Tiempo para Demb¨¦l¨¦ y Piqu¨¦
El Barcelona mejora sus prestaciones y abate a un romo Villarreal con un partido completo del central en las dos ¨¢reas y las apariciones del extremo franc¨¦s
El protagonista del Bar?a se llama Ousmane Demb¨¦l¨¦. Avanza el calendario y la noticia de la jornada, y tambi¨¦n la de entre semana, contin¨²a siendo desde el primer d¨ªa el 11 del Barcelona. A veces marca un gol decisivo, en ocasiones llega tarde al entrenamiento, a menudo, es aconsejado y hasta reprendido por sus compa?eros ante su falta de responsabilidad y en muchos momentos se muestra tambi¨¦n certero en la toma de decisiones, como sucedi¨®, por ejemplo, este domingo ante el Villarreral.
No se sabe muy bien todav¨ªa si es bueno o malo que las c¨¢maras se posen en Demb¨¦l¨¦. Hay quien sostiene que a m¨¢s intervencionismo del delantero, peor es el juego del Bar?a. La tesis no se puede aplicar al encuentro con el Villarreal. No jugaron mal los azulgrana, tampoco muy bien, condicionados por el selectivo intervencionismo de Messi, golpeado y hu¨¦rfano de Luis Su¨¢rez, y aliviados por la determinaci¨®n y desequilibrio de Demb¨¦l¨¦ y la omnipresencia de Piqu¨¦. El central cerr¨® a cal y canto su ¨¢rea y marc¨® las diferencias en la adversaria hasta que sali¨® Ale?¨¢ y le tir¨® un buen desmarque a Messi para el 2-0.
Aunque las sensaciones en Eindhoven fueron tan negativas como las cifras, especialmente en cuanto a los remates concedidos (24) y balones perdidos (106), m¨¢s que en ning¨²n partido del Bar?a, Valverde insisti¨® ante el Villarreal con la misma alineaci¨®n que form¨® ante el PSV. El margen de maniobra del entrenador es escaso por las muchas lesiones, alguna capital como las de Arthur o Luis Su¨¢rez. La mirada del Txingurri, sin embargo, es igualmente corta, no alcanza hasta la Masia, una f¨¢brica de volantes como Ale?¨¢, jugadores con una buena l¨ªnea de pase que ayudan a coser a un equipo con tendencia a partirse cuando enfrenta a equipos que intercambian golpes en la Liga o la Champions. No fue el caso del Villarreal; mejor¨® el Bar?a.
A falta de centrocampistas con hilo de juego, el partido se convirti¨® en un duelo de extremos: Chukwueze se arranc¨® con un sobrero ante Alba y un cambio de ritmo frente a Lenglet mientras Demb¨¦l¨¦ regateaba sin parar, y a veces tambi¨¦n sin moverse, muy pendiente de Messi. Muy junto, el Villarreal se aplic¨® sobre el 10, reducido, absorbido y a menudo abatido, la mejor manera de que los azulgrana no tengan oportunidades ni siquiera cuando la presi¨®n es alta y buena como ocurr¨ªa en el Camp Nou. A pesar de la dificultad por dar con el marco de Asenjo, falto de profundidad y de remate, el Bar?a dominaba, mejorado tambi¨¦n en defensa despu¨¦s de un tiro al palo de Gerard.
A rebufo de Demb¨¦l¨¦, el Barcelona gan¨® el bal¨®n y el campo, siempre intenso y concentrado, y acab¨® por arramblar al Villarreal. Aparec¨ªa m¨¢s a menudo Coutinho, empezaba a llegar Jordi Alba y persist¨ªa Piqu¨¦ mientras Messi remit¨ªa en su f¨²tbol, dolorido por las faltas t¨¢cticas y por alguna patada como la que le dio Caseres. Hab¨ªa que abrir el juego por las bandas ante las limitaciones propias y del contrario y Demb¨¦l¨¦ sostuvo a su equipo hasta el 1-0. El franc¨¦s sac¨® un c¨®rner con la derecha, el rechazo volvi¨® a sus pies y su segundo centro, ahora con la izquierda, lo cabece¨® Piqu¨¦. La jugada resumi¨® el paisaje del estadio: el encuentro pertenec¨ªa a Demb¨¦l¨¦ y a Piqu¨¦.
La buena din¨¢mica de juego azulgrana se rompi¨® a la salida del descanso cuando la afici¨®n no paraba de mirar a Messi. No se sab¨ªa muy bien si estaba tocado o malhumorado, poco participativo, cabizbajo y expectante con el empuje del Villarreal. El 10 no fallaba un pase, vigilado por los centrales de Calleja. A cambio, no tomaba riesgos, como si se supiera limitado, descansado porque no se rend¨ªa Demb¨¦l¨¦. El equipo, sin embargo, retroced¨ªa, falto de oxigeno y de luz, tan acosado por el rival que a Valverde no le qued¨® m¨¢s remedio que intervenir: Ale?¨¢ sustituy¨® al inocuo Vidal. El chileno no sabe a¨²n cu¨¢l es su rol en el Bar?a. A Ale?¨¢, en cambio, le sobraron minutos para meter un buen gol, asistido por Messi, feliz porque por fin tuvo un jugador a quien meterle un pase genial, m¨¢s a gusto como segundo delantero que como falso 9. La jugada har¨¢ pensar a Valverde.
No necesit¨® m¨¢s el Bar?a en un partido m¨¢s de entretiempo amenizado por Demb¨¦l¨¦.
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