?D¨®nde debe jugar Iago Aspas?
El futbolista del Celta, m¨¢ximo goleador del campeonato, mejora su rendimiento realizador cuando se alinea como nueve y abre el debate sobre cual es su posici¨®n ideal
La pregunta brota casi en todas sus comparecencias ante los medios, incluso por la calle o en sus conversaciones con los amigos. ¡°Iago, ?t¨² donde prefieres jugar?¡±. Y ¨¦l, que podr¨ªa pasar por el m¨¢s gallego de los gallegos volvi¨® a responderla tras marcarle tres goles al Eibar el pasado fin de semana: ¡°Depende. Me ponen por dentro o por fuera, pero para m¨ª lo importante es jugar y disfrutar¡±. Ese es Iago Aspas, del que Jos¨¦ Luis Mendilibar, t¨¦cnico rival, sentenci¨® tras su ¨²ltima exhibici¨®n: ¡°Nos gan¨® el partido, los dem¨¢s acompa?aron¡±. Fue el tercer hat-trick del futbolista del Celta desde que juega en la m¨¢xima categor¨ªa, todos los logr¨® el ¨²ltimo a?o (Las Palmas y Sevilla fueron los otros damnificados) y todos cuando se aline¨® sin un delantero de referencia al lado.
Y es ah¨ª donde se reaviva el debate. Durante las dos ¨²ltimas temporadas la mayor parte de los partidos que jug¨® Iago Aspas los hizo como supuesto extremo derecho. Falso extremo. Lo hizo sin reproche, casi siempre decisivo, deslumbrante como aquella noche en la que debut¨® con ese rol en Wembley con la selecci¨®n. Pero cuando juega como nueve sus caracter¨ªsticas se potencian, su capacidad para ser profundo en los desmarques o, en direcci¨®n contraria, enganchar en la circulaci¨®n de la pelota. Y todo con gol. ¡°No es solo un futbolista de ataque y generaci¨®n de peligro, tambi¨¦n puede enlazar el juego¡±, le defini¨® Toto Berizzo, que el primer a?o que le entren¨® en Vigo le emple¨® como el v¨¦rtice m¨¢s avanzado de un equipo con llegadores como Nolito, Orellana o Wass, pero luego lo retras¨® y escor¨® para situar una referencia, primero Guidetti, luego Maxi G¨®mez. ¡°Iago puede ser un gran diez. Me gusta verle libre en esa posici¨®n¡±, argumentaba el argentino, que le describi¨® vecino a la ubicuidad: ¡°Aparece y desaparece en cualquier sector del campo¡±.
¡°Toda la vida fue un segunda punta¡±, ilustra Alejandro Men¨¦ndez, que hoy entrena en la liga india y dirigi¨® a Aspas durante sus ¨²ltimas campa?as en el filial del Celta. ¡°Pero tambi¨¦n es un gran nueve, diferente, una versi¨®n similar a la que ofrec¨ªa Villa, m¨®vil e integrado en la idea general del juego. Lo que le caracteriza es que tiene grandes condiciones no solo con bal¨®n sino tambi¨¦n sin ¨¦l porque tiene visi¨®n, hace jugar a los compa?eros e intuye los espacios para desequilibrar. Cuanto m¨¢s cerca del ¨¢rea resulta m¨¢s determinante porque al final al delantero se le mide por sus goles. Y ¨¦l los tiene¡±, explica Men¨¦ndez, que tambi¨¦n trabaj¨® en el filial del Real Madrid y sit¨²a a Aspas al nivel de los mejores talentos con los que coincidi¨® en la casa blanca. ¡°Pas¨¦ de entrenar con Iago a hacerlo con Mata o Callej¨®n y nunca dud¨¦ que estaba al nivel de cualquier canterano del Madrid¡±.
