Un touchdown para las mujeres en Espa?a
Olga Sotillo y Cristina G¨®mez son las primeras jugadoras mayores de 15 a?os que juegan en un equipo masculino de f¨²tbol americano en competici¨®n oficial
Los jugadores del equipo j¨²niorde los Black Demons, de f¨²tbol americano, se meten en el vestuario para ponerse su casco, su coraza y coger los balones en forma de huso caracter¨ªsticos de su deporte. R¨¢pidamente se dividen en dos grupos que entrenan por separado: los jugadores de ataque, que visten de blanco; y las l¨ªneas defensivas, que han salido a entrenar con la camiseta negra del equipo.
La escena no sucede en un colegio o una universidad estadounidense, sino en Las Rozas, un municipio madrile?o a escasos 30 kil¨®metros del centro de la capital. La imagen se torna m¨¢s inusual cuando Olga Sotillo, de blanco, y Cristina G¨®mez, con camiseta negra, se incorporan a sus respectivos grupos. A sus escasos 16 a?os ya han hecho historia al ser las primeras jugadoras que han podido disputar un partido oficial de f¨²tbol americano en un equipo masculino en Espa?a m¨¢s all¨¢ de la categor¨ªa cadete.
Mientras observa de cerca a G¨®mez completar ejercicios de pase y recepci¨®n, Jos¨¦ Manuel de Diego, de 49 a?os y presidente del club, explica el origen de este hito: "Nosotros lo ¨²nico que hicimos fue canalizar la demanda de ellas y de sus familias". La cuesti¨®n era compleja. En Espa?a, la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol Americano (FEFA) se rige por las normas de la Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol Americano (IFAF, por sus siglas en ingl¨¦s), que permite equipos mixtos hasta los 15 a?os. A partir de ese momento, chicos y chicas deben competir por separado.
¡°La Legends Football League es una verg¨¹enza¡±
Sotillo y G¨®mez no perdieron la ocasi¨®n de opinar sobre la Legends Football League, la competici¨®n de f¨²tbol americano donde las integrantes de los equipos son obligadas a disputar los encuentros en ropa interior: "Es una verg¨¹enza. Eso no es un deporte, es un entretenimiento", comentan. Sotillo, que, aunque no sigue esta liga con regularidad s¨ª ha podido ver alg¨²n partido, analiza: "Es una pena, porque realmente tienen jugadoras que son muy buenas, con mucho talento". Ambas reconocen que aspiran a ser jugadoras profesionales alg¨²n d¨ªa, aunque, por supuesto, vistiendo la misma ropa que visten los hombres en el f¨²tbol americano.
El poco predicamento del f¨²tbol americano femenino en Espa?a, que afecta sobre todo a las categor¨ªas inferiores, hace casi imposible armar una competici¨®n con equipos j¨²niors ¨ªntegramente compuestos por chicas, de modo que estas se ve¨ªan obligadas a abandonar la pr¨¢ctica de este deporte durante dos a?os hasta alcanzar la edad de poder enrolarse en un equipo femenino s¨¦nior. Pero Sotillo y G¨®mez no estaban por la labor de esperar tanto.
Para solucionar el problema los clubes espa?oles, con Black Demons a la cabeza, se pusieron de acuerdo para solicitar a la FEFA que se ampliaran los equipos mixtos a todas las categor¨ªas inferiores. Durante semanas entrenaron con el j¨²nior pensando que, al igual que todas sus predecesoras, pasar¨ªan los pr¨®ximos a?os condenadas a no poder jugar un partido oficial. Escasos d¨ªas antes de empezar la competici¨®n,? ?lex ?lvarez, coordinador de la cantera y jugador del primer equipo, ten¨ªa una noticia que darles. A Sotillo se le ilumina la cara cuando lo recuerda: "Ni s¨¦ explicar lo que sent¨ª cuando nos dijeron que pod¨ªamos jugar. Fue una alegr¨ªa y una emoci¨®n tremendas".
Un juego en igualdad
?La novedad, explica ?lvarez, fue asumida con naturalidad por la plantilla. "Han jugado con chicas en el equipo desde que son peque?os, para ellos es perfectamente normal". Los Black Demons no solo han incorporado las normas, la estructura, la terminolog¨ªa (las palabras para hablar de jugadas y posiciones son inglesas) y los m¨¦todos de los clubes estadounidenses, sino tambi¨¦n su cultura. "Una vez formas parte del equipo, cada uno tiene su papel y da igual si eres alto, bajo, blanco, negro, hombre o mujer. Est¨¢s en nuestra familia", comenta de Diego.
Esta forma de entender el deporte es una de las primeras cosas atrajeron a ambas jugadoras. Lo segundo fue el reto de poder poner en funcionamiento la t¨¢ctica de un juego complejo: cada acci¨®n est¨¢ recogida en el libro de jugadas y se debe ejecutar de memoria. "La gente se queda solo con los golpes del final de la jugada, pero esto es mucho m¨¢s", dice G¨®mez, que habla desde el conocimiento: act¨²a en la zona central de la l¨ªnea defensiva, el lugar donde se producen m¨¢s placajes pero, tambi¨¦n, donde es m¨¢s obligado mantener el orden t¨¢ctico para evitar la filtraci¨®n de los receptores.
No podemos estar m¨¢s orgullosos de nuestras jugadoras Cristina G¨®mez y Olga Sotillo, que se han convertido en las primeras j¨®venes en jugar un partido en la categor¨ªa junior masculino. #BeADemonhttps://t.co/tKcXbKCDKl
— LG OLED Black Demons (@BlackDemonsFA) October 30, 2018
Precisamente es el peso que tiene la estrategia en el f¨²tbol americano uno de los factores que ha favorecido tambi¨¦n que la balanza se incline a favor ampliar las categor¨ªas con equipos mixtos: "Es verdad que la evoluci¨®n f¨ªsica entre hombres y mujeres es distinta a partir de los 15 a?os. Pero es que en el f¨²tbol americano ya hay una enorme diferencia entre la fisonom¨ªa de un jugador defensivo y la de un receptor, por ejemplo. Si cada uno tiene su lugar, por qu¨¦ no ellas", dice de Diego. Jos¨¦ Manuel Mass¨®, responsable de comunicaci¨®n del club, va m¨¢s all¨¢: "En deportes como el nuestro en los que tiene tanto peso la mente y la estrategia, ?de verdad tiene sentido que hombres y mujeres compitan por separado?", se pregunta.
G¨®mez y Sotillo, madrile?as, invierten dos y cuatro horas respectivamente en ir y volver a entrenar. No lo han tenido f¨¢cil para explicar todo esto en casa. La primera llev¨® a sus padres a ver un partido de los Demons hace dos a?os, y la segunda lo intent¨® a trav¨¦s de tutoriales en internet. Tras las resistencias iniciales, su persistencia ha tenido premio: "Ahora nos dicen en casa que, si nos gusta, adelante, que sigamos jugando", coinciden ambas con una sonrisa. Las dos han ayudado a que el deporte femenino avance en Espa?a unas pocas yardas.
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