El Espanyol se reencuentra con el triunfo y ya est¨¢ en octavos de la Copa
El equipo de Rubi remonta la eliminatoria (2-1 en la ida) ante un C¨¢diz al que no le basta con una seria defensa
Era demasiado pronto como para caer ante un Segunda. Quer¨ªa Rubi que su equipo saliera al campo con el gol entre ceja y ceja, dispuesto a marcar los tres goles que le permitir¨ªan (dado el 2-1 en la ida) un tranquilo transitar por ese partido de vuelta de los dieciseisavos de final. Pero no rein¨® la tranquilidad en el RCDE Stadium en ning¨²n momento. Ni siquiera despu¨¦s de que Hern¨¢n P¨¦rez, reci¨¦n salido al campo, lograra un gol muy buscado en el segundo tiempo. Pues aunque el Espanyol fue capaz de clasificarse para los octavos de la Copa del Rey, le falt¨® frescura al equipo barcelon¨¦s, especialmente al inicio: transit¨® sin pena ni gloria por unos primeros 45 minutos insulsos en los que nunca pareci¨® necesitar la remontada. Y acab¨® pidiendo la hora.
Tuvo ocasiones en la primera parte, la m¨¢s clara poco antes del descanso, pero en ning¨²n momento dio la sensaci¨®n de dominar el encuentro, ni de haberse encomendado a esos tres goles con los que so?aba su t¨¦cnico, por mucho que controlara en bal¨®n, habitualmente en el ¨¢rea contraria. El peligro no lleg¨® hasta que se arranc¨® el segundo tiempo. Solo entonces avasall¨® el equipo por dentro y por fuera, redujo las p¨¦rdidas, hizo funcionar las transiciones. Y sum¨® protagonistas.
El C¨¢diz, consciente de su ventaja, trabajada en su casa, defend¨ªa con muchos hombres. Y defend¨ªa bien. No sufr¨ªa, mientras pudiera mantener la porter¨ªa a cero, el partido lo tendr¨ªa controlado. Pero, aunque por poco logra la machada, jugar a verlas venir tiene sus riesgos. Los andaluces apenas se animaron a presionar a la salida de bal¨®n del rival en los primeros minutos. Y en la agon¨ªa del partido, cuando el marcador les obligaba a reaccionar. Trataban de aprovecharse de alguna p¨¦rdida. Y tuvo muchas el equipo blanquiazul en los minutos iniciales.
Lo intentaba, a cuentagotas, el equipo dirigido por ?lvaro Cervera. Pero cuando se acercaba a Roberto lo hac¨ªa con calma, tratando de cuidar el esf¨¦rico. Y con atrevimiento. Tuvo la primera ocasi¨®n tras diez minutos de juego, como antes la hab¨ªa tenido Darder. Los dos balones se fueron fuera. Y tras ese burbujeo inicial, el partido se desbrav¨®. El sufl¨¦, m¨¢s all¨¢ de un chut que sac¨® bajo los palos Mario Hermoso, no subir¨ªa hasta despu¨¦s del descanso.
La pelota era del Espanyol. Pero con Borja Iglesias en el banquillo hasta el minuto 62, el gol se qued¨® tambi¨¦n en reposo. Eran m¨¢s protagonistas Piatti y Leo Baptistao que un esforzado Melendo. Y fall¨® Puado, autor del gol de la ida, un tanto que apenas se atrevi¨® a cantar alguno de los pocos aficionados que salpicaban las tribunas del estadio en Cornell¨¤, m¨¢s vac¨ªo que nunca este curso, con 12.560 espectadores a pesar de que el club hab¨ªa repartido 5.000 invitaciones para animar a la asistencia.
Fue en el 41 cuando Piatti, el m¨¢s activo en el primer tiempo, se hab¨ªa tropezado primero con un defensa, luego con David Gil. El rechace cay¨® a los pies de Puado, pero tard¨® tanto en armar la pierna al verse solo ante el portero, que reaccion¨® la defensa, que le estorb¨®, y tambi¨¦n el meta, que pudo recuperar su posici¨®n y volver a evitar el gol. Estuvo magn¨ªfico Gil, mejor cuanto m¨¢s se le exigi¨®. Y eso fue ya en el segundo tiempo, cuando el Espanyol recuper¨® su mejor versi¨®n, atac¨® con el mismo orden pero con mucha m¨¢s picard¨ªa. La tuvo Baptistao, que dispuso de numerosas ocasiones, que anim¨® el encuentro gracias a su buen entendimiento con Piatti. Pero unas veces Gil, otras la seria defensa del C¨¢diz, como cuando Kecojevic sac¨® un bal¨®n desde el ¨¢rea peque?a, frustraron sus ganas de gol. Se resarci¨® en la jugada que dio la victoria al Espanyol, pues naci¨® de sus botas. Le dio el bal¨®n a Pedrosa, el canterano, magn¨ªfico, cedi¨® atr¨¢s y Hern¨¢n P¨¦rez, solo en la frontal del ¨¢rea, bati¨®, por fin, a Gil.
Toda la alegr¨ªa, el atrevimiento y la coordinaci¨®n que ech¨® en falta en los primeros 45 minutos, los recuper¨® el Espanyol en el segundo tiempo, observado desde el palco por Chen Yansheng, presidente y m¨¢ximo accionista del Espanyol. Sab¨ªa el equipo de Rubi que jugaba con fuego, que un gol no era suficiente. Y busc¨® el segundo con insistencia, ya sin la ansiedad de encontrarse con la porter¨ªa y romper esa mala racha de tres partidos sin ganar, especialmente ahora que espera al Barcelona en unos d¨ªas. La tuvo Borja Iglesias en el 78 y protagoniz¨®, tambi¨¦n, una de las jugadas m¨¢s bellas del partido poco despu¨¦s, cuando asisti¨® a Darder, que err¨® cara a cara con el portero.
El Espanyol acab¨® el partido en un querer y no poder. Y tembl¨® por unos instantes. Era el minuto 94, el ¨²ltimo. Cuando un cabezazo de Karim alcanz¨® la red. Pero estaba en fuera de juego. Y aunque el VAR todav¨ªa no asiste a los partidos de Copa, estuvo acertado el ¨¢rbitro, que no permiti¨® que subiera al marcador.
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