Cuando a Cruyff le dio un ataque de ¡®Romerito¡¯
Lleg¨® un mi¨¦rcoles desde Brasil y el s¨¢bado fue titular en un cl¨¢sico en lugar de Lineker
Era la ¨²ltima semana de marzo de 1989 y no se hablaba de otra cosa que de aquel tal Romerito. Cruyff estaba en su primera temporada de entrenador del Bar?a, esperaba la visita del Madrid de La Quinta del Buitre y exigi¨® perentoriamente su fichaje.
Julio C¨¦sar Romero, Romerito, paraguayo, hab¨ªa sido elegido mejor jugador de Am¨¦rica en 1985 jugando en el Fluminense. Cruyff le hab¨ªa conocido cuando ambos jugaban en la Liga norteamericana. Era un atacante con brillo para el ¨²ltimo pase y velocidad para llegar al gol. Pero ten¨ªa ya 29 a?os y no hab¨ªa sido probado en Europa, as¨ª que llam¨® la atenci¨®n esa insistencia de Cruyff. El Bar?a ten¨ªa hueco para un tercer extranjero. Cruyff llevaba tiempo reclamando a Koeman, pero a este no le soltaba el PSV hasta fin de temporada. En esas se lesion¨® Bakero y fue entonces cuando le dio el ataque de Romerito.
Sus ¨¦xitos como entrenador estaban a¨²n por llegar, pero su prestigio y personalidad impon¨ªan. Adem¨¢s, N¨²?ez se presentaba a la reelecci¨®n, con Sixte Cambra como rival, el mismo d¨ªa del Bar?a-Madrid. El Madrid era el primero, el Bar?a estaba a tres puntos, no quedaba mucho para el final de la Liga. En esas condiciones, no se atrevi¨® a negarle el capricho a Cruyff.
Al jugador le llamaron directivos del Fluminense la noche del s¨¢bado 25. Ya estaba dormido, tras jugar y marcar contra el Inter de Portoalegre. Le citaron en un restaurante a las dos de la madrugada y le dijeron que ten¨ªa que ir al Bar?a. ?l lo vio arriesgado, quiso resistirse, pero al Fluminense la operaci¨®n le daba 40 millones a los que no iba a renunciar. El club estaba en la ruina, era su salvaci¨®n.
Romerito era cu?ado de Amarilla, ex del Zaragoza y del Bar?a, que le anim¨® a aceptar. Sali¨® el martes, lleg¨® el mi¨¦rcoles y encontr¨® un ambiente de desmedida expectaci¨®n. A ¨¦l le dieron 40.000 d¨®lares por tres meses y la posibilidad de seguir despu¨¦s del verano. La opini¨®n p¨²blica estaba alborotada.
El partido se jug¨® el s¨¢bado 1 de abril. Todos los ojos estaban en ¨¦l, que jug¨® como nueve retrasado, dejando en el banquillo nada menos que a Lineker. Dio algunas de cal y tres de arena. Alg¨²n pase clarividente, buena movilidad, un aire t¨¦cnico prometedor... El partido fue nivelado hasta los ¨²ltimos 10 minutos del primer tiempo, en los que el Bar?a abrum¨® al Madrid. Y ah¨ª, en esa fase decisiva, se le escaparon tres goles: en el 35¡¯, en el 41¡¯ y en el 44¡¯, sobre todo ¨¦ste, cuando cabece¨® a placer desde el borde del ¨¢rea chica, pero no la coloc¨® y par¨® Buyo. En el descanso todo son comentarios sobre los goles que mand¨® al limbo. Luego va a menos y en el 80¡¯ le sustituye Julio Alberto. El partido acab¨® 0-0. El Madrid se qued¨® con tres puntos de ventaja m¨¢s el goalaverage particular. Ganar¨ªa aquella Liga. N¨²?ez gan¨® la reelecci¨®n. Se vot¨® durante todo el d¨ªa, hasta el partido.
El ¨²nico gol, contra el M¨¢laga
Cruyff se empe?¨® en decir que hab¨ªa hecho un partidazo, pero no colaba. Repiti¨® contra el Zaragoza y no marc¨®. Se lesion¨® luego contra el Valladolid. Perdi¨® el hilo. Reapareci¨® a tres jornadas del final y el ¨²ltimo d¨ªa marc¨® su ¨²nico gol, al M¨¢laga. Los compa?eros, que le hab¨ªan cogido cari?o, le felicitaron efusivamente. Para entonces ya sab¨ªa que no le iban a prolongar el contrato.
Cinco partidos y un gol, al precio de 40 millones, que N¨²?ez consigui¨® a toda prisa con un raro chanchullo. Se lo pagaron a medias entre TVE y TV3, a cambio de adelantar al martes 4 su partido de Recopa, contra el Sredets, a fin de dejar solo para el mi¨¦rcoles el Madrid-Mil¨¢n, semifinal de Copa de Europa. As¨ª se pod¨ªan televisar los dos.
Romerito se fue discretamente. Sigui¨® su carrera por M¨¦xico, Paraguay, Chile y otra vez Paraguay, donde a los 38 se retir¨® en el Sanluque?o, su equipo de origen y del alma. Aqu¨ª qued¨® como un capricho absurdo de Cruyff, que se lo har¨ªa perdonar con la construcci¨®n del Dream Team. Romerito vive hoy en Paraguay, donde es respetad¨ªsimo.
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