Amor al dinero
En esta final no so?aba con el triunfo de un equipo sino con poder ver a mi pa¨ªs abrazado
Esto es como si el Madrid y el Bar?a disputasen la final de la Champions fuera de Europa. Si le han querido mostrar al mundo nuestro f¨²tbol consiguieron el objetivo. Nos han visto como pa¨ªs y como personas. Ya no hay seguridad para los futbolistas mismos. No estamos preparados para vivir como corresponde. Para m¨ª se acab¨®. Ya se perdi¨®. Esta final de la Libertadores no es nada. Perdimos como pa¨ªs. Perdimos una batalla.
Tengo sentimientos encontrados. Quer¨ªa ver una gran final y sospecho que ser¨¢ imposible. Soy hincha del juego no de las camisetas. Carezco de fanatismo. Gan¨¦ siete t¨ªtulos en cinco a?os jugando para River pero no me gustan ni las banderas ni los nacionalismos que se instrumentalizan como el f¨²tbol. Como futbolista disfrut¨¦ del juego, no de los negocios. En esta final de la Libertadores no so?aba con el triunfo de un equipo sino con poder ver a mi pa¨ªs abrazado, disfrutando de un espect¨¢culo deportivo. El f¨²tbol solo debe servir para divertirnos. River y Boca juegan bien. Lo demostraron en el partido de ida, que fue abierto y desmont¨® eso que tanto nos gusta ¨²ltimamente a los argentinos: sustentar el f¨²tbol en la garra, el coraje, los huevos. En el 2-2 del 11 de noviembre hubo mucho m¨¢s que eso.
En el Monumental esperaba ver una vez m¨¢s a jugadores como Pity Mart¨ªnez, que rompe los esquemas con la gambeta y hace cosas que nadie hab¨ªa preparado en sus pizarras. Quer¨ªa ver a Palacios, un centrocampista que demuestra su inteligencia dentro del campo contra la norma en Argentina, en donde cada vez salen menos centrocampistas as¨ª porque los entrenadores que deben formar a los j¨®venes no est¨¢n capacitados. Ahora siento tristeza porque la superfinal no solo frustr¨® nuestras expectativas como amantes del juego sino que nos revel¨® el trasfondo de los valores de vida en nuestra comunidad.
La corrupci¨®n no est¨¢ en el f¨²tbol ni en la pol¨ªtica. Est¨¢ en cada uno cada vez que decide c¨®mo ser en la vida. ?C¨®mo puede ser que en Argentina solo dejen entrar a una sola hinchada a los estadios? ?C¨®mo vamos a fomentar as¨ª el compa?erismo, el amor al pr¨®jimo, el sentido de ayuda mutua y las dem¨¢s cosas que ensanchan el coraz¨®n, tengas la camiseta que tengas?
Los avances tecnol¨®gicos no han ayudado a nuestra sociedad a educar ni a formar personas de bien. El f¨²tbol es observado como se observa el dinero. As¨ª se aproximan los padres y los entrenadores al baby f¨²tbol, el primer escal¨®n formativo de la cantera argentina. Prefieren deformarse actuando como los empresarios que todo lo que observan es un intercambio mercantil. Tambi¨¦n los ni?os son objeto de comercio. En esta cadena lo natural es que los padres vivan de los hijos.
Se han perdido los valores fundamentales. Como sociedad no respetamos a maestros ni a profesores, ni a nuestros polic¨ªas, ni autoridades. Tienes que estar enrejado en tu propia casa para vivir seguro. Yo he dejado de ir a las canchas para no correr riesgos.
Soy entrenador de UEFA y trato de prepararme cada d¨ªa. Desde 2013 form¨¦ parte de la direcci¨®n deportiva de River de la mano de Enzo Francescoli. Durante dos a?os vi tantas cosas que no funcionaban como deb¨ªan, me decepcion¨® tanto la preparaci¨®n de los entrenadores de las bases, que me di cuenta de que no era el lugar con el que yo me identificaba en los valores que uno pretende para vivir. Observ¨¦ que en Argentina se fomenta la b¨²squeda de lo inmediato y lo f¨¢cil. Me pregunto si los dirigentes quieren a las instituciones o son unos forofos ¨²nicamente interesados en mover millones. La ra¨ªz de todos los males es el amor al dinero y algo de amor al dinero debe haber detr¨¢s de lo que sucedi¨® en estos d¨ªas.
En los intereses econ¨®micos debe estar este partido exportado a Madrid. Deportivamente, River jug¨® en condici¨®n de visitante la ida en la Bombonera y ahora vuelve a jugar fuera de casa. No s¨¦ qu¨¦ negocio habr¨¢ detr¨¢s de esta incoherencia.
Parad¨®jicamente, esta Copa se llama Libertadores de Am¨¦rica y se jugar¨¢ en Europa. La contradicci¨®n explica c¨®mo se maneja este deporte.
Leonel Gancedo jug¨® en River desde 1996 a 2000. En 1996, conquist¨® la Copa Libertadores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.