Europa alivia al Real Madrid
El Real, ya clasificado antes de jugar, cambia de actitud respecto a Ipurua, expone al mejor Llorente que se ha visto y supera a una Roma que fall¨® un gol incre¨ªble y luego regal¨® otro a Bale
Para este Real Madrid de congojas y tiritonas, en Roma todo fueron alivios. Sali¨® de Italia ya clasificado para octavos como primero de grupo. De paso, emergi¨® el mejor Llorente que se ha visto por el primer equipo y advirti¨® la plena recuperaci¨®n de alguien con la pujanza de Carvajal. Y no fue menor el partido de Lucas y el carrete final para novatos como Valverde y Mariano.
Tras el descarrile de Eibar, en Roma, con otra actitud, todo le fue de cara. Antes y durante el partido. En la previa ya supo que el CSKA hab¨ªa pegado un petardazo con el Viktoria Pilsen, lo que daba la clasificaci¨®n autom¨¢tica a los blancos. Y antes del calentamiento, otro respiro: Dzeko, pu?al romanista en ataque, no estaba entre los reclutados por molestias f¨ªsicas. Para este Madrid tan an¨®malo, todo desahogo es poco. Al menos mientras Solari intenta dar con el formato adecuado.
En el olimpo romano, el t¨¦cnico argentino puso en marcha otra contrarreforma. Por un lado, sac¨® del pozo a Llorente, un fantasma para Zidane, Lopetegui y, hasta esta cita, para el propio Solari. Y otra decisi¨®n contundente: Isco, jugador que se ten¨ªa por medular en este equipo, fue degradado ¡ªde la suplencia de las ¨²ltimas jornadas a la grada¡ª.
Sin Casemiro, Llorente fue el mejor Casemiro posible. Al ancla de Solari, el canterano respondi¨® con el aplomo categ¨®rico que se le hab¨ªa visto en el Alav¨¦s. Ni rastro de ese futbolista apocado en sus infrecuentes ratillos con el Madrid. En Roma, Llorente par¨®, templ¨®, tir¨® de pico y pala y siempre fue una soluci¨®n, nunca un problema. Sin Isco, y con Asensio de nuevo cortado, el Madrid fue un equipo m¨¢s sim¨¦trico, con Lucas al tajo, comod¨ªn en ataque y en defensa. Sin embargo, tan confuso anda este Real que ni siquiera con la consistencia de Llorente, Lucas y el reaparecido Carvajal fue un equipo cuajado, arm¨®nico hasta que la Roma le obsequi¨® con el primer gol.
Es un Madrid que a¨²n se busca. Como s¨ªntoma, Courtois. El belga lo mismo patea al cielo, que se compromete al juego corto. El Real hace la goma, lo mismo se estira que se encoge. De esa indefinici¨®n casi saca provecho la Roma en su ¨²nico asedio de la noche. A la media hora, en una jugada con varias derivadas, Varane, Carvajal y Courtois sucesivamente evitaron el tanto local. Una jugada cerrada con ob¨²s de Kolarov. En la colonia de Olsen solo hab¨ªa referencias de un disparo de Modric y alguna aventura del omnipresente Kroos.
Con el partido trabado, sin gobierno, y condicionado por un c¨¦sped selv¨¢tico, otro consuelo hizo girar el duelo del lado visitante. En el ¨²ltimo parpadeo del primer acto, ?nder fall¨® el gol de su vida, un gol parvulario. Carvajal se enred¨® con un taconazo, Zaniolo asisti¨® a ?nder y el chico se vio ante una porter¨ªa sin portero u otros centinelas, y a un pie de la raya de gol. El turco mand¨® la pelota al cuarto anfiteatro. Hab¨ªa un descanso por medio, pero tan sonados dej¨® la acci¨®n a los muchachos de Di Francesco, que de vuelta de la tregua todo conspir¨® en su contra.
Error y cambio de direcci¨®n
Fazio forz¨® una cesi¨®n a su guardameta y el sueco dispar¨® al aire. El viento fren¨® el despeje, con el bal¨®n congelado en las alturas, y el argentino Fazio cometi¨® una pifia. Su cesi¨®n de cabeza a Olsen fue en direcci¨®n a Bale, que estamp¨® el gol y dej¨® la primera evidencia de que estaba en Roma. Nada se hab¨ªa sabido del gal¨¦s hasta entonces. Para descorche madridista, al menos Bale no fue ?nder. Antes de dar con el juego, el Madrid ya hab¨ªa dado en la diana.
El emboque del brit¨¢nico cambi¨® el choque por completo. La Roma, que tampoco est¨¢ para un do de pecho, se fundi¨®, convertida en una escuadra destartalada. El gol le supuso una pu?alada y el Madrid encontr¨® horizontes por todos los rincones del Ol¨ªmpico. Una gozada para Bale, con sus piernas de jamaicano. Una suerte para Marcelo, al que siempre le fue m¨¢s la marcha ofensiva. Al partido de puertas abiertas hacia Olsen se sumaron Kroos ¡ªfebril toda la jornada¡ª y Modric. Y, por supuesto, Lucas, autor del segundo tanto, estupendamente asistido por Benzema.
De alivio en alivio, el Madrid sac¨® la cadena a la Roma, encontr¨® la forma de reanimarse tras el varapalo de Ipurua y despej¨® su tr¨¢nsito en la Liga de Campeones hasta los octavos de final. En Europa ya ha despejado el camino. Ahora le toca dar con la senda adecuada en la Liga, donde el tiempo apremia.
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