Bale va y viene
El gal¨¦s mantiene una irregular trayectoria en el Madrid, en el que solo ha jugado el 54% de los minutos alternando lesiones con destellos en partidos destacados
Cada vez que Gareth Bale (Cardiff, 29 a?os) se colocaba a la altura de Daigo Nishi, su marcador en la banda derecha del Kashima Antlers en las semifinales del Mundial de Clubes (1-3), el mo?o que completa su peinado, el punto m¨¢s alto de los 185 cent¨ªmetros que componen su figura, asomaba un palmo por encima del japon¨¦s. Sin embargo, en los primeros duelos que compartieron a ras de c¨¦sped, el gal¨¦s no logr¨® trasladar esa superioridad f¨ªsica incuestionable al plano horizontal. Reci¨¦n arrancado el partido, recibi¨® un pase de Marcelo que dej¨® correr, y al ver que Daigo lo alcanzar¨ªa antes que ¨¦l, ni siquiera trat¨® de bloquear el despeje. Su comportamiento, derivado de una secuencia de lesiones que han provocado un aumento may¨²sculo de escenarios en los que Bale antepone su bienestar al riesgo que pueda suponer el f¨²tbol, provoc¨® que los brazos de Solari, anudados el uno al otro hasta ese momento, se separasen. Fue algo que, sin embargo, solo ocurri¨® en esa ocasi¨®n.
Bale se encontraba dispuesto a participar en las semifinales del Mundialito despu¨¦s de superar los ¨²ltimos entrenamientos sin molestias en el tobillo derecho. Fuera del equipo en el ¨²ltimo encuentro de Liga ante el Rayo Vallecano, su determinaci¨®n pasaba por completar un final de a?o que barnizase una temporada en la que su expansi¨®n futbol¨ªstica sigue siendo una inc¨®gnita. A pesar de los anhelos del Madrid para que el gal¨¦s recoja los galones de Cristiano, el jugador sigue siendo un individuo indescifrable que ha demostrado un talento innato para mantener esa condici¨®n incluso cuando sus actuaciones deportivas le acompa?an. El triplete que anot¨® en las semifinales, su primero de la temporada, result¨® un bot¨ªn inesperado atendiendo a su cuenta de resultados actual: suma 10 dianas en 21 partidos, y se encuentra en el segundo escal¨®n de la tabla de goleadores por detr¨¢s de Benzema (11). Ninguna secuencia goleadora anterior garantiza que su actual racha vaya a mantenerse.
Desde que aterriz¨® en Chamart¨ªn en 2013, Bale ha participado en 210 de los 319 que ha disputado el Madrid, completando un total de 15.731 minutos, tan solo el 54,6% del c¨®mputo general. De esas 109 ausencias, 68 han sido como consecuencia directa de las distintas lesiones que ha padecido (tobillo, muslo, menisco, cadera, espalda...), lo que, sin embargo, ha derivado en una cuenta llamativa: con Bale sobre el campo el Madrid ha logrado un 67,6% de victorias, mientras que sin el gal¨¦s la cuenta sube en 10 puntos hasta el 77,1%. En sus cinco temporadas y media de blanco, Bale acredita 98 goles y 54 asistencias, y su media anotadora global alcanza las dos horas y media (un tanto cada 159 minutos). Para encontrar el ejercicio con m¨¢s actividad de Bale hay que remontarse a la temporada 2014-2015, en la que borde¨® los 50 partidos (48), su cifra m¨¢s alta, mientras que los 27 de la 2016-2017 se mantienen como el m¨ªnimo.
A pesar de esta asincron¨ªa, la presencia de Bale en momentos clave de la temporada, especialmente en las finales de los torneos, siempre ha repuntado. De las cuatro Champions que posee, ha sido actor con sus goles en tres: marc¨® en la pr¨®rroga ante el Atl¨¦tico en 2014, en la tanda de penaltis de 2016 de nuevo ante los rojiblancos, y firm¨® un doblete al Liverpool en la pasada edici¨®n de 2018. Del mismo modo que en la ¨²nica Copa del Rey que muestra su palmar¨¦s, la de 2014, su carrera ante Bartra por fuera del campo culmin¨® con el 1-2 definitivo ante el Barcelona. De todas las grandes ocasiones, solo le restan las Supercopas de Espa?a y Europa para haber anotado en todos los torneos en los que ha participado con la camiseta blanca.
Desde la izquierda
La idoneidad de su ubicaci¨®n sobre el campo tambi¨¦n ha supuesto un rompecabezas para los distintos gestores del banquillo. Su voluntad de iniciarse por el costado derecho, o los distintos episodios de mediapuntismo que alteraron a Rafa Ben¨ªtez, no han servido para situar al jugador en una parcela en la que poder explotar sus incuestionables dotes f¨ªsicas y t¨¦cnicas. Con Solari, sin embargo, Bale no parece reacio a colocarse en el costado izquierdo ¡ªbanda natural en la destac¨® mundialmente como lateral en el Tottenham¡ª, por delante de Marcelo. Ambos fueron los jugadores que m¨¢s se buscaron durante el partido ante el Kashima con un total de 28 intercambios. El brasile?o le entreg¨® dos asistencias de gol, y el gal¨¦s anot¨® en los tres disparos que realiz¨® durante todo el encuentro. Con cuatro centros al ¨¢rea, tambi¨¦n fue el jugador que m¨¢s env¨ªos realiz¨®.
Sustituido tras el triplete, aplaudido por Solari y felicitado por sus compa?eros en el vestuario, a Bale, un tipo aparentemente fr¨ªo pero transparente a la hora de demostrar su alegr¨ªa, no le pesaba el trofeo a mejor jugador de la semifinal. Son estos momentos los ¨²nicos en los que ning¨²n otro pensamiento aturden su cabeza. Y si para que eso ocurra debe dejar pasar de largo el primer bal¨®n que reciba, lo seguir¨¢ haciendo.
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