El Eibar, de pueblo y a mucha honra
El club, de una poblaci¨®n de apenas 27.000 habitantes, funciona como una familia y mantiene muchas costumbres de sus tiempos fuera de la ¨¦lite
En 1919, meses despu¨¦s del final de la I Guerra Mundial, las f¨¢bricas de armas de Eibar entraron en crisis. Se acabaron los pedidos, se acumularon los stocks, pero casi ninguna cerr¨®. La de Beistegui Hermanos (BH), Garate Anitua y Orbea se transformaron en f¨¢bricas de bicicletas; Olave y Solozabal pas¨® de los fusiles al material de oficina, y Alfa comenz¨® a fabricar m¨¢quinas de coser.
Un pueblo peque?o (27.000 habitantes) y emprendedor; el primer lugar donde se proclam¨® desde el balc¨®n del ayuntamiento la Rep¨²blica de 1931. Desde all¨ª, en la plaza Unzaga, saludaron hace cinco a?os los jugadores que lograron el ascenso a Primera Divisi¨®n, en lo que daba la sensaci¨®n de ser un paso ef¨ªmero por la m¨¢xima categor¨ªa. Y ah¨ª siguen.
¡°Disfrutamos como cochinos en un patatal¡±, asegura Mateo Guilabert, 89 a?os, periodista, que sigue al Eibar desde categor¨ªa regional, ¡°cuando escrib¨ªamos las cr¨®nicas apoyados en una barandilla porque en Ipurua no hab¨ªa asientos¡±. Cuando se jubil¨®, el club le concedi¨® la insignia de oro y le asign¨® una cabina de prensa a su nombre. ¡°Pero cuando ascendimos a Primera, y no hab¨ªa suficientes, se la ced¨ª a los de Radio Nacional, donde trabaj¨¦ durante muchos a?os¡±.
Guilabert, que califica de ¡°maravilla de las maravillas, que recordaremos siempre¡±, la victoria del Eibar contra el Real Madrid el pasado s¨¢bado (3-0), cree que ¡°las cosas se est¨¢n haciendo bien¡±. ¡°De hecho¡±, a?ade, ¡°se han hecho bien casi siempre, sabiendo qui¨¦nes somos y d¨®nde estamos en cada momento. Siempre ha sido un club muy cercano, muy familiar, y aunque ha crecido much¨ªsimo en Primera, sigue si¨¦ndolo¡±.
11.000 accionistas de 69 pa¨ªses
Eibar es un municipio de la provincia de Guip¨²zcoa, pertenece a la comarca del Bajo Deva. Tiene una extensi¨®n de 24,78 km? y 27.500 habitantes.
Hist¨®ricamente, la actividad econ¨®mica principal de la ciudad ha sido la manufacturaci¨®n del hierro, que dio lugar a una pujante industria armera.
El presupuesto de la SD Eibar para la temporada 2018-2019 asciende a 49 millones de euros, el m¨¢s elevado en sus 78 a?os de historia.
El club armero tiene m¨¢s de 11.000 accionistas de 69 pa¨ªses distintos.
En su trayectoria deportiva cuenta con 28 temporadas en Tercera Divisi¨®n, 7 en Segunda B, 26 en Segunda y 5 en Primera. El 25 de mayo de 2014, el club se convirti¨® matem¨¢ticamente en equipo de Primera Divisi¨®n para la temporada 2014-2015 tras vencer al Alav¨¦s (1-0). En su estreno en la m¨¢xima categor¨ªa finaliz¨® 18?, pero el Elche fue descendido por sus problemas econ¨®micos y el Eibar conserv¨® la categor¨ªa.
El Estadio Municipal de Ipurua, con capacidad para 7.152 espectadores, fue inaugurado en 1947.
Y es que, ¡°no tiene por qu¨¦ ser de otra manera¡±, apunta la presidenta del Eibar, Amaia Gorostiza, que el s¨¢bado tuvo a su lado a Florentino P¨¦rez en el peque?o palco de Ipurua. ¡°Lo uno no quita lo otro. Que el club se est¨¦ gestionando de una manera profesional, y creo que eficaz, no significa que tengamos que perder esa cercan¨ªa con la gente: con los empleados, jugadores o t¨¦cnicos, ni con la afici¨®n y el pueblo¡±.
De la misma manera admite que ¡°ser peque?o no significa que se hagan mal las cosas. Cualquier empresa grande de Eibar ha partido, en principio, de un peque?o taller, y ha ido creciendo. Est¨¢ claro que nunca podremos llegar a la dimensi¨®n de otros clubes que por poblaci¨®n y repercusi¨®n son inalcanzables¡±. Pero se les puede ganar en el c¨¦sped. ¡°Dentro de nuestras posibilidades, procuramos hacerlo lo mejor posible¡±, a?ade la presidenta
De hecho, en la Sociedad Deportiva Eibar, convertida desde hace cuatro a?os en sociedad an¨®nima, por exigencias de la Ley del Deporte, siempre intentaron actuar as¨ª. El r¨¢pido ascenso de Segunda B a Segunda, y luego a Primera, cont¨®, entre otros factores, con el ajuste en los asuntos econ¨®micos, tal vez familiar pero muy eficaz. ¡°A m¨ª me dec¨ªan los jugadores que ven¨ªan que tal vez no se ganara tanto como en otros clubes, pero se cobraba todos los meses, y eso es muy importante¡±, afirma ?ngel Zapico, el utilero del Eibar, que ha cumplido ya las bodas de oro (50 a?os) en el club. Recuerda que estuvo en el partido de inauguraci¨®n de Ipurua, en 1947. Ha sido directivo, empleado, entrenador ocasional y ahora se encarga del material. Es asturiano, pero lleva toda la vida en el valle del Deba. ¡°El Eibar es una familia, y aunque ha crecido, sigue siendo lo mismo de siempre. La cercan¨ªa con los jugadores, con la presidenta, con la afici¨®n, no ha cambiado. Sigue sin haber distancias¡±. Para Zapico, ¡°no es lo mismo viajar a M¨¢laga en autob¨²s que ir y volver en avi¨®n a un partido, pero la esencia sigue siendo la misma. Es el Eibar que yo conoc¨ª hace 50 a?os, pero m¨¢s grande¡±.
