Solari recupera la metodolog¨ªa de Zidane
El argentino se distancia de la figura de estratega de Lopetegui y muestra semejanzas en fondo y forma con la idea de trabajo del franc¨¦s
El primer d¨ªa que Santiago Solari cruz¨® la puerta del vestuario del primer equipo del Real Madrid su figura no fue visualizada por sus integrantes como la de un elemento extra?o. El argentino, confirmado este martes como entrenador madridista hasta 2021, era un personaje al que se le pod¨ªa considerar como un conocido entre la plantilla, especialmente por el grupo de jugadores que se ejercita habitualmente en Valdebebas durante los parones de selecciones. Esas semanas, algunos de sus actuales pupilos ya se entrenaron a sus ¨®rdenes a tiempo parcial e incluso completo, en las jornadas que tambi¨¦n se ausentaba Zinedine Zidane.
Su reciente llegada al ecosistema del primer equipo ha provocado una sensaci¨®n similar a la que gener¨® la del franc¨¦s en 2016. Aunque los jugadores insisten en que estaban comprometidos con la idea de Julen Lopetegui, Solari ha recuperado algunos de los h¨¢bitos que m¨¢s ponderaban de Zidane y que se alejan en cierta medida de la figura del vasco, un entrenador m¨¢s estratega. Dicen fuentes del vestuario que mantienen ciertas semejanzas en el fondo y en la forma. Argumentan que, con el argentino, al igual que suced¨ªa con el franc¨¦s, no se ven obligados a tener que descifrar continuamente, como en ocasiones les ocurr¨ªa con Rafa Ben¨ªtez o el propio Lopetegui. A Solari le observan como un exjugador que no hace mucho tiempo ten¨ªa que afrontar situaciones similares a las que atraviesan ellos ahora y apuntan que existe un alto grado de reciprocidad entre todas las partes: ellos ven c¨®mo el rosarino les comprende con facilidad al mismo tiempo el grupo no tiene problemas para entenderle a ¨¦l.
Su m¨¦todo futbol¨ªstico y de trabajo se encuentra en el abanico de semejanzas observadas por los jugadores. El libreto que defiende Solari se acerca m¨¢s al del franc¨¦s que al que trat¨® de inculcar Lopetegui. Los futbolistas que han coincidido con ellos, ya sea en el filial o en el primer equipo, apuntan que, al contrario que el vasco y en concordancia con Zizou, Solari no hace tanto ¨¦nfasis en la estrategia ni en la preparaci¨®n de los partidos. En la plantilla se?alan que, hasta el momento, la planificaci¨®n ha estado basada en charlas breves, nunca superiores al cuarto de hora, en las que el t¨¦cnico se centraba en dar algunas instrucciones y en advertir de los peligros, las virtudes y el esquema del rival de turno.
La percepci¨®n de la plantilla se extiende tambi¨¦n al ¨¢mbito comunicativo. La regularidad de los mensajes y ¨®rdenes que han visto dar a Solari estas dos semanas es menor a la que planteaba Lopetegui. El argentino no es el tipo de entrenador propenso a dar instrucciones permanentemente. Cuentan jugadores de la cantera que es bastante conciso en sus indicaciones y que no suele abrumar con explicaciones ni interrumpir con regularidad las sesiones para corregir defectos o advertir de errores.
En la pizarra, ya ha dejado intuir conceptos que aplic¨® en el Castilla. El principal, que su sistema de juego predilecto es el 4-2-3-1, y que en algunos puestos exige unas cualidades y funciones espec¨ªficas. Los laterales, por ejemplo, tienen que ser profundos en ataque, por eso no tuvo dudas en colocar a Reguil¨®n en lugar de recurrir a Nacho. En el medio, escolta la figura del mediapunta con dos pivotes a los que les pide guardar la posici¨®n y aplicarse en las coberturas y las labores defensivas; y arriba, no le incordia no contar con la figura de un nueve puro, pero s¨ª prioriza la de dos extremos con desborde y desequilibro. Hasta el momento, ha recolocado a Bale en la izquierda y ha priorizado a Lucas en la derecha por delante de Asensio o Isco, su decisi¨®n m¨¢s comprometida junto con la de apartar a Keylor Navas de la Champions.
Empleado aplicado
La impresi¨®n que tienen de Solari en la primera plantilla coincide en ciertos puntos con la radiograf¨ªa personal que realizan de ¨¦l algunos de los j¨®venes que estuvieron bajos sus ¨®rdenes en la cantera. Le describen como un hombre de humor algo impredecible, pero tranquilo y correcto en el trato. Aseguran que es un tipo reservado, incluso t¨ªmido, que habituaba a intercalar repentinamente la cercan¨ªa con la frialdad en la convivencia del d¨ªa a d¨ªa. En el trabajo le observaban como un empleado aplicado. Habitualmente se hac¨ªa evidente que obedec¨ªa ¨®rdenes de los directivos del club y de Zidane.
Apuntan tambi¨¦n que tiene una marcada vocaci¨®n formativa y no esconden que hasta el final de la pasada temporada tuvieron serias dudas de que fuera a continuar al frente del Castilla. Una parte del grupo que compon¨ªan las plantillas del filial y el primer juvenil tampoco ocultan en privado su predilecci¨®n por Guti, entrenador del Divisi¨®n de Honor hasta este verano y el ¨²nico hombre que alter¨® el ¨¢nimo siempre templado de Solari.
Los movimientos que realiz¨® el canterano madridista entre enero y mayo, cuando se atribu¨ªa la condici¨®n de pr¨®ximo entrenador del Castilla, provocaron la indignaci¨®n del argentino. Poco despu¨¦s, se qued¨® perplejo cuando vio a su excompa?ero anunciar en la televisi¨®n que dejar¨ªa el Madrid si no le daban el banquillo del Castilla. Ninguno de los dos intu¨ªa entonces que el elegido por los dirigentes para el filial tardar¨ªa solo tres meses en promocionar al primer equipo.
La suerte fue para Solari, cuya llegada, a la espera de soluciones t¨¢cticas y designaci¨®n de roles, se aprecia como un d¨¦j¨¤ vu del aterrizaje de Zidane.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.