Este s¨ª fue el partido m¨¢s largo

Si la final de la Libertadores ha tardado un mes en resolverse, en Espa?a hubo un duelo mucho m¨¢s largo. En enero de 1977 el pa¨ªs estaba en plena Transici¨®n y para pocas bromas. El d¨ªa 23, el estudiante Arturo Ruiz, de 19 a?os, fue asesinado durante una manifestaci¨®n proamnist¨ªa por un militante de Cristo Rey. En Bilbao, los autobuses de l¨ªnea eran conducidos por miembros de la Polic¨ªa Armada ante la huelga convocada por los trabajadores de la empresa municipal de transportes. En ese clima se jug¨® el partido m¨¢s largo.

Comenz¨® ese d¨ªa 23 de enero y acab¨® el 23 de marzo, pero en realidad, hab¨ªa empezado antes, el 2 de enero, cuando se disput¨® en los Campos de Sport de San Lorenzo, en la localidad c¨¢ntabra de Laredo, el partido de Liga de Tercera Divisi¨®n entre el equipo local y el Gernika. Era el ¨²ltimo partido de la primera vuelta, en un campeonato trascendental, porque la temporada siguiente se hab¨ªa planeado crear la Segunda Divisi¨®n B, y los diez primeros de cada uno de los cuatro grupos de Tercera, ascender¨ªan de categor¨ªa.

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Ganaba el Gernika 0-1, cuando un espectador salt¨® al campo con la intenci¨®n de agredir al ¨¢rbitro, Osoro Garay, que estaba siendo muy discutido por la grada. Era el minuto 20. Despu¨¦s de ese intento hubo unos cuantos amagos m¨¢s de invasi¨®n, por lo que, a falta de 10 minutos para el final, el ¨¢rbitro decidi¨® suspender. El Comit¨¦ de Competici¨®n fue duro. Dio el choque por terminado, con la victoria del Gernika, y decret¨® el cierre de San Lorenzo por un partido, que era el que se ten¨ªa que jugar el domingo 23 de enero contra el Getxo. Se decidi¨® que el escenario ser¨ªa el campo del Racing, el Sardinero santanderino.

El choque entre el Laredo y el Getxo fue un partido flojo. El Laredo se adelant¨® en el marcador con un gol de Laya I. No parec¨ªa que el marcador fuera a cambiar, pero en el minuto 38 de la segunda parte, el ¨¢rbitro, el guipuzcoano Garagorri Langara, vio una mano en el ¨¢rea del Laredo y se?al¨® el punto de penalti. Se mont¨® un esc¨¢ndalo en la grada y en el campo. En el tumulto, el ¨¢rbitro expuls¨® a Ignacio, capit¨¢n del Laredo. Cuando en el minuto 43 se calmaron las cosas, Gonzalo, un fino extremo derecha, que destacaba por sus rizos rubios, agarr¨® el bal¨®n y lo coloc¨® con cuidado en el punto de penalti. Tom¨® carrerilla, lanz¨®, y su disparo pas¨® por encima del larguero.

Invasi¨®n de campo y suspensi¨®n

Pero el ¨¢rbitro dijo que no; que un jugador del Laredo hab¨ªa entrado al ¨¢rea antes de tiempo, y orden¨® la repetici¨®n. Entonces se produjo una multitudinaria invasi¨®n de campo. Garagorri fue agredido y el partido se suspendi¨® a falta de un minuto y ocho segundos. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, el Comit¨¦ de Competici¨®n sentenci¨® que el partido deber¨ªa reanudarse con el lanzamiento del penalti, que se jugar¨ªan los 68 segundos que restaban, y que, adem¨¢s, el Laredo deber¨ªa pagar una multa de 40.000 pesetas y tendr¨ªa su campo clausurado por cuatro jornadas. El Comit¨¦ decidi¨® tambi¨¦n que el partido se jugar¨ªa en San Mam¨¦s y a puerta cerrada.

Al d¨ªa siguiente del choque suspendido, el Grapo secuestr¨® al general Villaescusa. Un d¨ªa antes de que se reuniera el Comit¨¦ de Competici¨®n, se produjo la matanza de los cinco abogados laboralistas de Atocha. El ministro de la Gobernaci¨®n, Rodolfo Mart¨ªn Villa apuntaba que no pod¨ªa garantizar el orden p¨²blico. Los acontecimientos le desbordaban.

Un ep¨ªlogo de 68 segundos

El partido se fue aplazando porque San Mam¨¦s no acababa de estar disponible. Finalmente, el tr¨¢mite se fijo el 23 de marzo, dos meses despu¨¦s de que comenzara el partido. El Laredo concedi¨® que los 68 segundos los dirigiera un ¨¢rbitro vizca¨ªno, Izagirre, para evitar pagar gastos de desplazamiento. Televisi¨®n Espa?ola envi¨® sus c¨¢maras y emiti¨® lo que restaba por jugar.

Esta vez no fue Gonzalo el ejecutor del penalti. La pelota la coloc¨® en el punto fat¨ªdico Fernando L¨®pez, capit¨¢n del Getxo. Dispar¨® y la pelota se march¨® fuera, pero como dos meses antes, el ¨¢rbitro orden¨® que se repitiera el lanzamiento, pese a las protestas de los c¨¢ntabros. A la tercera, Fernando acert¨® y marc¨® el empate. Tras el saque de centro, el Getxo rob¨® el bal¨®n y Gonzalo fall¨® el gol de la victoria a puerta vac¨ªa. El equipo gualdinegro lo hubiera necesitado: se qued¨® a un punto del ascenso a Segunda B. El Laredo tampoco subi¨®. Su vicepresidente, Jos¨¦ Luis Alonso proclamaba que hab¨ªa sido ¡°un atraco a mano armada¡±. Dos meses y tres intentos m¨¢s tarde, el gol subi¨® al marcador y acab¨® el partido m¨¢s largo.