Ter Stegen, pies torcidos y manos firmes
El portero del Barcelona alterna en el PSV Stadium pifias en la salida del bal¨®n con paradas de tremendo m¨¦rito
Despu¨¦s de una p¨¦rdida calamitosa ante el Celta, hace dos a?os ya, Ter Stegen sali¨® a la palestra para pedir perd¨®n porque su despeje rebot¨® en el cuerpo del Tucu Hern¨¢ndez y de ah¨ª se meti¨® en la porter¨ªa. Pidi¨® hora tambi¨¦n con Dela [Jos¨¦ Ram¨®n de la Fuente, el preparador de porteros] para revisar la jugada, cara hasta el punto de que impidi¨® la remontada azulgrana. Aunque, semanas m¨¢s tarde, advirti¨® que no pensaba cambiar su juego pero s¨ª medir m¨¢s el riesgo de los pases. Cumpli¨® porque no ha contado otro desaguisado igual, acaso una pelota que se le escap¨® de las manos hace poco ante el Sevilla. Pero en el PSV Stadium, sin embargo, sin una salida clara desde la ra¨ªz, a punto estuvo de repetir error por partida doble.
No fue porque no se tomara en serio el calentamiento, tan exigido como aplaudido por Dela y por el portero del filial I?aki Pe?a [Cillessen est¨¢ lesionado]. Ataj¨® todo y m¨¢s, como hiciera en el partido porque sum¨® ocho paradas tras 24 remates (cifras m¨¢s abultadas en esta Champions). Pero el problema no estaba por arriba sino por abajo, toda vez que no ten¨ªa opciones de jugar en corto. Valiente el PSV en el acoso avanzado, siempre con una presi¨®n al hombre, hac¨ªa que los delanteros y medios encimaran a su pareja de baile a excepci¨®n de Rosario, que le dejaba un par de metros a Rakitic para recibir. Pero no para girar. As¨ª, tras dos robos a pies de Rakitic, De Jong arm¨® la pierna. Un disparo se qued¨® a medio camino; y el otro, que ven¨ªa precedido por un pase imprudente de Ter Stegen, lo escupi¨® el poste. ¡°Nos han generado inseguridad al inicio porque se han animado y han creado un par de ocasiones peligrosas¡±, dijo Valverde, que prosigui¨®: ¡°Siempre intentamos sacar la pelota jugada y arriesgamos mucho en la salida. Los errores se ven m¨¢s en el portero, pero Marc es un seguro y le pedimos que arriesgue, por lo que no nos vamos a quejar cuando cometa un error¡±.
Ter Stegen, sin embargo, no solo es un portero de pies como ¨¦l mismo defiende. Por lo que se subray¨® por dos ocasiones en las jugadas de estrategia rival. Primero con una falta frontal que ejecut¨® con picard¨ªa Gast¨®n Pereiro, por encima de la barrera pero tambi¨¦n a la manopla del portero tras una pl¨¢stica estirada. Pero la palomita ¨¦pica lleg¨® despu¨¦s. Era una falta lateral y antes de que la sacaran, Ter Stegen ya daba botes para activarse. El centro de Hirving fue al segundo palo, donde remat¨® De Jong y estrell¨® el bal¨®n en el larguero, y el rechazo, casi en la l¨ªnea de gol, le cay¨® a Bergwijn, que puso el pie y la alegr¨ªa en el estadio porque se cant¨® gol. Antes de tiempo porque el meta desbarat¨® la ocasi¨®n tras corregirse a contrapi¨¦. ¡°Lo hemos hecho bien en la presi¨®n y en el ataque, pero nos ha faltado suerte y estaba Ter Stegen los bajo palos¡±, se lament¨® Van Bommel.
Nada vari¨® en el segundo tiempo porque Lozano estuvo a punto de sisarle la pelota a Ter Stegen en la presi¨®n, un susto que no acab¨® en gol porque el rechazo, al contrario que con el Tucu, se march¨® hacia un lado. As¨ª, el meta cont¨® sobresaltos pero no errores definitivos a cambio de varias palomitas de m¨¦rito, como un postrero mano a mano ante Lozano. Aunque nada pudo hacer ante el remate perfecto de De Jong de cabeza. Pero con Ter Stegen en forma hay una ley repetida en el Bar?a porque Messi no perdona, al menos si dispone de varias. Ante el PSV lo prob¨® en cuatro ocasiones antes de hacer diana y resolver un encuentro que pudo complicar Ter Stegen pero que arregl¨® a tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.