Los minutos de oro del Alav¨¦s

Nadie se va de Mendizorroza antes de que el ¨¢rbitro pite el final. Aunque haga fr¨ªo y se hielen las manos. S¨®lo una exigua minor¨ªa de los 18.000 espectadores que acuden cada partido al campo del Alav¨¦s deciden marcharse prematuramente. Mientras la mayor¨ªa de los campos se van despoblando en los instantes finales de cada partido y los vomitorios se convierten en autopistas, en el campo del Alav¨¦s, los aficionados vitorianos siempre esperan un milagro.

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El equipo de Abelardo est¨¢ segundo en la clasificaci¨®n con 20 puntos, pis¨¢ndole los talones y siguiendo el ritmo del Bar?a. De esos puntos, siete los ha conseguido m¨¢s all¨¢ del minuto 93, cuando muchos equipos han decidido ya levantar el pie. Para el Alav¨¦s no hay minutos de la basura.

¡°Los partidos acaban cuando pita el ¨¢rbitro¡±, es la filosof¨ªa de Abelardo Fern¨¢ndez, su entrenador. Con estos goles a ¨²ltima hora, ¡°se demuestra la capacidad del equipo de acabar atacando en el ¨¢rea rival y acabar atacando a equipos como Villarreal y Real Madrid con una plantilla y presupuesto mejor que el nuestro¡±, asegura el asturiano.

El Alav¨¦s sum¨® los primeros dos puntos en el descuento, ante la at¨®nita mirada de Ronaldo Nazario, que se estrenaba como m¨¢ximo accionista del Valladolid en el Jos¨¦ Zorrilla. Fue en la tercera jornada y en el minuto 93, cuando despu¨¦s de una jugada de Jony, Ibai agarr¨® un disparo que le dio la victoria al Alav¨¦s.

En el mismo minuto, una semana despu¨¦s, y en Mendizorroza, un remate de cabeza de Calleri, rescat¨® un punto frente al Getafe, que ya acariciaba la victoria. Tuvo m¨¢s m¨¦rito el testarazo de Manu Garc¨ªa en el 95, ante el Real Madrid, para darle al Alav¨¦s su primer triunfo frente a los blancos, desde la d¨¦cada de los a?os treinta del siglo pasado.

El domingo, ante el Villarreal, el equipo de Abelardo repiti¨® la proeza. Esta vez fue Borja Bast¨®n, que apenas medio minuto antes hab¨ªa sustituido a Ibai, el que meti¨® la pierna en el ¨¢rea peque?a para batir a Asenjo y darle los tres puntos a su equipo. Era el primer bal¨®n que tocaba. ¡°Me alegro mucho por ¨¦l, porque no lo ha pasado bien y est¨¢ entrenando fenomenal¡±, afirm¨® Abelardo. ¡°Se ha llevado un varapalo al no verse en el equipo titular, creo. Pero bueno, me he decantado por Calleri y Sobrino¡±. Pero ten¨ªa fe en el delantero, aunque el cambio se produjo en el tiempo a?adido: ¡°Ve¨ªa que est¨¢bamos llegando mucho por banda y Borja para eso es un jugador de ¨¢rea de diez¡±.

Abelardo le ha dado estabilidad y fortaleza un equipo que cogi¨® en la jornada decimocuarta de la temporada pasada, en la que cuatro t¨¦cnicos pasaron por el banquillo antes que ¨¦l. El argentino Zubeldia aguant¨® cuatro partidos antes que le despidiera el consejo de administraci¨®n que controla Josean Querejeta. Los perdi¨® todos. Javier Cabello, dos partidos al frente, ¨Ccero puntos¨C, fue el recambio provisional antes de la llegada del italiano De Biasi, que en siete jornadas no fue capaz de reconducir al equipo.

Abelardo lleg¨® como ¨²ltimo cartucho a un equipo que se tambaleaba. Era ¨²ltimo. Se estren¨® con victoria ante el Girona a domicilio, y sum¨® cuatro en sus primeras cinco apariciones en el banquillo. Estabiliz¨® al enfermo, que mejor¨® ostensiblemente para acabar la Liga 18 puntos por encima del descenso.

El milagro fue Abelardo, que puso un poco de sentido com¨²n en el campo, orden¨® el equipo y mont¨® un grupo equilibrado para su segunda temporada en el Alav¨¦s, que est¨¢ respondiendo de maravilla. Sin embargo, su primer objetivo es salvar al equipo del descenso. Ya ha hecho la mitad del trabajo: ¡°Es la realidad y tenemos que pelear por la permanencia. Es un comienzo de matr¨ªcula de honor de tener 20 puntos de 30 posibles y de los 24 ¨²ltimos sumar 19. Es dif¨ªcil hacer todo esto con la igualdad que hay en la Liga¡±.

El entrenador del Alav¨¦s est¨¢ entusiasmado con la respuesta de sus jugadores y la del p¨²blico: ¡°Invito a la gente a venir a un campo con un ambiente extraordinario. Gozo por estar en Mendizorroza durante el a?o que llevo. Me pondr¨ªa las botas para jugar, aunque estoy m¨¢s tieso que la mojama. Tenemos una grand¨ªsima afici¨®n y les tenemos que ofrecer intensidad y que ganemos o perdamos, la gente se vaya contenta cuando el ¨¢rbitro pite el final¡±. Pero eso s¨ª, nunca antes del final, porque el Alav¨¦s no perdona en los descuentos.