La pretemporada de Griezmann

La hegemon¨ªa de Messi y Cristiano Ronaldo como los dos grandes dominadores individuales del f¨²tbol mundial en la ¨²ltima d¨¦cada ha estado marcada por una medici¨®n que convert¨ªa en incuestionable su distanciada supremac¨ªa sobre el resto de jugadores: el aplastante n¨²mero de partidos en los que resultaban determinantes. Desde que su decisi¨®n de permanecer en el Atl¨¦tico le convirti¨® en el segundo mejor jugador pagado de LaLiga, tras Messi, ese term¨®metro tambi¨¦n pende sobre Antoine Griezmann.

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Campe¨®n del mundo y aspirante al Bal¨®n de Oro, su temporada a¨²n no justifica su intento por abordar la mesa de Cristiano y Messi definitivamente. Tampoco el desequilibrio en la masa salarial que ha generado en el vestuario su suculenta renovaci¨®n. Griezmann est¨¢ ante una campa?a con un contexto complejo para su figura. Por un lado, debe convivir con la exigencia de justificar sus emolumentos y por otro, con el clima interno que estos han generado.

En lo que va de curso, en el Atl¨¦tico han observado a un jugador m¨¢s alineado con el club, implicado en algunas consultas estrat¨¦gicas y con la jerarqu¨ªa reforzada en el vestuario ante su nombramiento como tercer capit¨¢n. Tambi¨¦n se aprecia que siga defendiendo su condici¨®n de ser la ¨²nica gran vedette del f¨²tbol mundial que corre hacia atr¨¢s. La dirigencia se toma con l¨®gica resignaci¨®n la oleada de demandas de mejoras de sueldo levantada por el sobreesfuerzo realizado para que este s¨¢bado Griezmann pise el Metropolitano como local en vez de como visitante azulgrana. La propiedad, los directivos, y tambi¨¦n Diego Pablo Simeone, eran conscientes de que ese problema estar¨ªa encima de la mesa desde el momento en el que se firm¨® el millonario acuerdo. La primera gran derivada ha sido no poder ofrecerle a Jan Oblak, por el momento, todo lo que pide. Tampoco contentar a Diego Costa ante el intento de su agente, Jorge Mendes, que en el momento soliviant¨® mucho a la propiedad. La ansiada permanencia de Griezmann ha llevado al l¨ªmite de gasto unas cuentas que ya daban s¨ªntomas de ir muy ajustadas con la construcci¨®n del nuevo estadio y el progresivo aumente de los salarios del plantel, en paralelo con el crecimiento deportivo experimentado.

Hasta ahora, el retorno deportivo de la fuerte apuesta econ¨®mica que supuso la permanencia de Griezmann ha sido la de un futbolista intermitente que ha sido m¨¢s resolutivo en la Champions, tres goles y una asistencia en cuatro partidos, que en la Liga, tres tantos y tres pases de gol, pero en doce encuentros.

Sin continuidad

En el Atl¨¦tico esperan su mejor versi¨®n a la vuelta del par¨®n navide?o. Ahora ven a un jugador que a¨²n sufre f¨ªsicamente en los partidos al estar terminando su pretemporada particular por lo que supuso competir hasta el final el Mundial. El viernes se retir¨® antes de terminar el entrenamiento acompa?ado de un fisioterapeuta. Con solo cuatro d¨ªas de preparaci¨®n antes de empezar a competir en la Supercopa de Europa, se le ha dise?ado un plan que ha entrado en su fase final en la que se combina la competici¨®n con el intento por aumentar la resistencia y la velocidad de movimientos. Entienden en el club que el jugador ha sobrevivido a los tres primeros meses de competici¨®n y ha podido ser decisivo en algunos encuentros gracias a su clase. El Atl¨¦tico tiene el m¨¦rito de poder asaltar hoy el liderato sin haber contado a¨²n con el mejor Griezmann. A¨²n no ha logrado enganchar m¨¢s de dos buenos partidos seguidos.

A caballo entre jugar en l¨ªnea con Diego Costa y retrasarse a la mediapunta, Griezman ha ido tratando de afilarse poco a poco. Sin desconectarse del ataque, siempre en movimiento para generar huecos o recibir en sus actuaciones, s¨ª se ha visto un intento por reforzar la idea del jugador selectivo y concreto que debe ser en un equipo entrenado por Simeone. Sus repetidos giros de cuello de un lado a otro para tener controlado lo que sucede delatan que le ha calado muy hondo la idea del preparador argentino de que no hay espacios en el f¨²tbol que no sirvan para algo.

En encuentros en los que no ha estado brillante, como le sucedi¨® en algunos del Mundial, Griezmann se ha ofrecido m¨¢s para dormir el juego con el marcador a favor en los minutos finales. No deja de ser curioso que en esos tramos sea donde m¨¢s contacto con el bal¨®n pretende tener y tiene. Cuando el marcador est¨¢ igualado, su contacto con la pelota casi siempre es menor.

Las aspiraciones del equipo pasan porque de esa pretemporada emerja cuanto antes ese jugador que en el club consideran que atrae a los aficionados de todo el planeta por ser de los distintos con el bal¨®n. Y tambi¨¦n porque su imagen de chico que se divierte en los partidos y es gamberrillo en el d¨ªa a d¨ªa tiene un retorno que ha potenciado la presencia del Atl¨¦tico de Madrid en los pa¨ªses franc¨®fonos.

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