?ngel come en el txoko del campo de Ipurua tres d¨ªas a la semana. El txoko es uno de los centros de relaci¨®n social en el Pa¨ªs Vasco, y en el club lo saben. Se sienta a la mesa con varios utileros m¨¢s, con fisios, con empleados de las oficinas, con entrenadores de los equipos filiales y con los futbolistas del primer equipo. Aunque para los jugadores s¨®lo es obligatorio hacerlo en la v¨ªspera de los partidos, algunos acuden all¨ª incluso en sus d¨ªas libres. Se sirven en el bufet. Piden a las cocineras los platos calientes, se preparan el caf¨¦ en la m¨¢quina italiana ellos mismos y, al acabar, recogen los platos, los llevan al fregadero, sacuden el mantel y lo meten en el cesto de la ropa sucia. ¡°Yo he estado varias veces all¨ª, y creo que el txoko ayuda mucho a hacer grupo¡±, asegura el exportero Jos¨¦ Ignacio Garmendia, uno de los emblemas de la historia del club, en el que jug¨® 19 temporadas, la mayor¨ªa de ellas en Segunda Divisi¨®n, sin abandonar el trabajo en su carnicer¨ªa de Billabona, a 46 kil¨®metros de Eibar. ¡°Ten¨ªa miedo de que, al ascender a Primera, el Eibar perdiera parte de sus valores, pero no ha sido as¨ª. Estoy tranquilo. Desde el club se siguen transmitiendo igual que cuando yo jugaba¡±.
Garmendia afirma que ¡°en lo fundamental es lo mismo: un club sensato, humilde, que cae bien y que hace bien las cosas. En el campo son once contra once, como siempre, pero ha cambiado Ipurua, las instalaciones, el entorno se ha profesionalizado, y eso est¨¢ bien. El cambio es total. Antes hab¨ªa dos empleados y ahora hay un enorme equipo de trabajo¡±.
En las oficinas del Eibar trabajan ahora 15 personas, m¨¢s otras cinco en tareas de mantenimiento, sin contar el equipo de gente que acompa?a a los futbolistas en el d¨ªa a d¨ªa. En Ipurua, un d¨ªa de partido, se juntan cerca de 100 personas trabajando para que todo salga bien. ¡°Y sale, porque se hacen las cosas bien¡±, dice Garmendia. ¡°Veo que la presidenta transmite sencillez y sentido com¨²n. El Eibar es un club peque?o y a nadie se le va la cabeza pensando en otras cosas que no sean dejar a tres equipos por detr¨¢s para evitar el descenso a Segunda, lo que ser¨ªa una presi¨®n insana. La tranquilidad es fundamental, y eso se transmite¡±.
Frente al txoko de Ipurua, al otro lado de la carretera que asciende al puerto de Elgeta, el delegado del equipo, Germ¨¢n Andueza, se toma un caf¨¦ en la Bolera, justo bajo el viaducto de la autopista AP8. Lleva m¨¢s de 15 a?os siendo el hombre tranquilo del Eibar, el que no se altera por una decisi¨®n arbitral. ¡°Es cierto que ahora los jugadores tienen m¨¢s exigencias que antes no ten¨ªan, y hay m¨¢s trabajo, porque hay que conseguirles visados, buscarles piso, pero en el fondo el Eibar sigue siendo el mismo club en el que yo empec¨¦¡±.
Sostiene Andueza que para ¨¦l es incluso m¨¢s sencillo: ¡°En Segunda B organizabas el viaje, buscabas los hoteles; restaurante para comer y para cenar por el camino. Ahora, muchas veces, se viaja en el d¨ªa y se cena en el autob¨²s del estadio al aeropuerto¡±. Pero no cambia el modelo Eibar. ¡°El club es un reflejo de la ciudad, llena de emprendedores y empresas que tratan de prosperar. Es como una empresa familiar. Yo a los jugadores les trato como si fueran mis hijos, y con los dirigentes es lo mismo. Antes eran directivos, ahora son consejeros, pero el trato es de t¨² a t¨² con ellos¡±.
El Eibar es un club peque?o, gestionado a su medida para poder competir con los grandes expresos europeos. ?Cu¨¢l es su fecha de caducidad? Nadie lo sabe: ¡°Somos una ciudad peque?a, de 27.000 habitantes. Cuando ascendimos a Primera todos pens¨¢bamos que ser¨ªa una aventura ef¨ªmera, que conocer¨ªamos la categor¨ªa y despu¨¦s, por l¨®gica, volver¨ªamos a Segunda, pero aqu¨ª seguimos¡±, presume Andueza, el delegado de un equipo y de un club que son de pueblo a mucha honra.
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