Hajduk Split, del antifascismo a una esv¨¢stica en el c¨¦sped
El equipo croata fue durante la Segunda Guerra Mundial el equipo oficial de la resistencia contra los nazis
El 7 de mayo de 1944, el Hadjuk Split entr¨® a su manera en la II Guerra Mundial. Lo hizo despu¨¦s de varios episodios de resistencia que lo convirtieron en uno de los clubes antifascistas m¨¢s selectos del mundo. Ocupado Split por el ej¨¦rcito de Mussolini, el r¨¦gimen ofreci¨® al Hadjuk participar en la serie A de la liga italiana; s¨®lo ten¨ªa que traducirse el nombre a italiano: AC Spalato. Se neg¨® a competir.
Cuando los partisanos echaron a los italianos y los nazis volvieron a ocuparla, el Hajduk sigui¨® siendo inflexible. Terminar¨ªa haciendo un viaje casi fundacional, aquel que le llev¨® a la isla de Vis, el ¨²nico territorio croata que los nazis no conquistaron, el lugar en el Adri¨¢tico en el que el mariscal yugoslavo Tito encontr¨® refugio. All¨ª se desplaz¨® la plantilla del Hajduk a resistir, primero, y combatir despu¨¦s. ?C¨®mo? Con una gira propagand¨ªstica que incluy¨® pa¨ªses del norte de ?frica y de la pen¨ªnsula ar¨¢biga. Antes, en la primavera de 1944, el Hajduk se oficializ¨® en la isla como equipo del Ej¨¦rcito de Yugoslavia; su escudo, hasta entonces ocupado por el ajedrez croata, fue sustituido por una estrella roja. Fue con la presencia de Tito y Randolph Churchill, hijo de Winston, que hab¨ªa viajado con el novelista Evelyn Waugh (su avi¨®n se estrell¨® a la vuelta: resultaron heridos).
La gira consisti¨® en 90 partidos amistosos con asistencia en los campos, como en Bari, de 40.000 personas; ese partido fue contra el Ej¨¦rcito brit¨¢nico, en el que hab¨ªa antiguos internacionales ingleses y escoceses: los de Dalmacia perdieron por cinco goles. Fue una de sus derrotas m¨¢s sonadas, pero en total ganaron 74 partidos, incluido el ¨²ltimo de todos en L¨ªbano, donde el general Charles de Gaulle les otorg¨® el t¨ªtulo de equipo de honor de la Francia Libre. Se hac¨ªan llamar Hajduk JA (por las siglas del Ej¨¦rcito Yugoslavo) y fueron utilizados por los aliados como elemento propagand¨ªstico de primer orden. Tito, al acabar la guerra, los invit¨® a asentarse en Zagreb, propuesta declinada por el club.
Hajduk, el nombre propuesto en 1911 por cuatro amigos que fundaron el club, hunde sus ra¨ªces en el siglo XVII; una suerte de bandidos que resist¨ªan a la invasi¨®n otomana y que ten¨ªan el benepl¨¢cito de los ciudadanos: una edulcorad¨ªsima versi¨®n de lo que para unos eran forajidos y asesinos y, para otros, robinhoods. En cualquier caso, en 1950, despu¨¦s del maracanazo y entusiasmados por la pasi¨®n desbordante de la afici¨®n brasile?a, dos soldados yugoslavos crearon Torcida Split, el primer grupo ultra del mundo. ?Explica la degeneraci¨®n de los m¨¢s radicales que, sesenta a?os despu¨¦s de ser un s¨ªmbolo antifascista, en las gradas del Hajduk se coreen consignas ultranacionalistas y en el c¨¦sped de su estadio apareciese hace tres a?os la sombra del dibujo de una esv¨¢stica en un Croacia-Italia?
¡°No negar¨¦ que la extrema derecha campe por sus respetos entre estas aficiones¡±, dice el periodista ?lvaro ¡®Coraz¨®n Rural¡¯, conocedor de la historia y el f¨²tbol balc¨¢nicos, ¡°pero hay que tener en cuenta que de detalles como la esv¨¢stica gigante que apareci¨® en el c¨¦sped se dijo que podr¨ªa tener m¨¢s que ver con el conflicto que tiene la hinchada croata radical con los mandamases del f¨²tbol, porque los clubes siguen siendo p¨²blicos y hay operaciones oscuras, comisiones y denuncias de corrupci¨®n. Con esa esv¨¢stica, al igual que cuando se lanzaron bengalas en la Eurocopa de Francia, podr¨ªan buscar que se suspendiera a la selecci¨®n para perjudicar al establishment que domina su f¨²tbol¡±. Algo que representa la traici¨®n a los ideales con los que el club se hizo respetar cuando Europa estaba amenazada por el mismo fascismo que se exhibe ahora en su estadio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.