El problema es CR, no Lopetegui
Tras 12 entrenadores con Florentino P¨¦rez, el club apunta de nuevo hacia el banquillo sin haber paliado lo que la marcha del luso supon¨ªa en lo deportivo y lo que significaba para el vestuario
En la ¨®rbita de Florentino P¨¦rez, 12 entrenadores despu¨¦s tambi¨¦n el duod¨¦cimo est¨¢ a punto de fundirse en apenas nueve jornadas. Eso s¨ª, quiz¨¢, solo quiz¨¢, le quede algo de carrete por dos circunstancias. La primera, parad¨®jica: la baja de Messi en el cl¨¢sico menos cl¨¢sico en una d¨¦cada ¡ªsin Leo y Cristiano¡ª ser¨ªa una bala para Julen Lopetegui. De llegar al Camp Nou, lo har¨¢ con las fuerzas m¨¢s igualadas. Claro, que lo mismo pueden pensar en el cuartel general si envidan con un interino. Otro aspecto puede retrasar, salvo repunte extraordinario, su inminente condena. Si con el mercado veraniego de junio abierto de par en par el vasco fue una opci¨®n muy secundaria en el despacho oval de Chamart¨ªn, ahora en el paro no abundan t¨¦cnicos con pedigr¨ª. Tampoco en Valdebebas hay un Zidane de tanto poso con el que blindarse ante la afici¨®n y que despeje las tribulaciones del vestuario. Una plantilla a la que la marcha de CR ha dejado tanto desamparo deportivo como inquietud futurista: ?c¨®mo estar seguros si el mismo astro sinti¨® que ten¨ªa que emigrar? ?De verdad se cree en nosotros o Neymar, sin cuatro Copas de Europa, est¨¢ por venir con un salario ¨²nico y desorbitante?
Resulta chocante que el banquillo madridista suponga para los rectores mayor quebradero de cabeza que el cu?o de la plantilla. Para aliviar el plante inesperado y en toda regla de Zidane hubo que lanzar una opa hostil sobre la Roja para afiliar de urgencia a Lopetegui, toda vez que m¨¢s de un t¨¦cnico sondeado previamente siguiera el ejemplo del preparador franc¨¦s. ¡°Si a Zidane no le han hecho caso...¡±, debi¨® pensar m¨¢s de uno. No Lopetegui, tan fascinado con el Madrid que no repar¨® en que ello supondr¨ªa dejar la Roja por la gatera. Tan seducido que el vasco tampoco evalu¨® que estaban a punto de volar CR y una mochila con 50 goles anuales.
Sin Neymar a la vista, como quiz¨¢ llegara a presuponer el entrenador, se dio de bruces con la realidad. Como es dif¨ªcil dar al Madrid un portazo a lo Zidane, Lopetegui se vio capacitado para relevar a ZZ. Pero cuesta creer que de verdad sospechara ni remotamente que el cr¨¢ter que dejaba CR tendr¨ªa consuelo con una enmienda por un portero (Courtois), un lateral en proyecci¨®n (Odriozola), un becario (Vinicius) y un repatriado de ¨²ltima hora (Mariano). Hubiera sido demasiado para ZZ y parece haber sido demasiado para Lopetegui. Como lo ser¨¢ para quien herede un Bar?a sin Messi cuya directiva crea que puede parchear su ausencia.
Ante la nomenclatura madridista no basta con ser un entrenador cualificado, como lo es Lopetegui. No sirve con un empolle cum laude en t¨¢ctica, preparaci¨®n f¨ªsica, gesti¨®n de ombligos... No es suficiente haber congeniado con el capit¨¢n en tiempos de Espa?a o haber convivido con chicos internacionales a tus ¨®rdenes como cadetes en las selecciones inferiores o ya graduados en la absoluta. Un t¨¦cnico del Madrid, de este Madrid, est¨¢ obligado a asumir un papel trinitario. Debe engarzar sus ideas, las del vestuario y, sobremanera, las de la m¨¢xima autoridad, que lo mismo puede guiarse por sus latidos que por los intereses financieros y comerciales de la instituci¨®n. Y no siempre se puede discernir lo uno de lo otro.
Chistera presidencial
Bale es mucho m¨¢s que sus excepcionales dolencias. Benzema trasciende a sus rachas indolentes. Vinicius est¨¢, y no por llegar. Lo mismo que Courtois no vino para que le d¨¦ sombra Keylor, a Modric no se le puede escapar el Bal¨®n de Oro, Asensio es un pilar estrat¨¦gico y Kroos un capit¨¢n general. Tan complejo es el florentinismo que tras 15 a?os de gesti¨®n a¨²n no hay manera de retratar su perfil preferido de t¨¦cnico. Voluntaria o involuntariamente, salieron los que ganaron (Del Bosque, Ancelotti, Zidane), los de la casa (Camacho, L¨®pez Caro, Garc¨ªa Rem¨®n), un alumno de Alex Ferguson (Queiroz), un graduado en la escuela brasile?a (Luxemburgo), un sesudo met¨®dico (Ben¨ªtez), un caballero (Pellegrini) y hasta alguien con un dedo mesi¨¢nico para sus much¨ªsimos feligreses (Mourinho).
No, el problema no es Lopetegui. Simplemente, as¨ª, as¨ª es el Madrid. Y m¨¢s ahora que se ha lanzado un ¨®rdago sideral: volver a la cima con 50 goles menos. Quiz¨¢ el presidente se vea con una chistera, pero no hay Lopetegui o ZZ que pueda sortear semejante abismo. El dilema es CR, no Lopetegui. Aunque haya quien prefiera meterse un gol en propia puerta mientras se dice: es el Madrid, sin m¨¢s. Porque s¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.