Pau Gasol y Tokio 2020, ?la propina del concierto?

Estimado Moncho*:

Cuando volvamos a coincidir, nos har¨¢ gracia comentar la historia de Lady Blunt. Resulta que unas fechas antes de la conversaci¨®n que tuvimos a finales de 2011, en una de las aulas del INEF de Madrid, este ¡°raro viol¨ªn¡± con un nombre tan aristocr¨¢tico hab¨ªa sido el objeto m¨¢s codiciado en su especie; lo hab¨ªan vendido por 16 millones de d¨®lares (diecis¨¦is, qu¨¦ casualidad), y los beneficios de la venta fueron donados a causas sociales.

Se me ocurri¨® abrir de nuevo el documento de aquella charla, porque aquel d¨ªa te pedimos como ep¨ªlogo que nos definieras a Pau Gasol, y todav¨ªa guardo escrita la respuesta: ¡°Es una obra de arte de la que te quieres apropiar. Es una manifestaci¨®n art¨ªstica de primera calidad, ¨²nica. Es un Stradivarius¡±.

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No s¨¦ si estar¨¢s de acuerdo conmigo, pero todas las noticias que nos llegan ¨²ltimamente de nuestro ¡°raro viol¨ªn¡± tienen el l¨®gico sabor de la incierta propina en el concierto. Una fractura en un pie no se cura igual con 38 a?os que con 25, y hace bien en no poner fecha a su reaparici¨®n.

Por eso me ha sorprendido mucho la inesperada perla que nos ha dejado Sergio Scariolo en la entrevista concedida a este diario. Le pregunta el periodista por el recambio generacional. Y aqu¨ª te dejo la respuesta. ¡°(¡­) Juan Carlos Navarro ha sido realmente un jugador capaz de caracterizar una ¨¦poca y preparamos su salida incorporando piezas, cambiando roles y dando galones a otros. Luego saldr¨¢ Pau, ojal¨¢ tras los Juegos de 2020 como esperamos todos¡­¡±. T¨² que conoces a Sergio mucho mejor que todos los que puedan acceder a esta carta, ?cree que esta ¨²ltima frase es simplemente el cebo de un inteligente director de orquesta para que a nadie se le ocurra devolver los abonos de los dos pr¨®ximos festivales (Mundial y Juegos Ol¨ªmpicos), o nos estamos perdiendo algo?

Porque si una cosa ha marcado la carrera de Pau es su imbatible capacidad para responder con la nota m¨¢s afinada en cada concierto. Hagamos algo de memoria sobre sus momentos estelares ?C¨®mo se debe tocar en un horrible equipo de la NBA, reci¨¦n aterrizado como estrella del draft a los 21 a?os? Asegurando 20 puntos y 10 rebotes por noche, y dej¨¢ndose ver en los highlights lo m¨¢s posible. ?Y si la orquesta son los Lakers? Entonces hay que hacerse el mejor amigo de Kobe Bryant, asegur¨¢ndole de nuevo la confianza en su capacidad de solista, extraviada por culpa del envidioso Shaquille O¡¯Neal. ?Y si tus compa?eros se quedan sin ti el d¨ªa antes de la final de un Mundial? Pues esa misma noche se empieza a ensayar una nueva partitura inspirada en la historia del Cid Campeador, porque Pau tambi¨¦n juega. Es evidente que un instrumento con esa capacidad de dar siempre la respuesta adecuada, sin apenas otro borr¨®n que el fallido Mundial 2014, es el sue?o de cualquier director de orquesta.

Y entonces es necesario acudir al paralelismo que trazaste nada m¨¢s empezar la conversaci¨®n entre nuestro deporte y la vida. ¡°El baloncesto ¡ªnos dijiste¡ª es un juego con una escenograf¨ªa estimulante, puesto que cabe entero en la pantalla del televisor. Se nos puede ver a todos los protagonistas casi siempre en un mismo plano¡±. D¨¦jame entonces que haga visible a alg¨²n int¨¦rprete fundamental en el entorno de nuestro Stradivarius. Le preguntaban a Agust¨ª, padre de la criatura, sobre la conversaci¨®n que tuvieron tras la semifinal frente a Francia en 2015, sin duda el momento estelar de Pau hasta la fecha sobre un escenario del baloncesto FIBA: ¡°Le dije que estaba orgulloso, pero que ten¨ªa que dar un poco m¨¢s y ganar el t¨ªtulo¡±. Yo la verdad es que hab¨ªa perdido la esperanza de escuchar la m¨²sica de nuestro Stradivarius de nuevo en verano, pero si Scariolo y su padre se empe?an¡­

Fuerte abrazo.

*Moncho L¨®pez fue seleccionador nacional entre 2002 y 2003, conquistando la plata en el Europeo de Suecia en 2003.