El Manchester United gana en Tur¨ªn con menos que poco y castiga al Valencia

El Manchester United sobrevive en el alambre de su nader¨ªa. Plano como es, sin f¨²tbol ni chispa, en lo que va de campa?a ya ha salvado la cara varias veces en los finales de partido. Ni siquiera necesita ¨¦pica, apenas un golpe de genio o de fortuna. Ya se puede entrenar, demostrar y mercere, que el deporte es indomable e impredecible. El United gan¨® en Tur¨ªn un partido imposible de vencer con lo que expuso sobre el campo. Mal har¨ªa en darlo por bueno por m¨¢s que el milagro le deja en muy buena situaci¨®n para acceder a los octavos de final de la Liga de Campeones en detrimento del Valencia, que ante el televisor pas¨® de la esperanza al desasosiego en un final inopinado con una remontada complicada de explicar. Todo acab¨® con Mourinho sacando pecho por el triunfo, con la mano en la oreja para escuchar el silencio de la afici¨®n turinesa, que mud¨® en bronca. A ¨¦l le vale as¨ª, al United no deber¨ªa.

Porque fue una derrota dolorosa como pocas para la Juventus, que debi¨® golear, que se adelant¨® mediada la segunda parte y tuvo varias veces el descabello entre manos. No deber¨ªa de complicarle el pase a la fase eliminatoria de la Liga de Campeones, pero le ofrece una temprana advertencia que bien har¨ªa en entender. La Juventus super¨® y puso en evidencia la pobreza futbol¨ªstica del Manchester United, que es un desastre, un desperdicio de recursos en el que demasiadas cuestiones parecen equivocadas, desde el dise?o del plantel a la manera en como se gestiona. En su tercera temporada al frente del equipo Mourinho semeja amortizado, incapaz de sacarle brillo a un combo que se sumerge en la irrelevancia, lejos de la cabeza en la Premier, eliminado por un Segunda en la Copa de la Liga y comprometido en la Champions. El doble enfrentamiento con la Juventus mostr¨® que los due?os de Old Trafford est¨¢n a una distancia futbol¨ªstica sideral del equipo turin¨¦s. Pero no mostraron esa superioridad los marcadores, ni en la victoria m¨ªnima de los italianos en feudo ingl¨¦s, ni mucho menos en el duelo en las faldas alpinas. Demasiado bien parado sali¨® el Manchester United, lejos del poder¨ªo que se le supone por historia y billetera, por orgullo. Aquel equipo tantas veces indomable es ahora una nader¨ªa.

La Juventus siempre quiso dar un paso adelante. Le invit¨®, obviamente, el pobre despliegue que enfrent¨®. El United parti¨® m¨¢s avanzado de lo que lo hizo en el duelo que les enfrent¨® a ambos la jornada anterior. Salt¨® al campo tras conocer que era tercero en el grupo tras el triunfo del Valencia ante el Young Boys y acudi¨® a la presi¨®n alta, sin excesivo convencimiento ni persistencia. Le superaron sin mayores alardes y las opciones de gol no tardaron en llegar para los locales. De Gea tuvo que sacar una mano firme ante un remate de Cuadrado que envenen¨® Matic hacia su propia meta. Casi de inmediato Cristiano Ronaldo fabric¨® desde la posici¨®n de extremo diestro un remate para la llegada de Khedira, que remat¨® al palo. Al poco de inciiarse la segunda parte fue Dybala el que afil¨® el larguero con una rosca monumental.

La queja de David de Gea tras el intento del mediapunta argentina evidenci¨® que el Manchester United estaba replegado, pero no apretaba, incapaz de cerrar espacios, tibio, superado en las disputas y sin recursos para armar contras. Pogba deambul¨® por el campo. Lingard no toc¨® bola. Martial apareci¨® de inicio y sigui¨® la misma suerte y Alexis, que ejerci¨® de nueve ante la ausencia del lesionado Lukaku, se desgast¨® sin bal¨®n. Con algo menos de media hora por jugar marc¨® Cristiano un golazo que compendi¨® bastantes de sus virtudes, desmarque, codicia, hambre y golpeo. No se olvid¨® de nada Cristiano Ronaldo, que a estas altura domina la escana: mostr¨® su marcada tableta abdominal a la afici¨®n italiana y de inmediato se gir¨® hacia la inglesa para pedirle perd¨®n. All¨ª todo pareci¨® acabar porque siguieron unos minutos de aut¨¦ntico fragor de la Juventus, que debi¨® golear.

A duras penas se alz¨® el United. A cuatro minutos del final forz¨® una falta en la frontal del ¨¢rea. Mata acababa de saltar al campo, pero tom¨® la responsabilidad, afin¨® la zurda y coloc¨® la pelota en la escuadra para empatar el partido. Tres minutos despu¨¦s otra falta, esta vez lateral, propici¨® un barullo en el ¨¢rea y entre Bonucci, Pogba y Alex Sandro llevaron la pelota a la red ante el estupor de tirios y troyanos. Luego lleg¨® Mourinho para poner sello y r¨²brica.