acci¨®n grand¨ªsimo, se lleva bien con el gol¡ Nadie lo ve con el entusiasmo que merece porque cuando corre su espalda se achepa y tiene cara de sufrimiento. Hay casos a¨²n m¨¢s llamativos por su visibilidad. Por ejemplo, si Carvajal tuviera el cuerpo de Paolo Maldini, no hubi¨¦ramos esperado tanto para preguntarnos si no ser¨¢ el mejor lateral derecho de la historia del Madrid.
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