Hay futbolistas que ponen el grito en el cielo por los cambios de posici¨®n, en especial si son goleadores y les alejan de la porter¨ªa. Aspas hizo lo contrario, se adapt¨® y no dej¨® de ver puerta. Y cuando le devuelven m¨¢s cerca de la meta, marca m¨¢s. Las dos ¨²ltimas temporadas fue el espa?ol que anot¨® m¨¢s tantos en la Liga (41 entre ambas) apenas superado por Messi, Cristiano Ronaldo y Luis Su¨¢rez. Su estilo es inclasificable porque su repertorio semeja infinito, futbolista como es de la calle. ¡°Esa piller¨ªa ya no se estila. Anticipa el movimiento del defensa, le provoca y le enga?a. Eso lo tuvo siempre y le convierte en diferente¡±, cree Men¨¦ndez.
Lejos de academicismos, con un manejo industrioso sobre el c¨¦sped, hiperactivo, apasionado, como si quisiera beberse a grandes tragos cada partido, Iago Aspas es cristalino en su f¨²tbol de maduraci¨®n tard¨ªa. Nunca fue internacional en categor¨ªas inferiores como su hermano mayor Jonathan, que fue campe¨®n de Europa sub16 con un equipo en el que se alineaban Reina o Arteta. No debut¨® en Primera Divisi¨®n hasta que cumpli¨® los 25 a?os y escal¨®, no sin dificultades, hasta el primer equipo. No fue indiscutible hasta que mediada una temporada en Segunda, invierno del 2012, el t¨¦cnico Paco Herrera decidi¨® intercambiar su posici¨®n con la de Mario Bermejo. Aspas llevaba tres meses sin ver puerta, desesperado. ¡°Bermejo era un futbolista de trabajo que se brindaba mucho a los compa?eros¡±, le define Herrera. As¨ª que le encomend¨® hacer de bregador para un talento que buscaba un lugar para expresarse. Y ese espacio estaba m¨¢s cerca del ¨¢rea. Aspas marc¨® 16 goles en 18 partidos y la campa?a acab¨® con el festejo del ascenso a Primera.
Toda su clase se desparram¨® cuando empez¨® a jugar como nueve. As¨ª se gan¨® un traspaso al Liverpool, donde Su¨¢rez, Sturridge y Sterling le cerraron el paso. ¡°Siempre me dice que all¨ª aprendi¨® much¨ªsimo en el d¨ªa a d¨ªa con futbolistas de ese nivel¡±, recalca Men¨¦ndez. Tampoc¨® goz¨® de oportunidades en Sevilla con Unai Emery, a pesar de que no dej¨® de aprovechar las que tuvo. All¨ª no lleg¨® a acumular mil minutos de juego, pero promedi¨® un gol cada 95 minutos y consigui¨® sus primeros tripletes como profesional, los dos al Sabadell en una eliminatoria de Copa. En ambos partidos jug¨® como un falso nueve que no ofrec¨ªa pauta a los centrales, indetectable. En esa posici¨®n dej¨® tres cuartos de hora memorables ante Argentina tres meses antes del Mundial. Pero en Rusia ni le emplearon ah¨ª ni fue titular, por m¨¢s que mejorase al equipo en todos en los partidos que le reclamaron.
La pregunta sigue sin obtener respuesta. Aspas no baja de la escalera y los t¨¦cnicos est¨¢n para tomar decisiones. En el Celta est¨¢ a punto de regresar tras lesi¨®n Maxi G¨®mez, sobre el que no caben reproches respecto a su rendimiento y punter¨ªa. ¡°Es un jugador muy importante patra nosotros¡± asume Aspas, que parece probable que no deje de moverse, tambi¨¦n en la pizarra de su entrenador Antonio Mohamed. En la selecci¨®n todo est¨¢ m¨¢s abierto. No hay un due?o claro de la plaza de delantero y s¨ª un recuerdo muy vivo del mejor tiempo de La Roja cuando el nueve no se aline¨® entre centrales.
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