El avi¨®n de Alba y el helic¨®ptero de Marcelo
El barcelonista siempre est¨¢ a punto de despegar; el madridista desequilibra como un delantero. Ambos son buen¨ªsimos y antag¨®nicos
Hombres que juegan. Creo m¨¢s en la energ¨ªa emocional y en las conexiones instintivas que en la obsesi¨®n t¨¢ctica. El sistema sirve de referencia cuando se pierde la pelota. Cuando se recupera, hay que desordenar al rival y para eso hace falta talento para el enga?o. Individual y colectivo. Jordi Alba recorre la banda con optimismo. Sabe que su esfuerzo ser¨¢ recompensado por un pase perfecto de Messi. Una vez defin¨ª a Jordi como una avioneta a punto de despegar. Marcelo, en cambio, es un helic¨®ptero. Jugador que da vueltas sobre s¨ª mismo, que frena y arranca para volver a frenar, que se toma su tiempo para todo y termina desequilibrando como un delantero. As¨ª lo demostr¨® frente al Kashima. Los dos son buen¨ªsimos y antag¨®nicos. Por evidencias as¨ª, cuando le hablen de un 4¨C3¨C3, pregunte con qu¨¦ jugadores. Solo ellos le dan sentido al juego. Multiplique por 11 las diferencias entre Jordi Alba y Marcelo, y los dibujos t¨¢cticos se convertir¨¢n en garabatos.
?Pueden los mejores ser el problema? El Madrid est¨¢ en crisis y nadie encuentra las razones. Como siempre se le mide en funci¨®n de los resultados, no hay una unidad de medida para analizar el juego. De esa confusi¨®n surgen conclusiones disparatadas. Por ejemplo, la siguiente: el nombre de la soluci¨®n es el mismo nombre que el del problema: Isco. El equipo pretende salir de la crisis con tanta correcci¨®n que resulta aburrido. Y cuando alguien asume el riesgo de hacer cosas diferentes que le agreguen amenaza a las jugadas, paga las consecuencias. Si a Isco no le sale un regate o un pase de riesgo, recibe la reprobaci¨®n de la afici¨®n y de los medios. Pero los futbolistas t¨¦cnicos e imaginativos son los ¨²nicos capaces de romper el juego rutinario que puede convertir un gran equipo en un equipo cualquiera. Solo necesitan que no los crucifiquen por ser valientes.
Se es crack todos los d¨ªas. Y ahora hablemos de la responsabilidad de Isco, porque los que critican son due?os de las opiniones, pero ¨¦l es due?o de los hechos y no est¨¢ llenando las expectativas. Un amigo, que es un buen observador, fue a ver Messi por primera vez en directo y me llam¨® entre preocupado y sorprendido: ¡°?No corre!¡±, me dijo. En efecto, solo se encarga de ganar los partidos. Cumple con la parte del contrato que compromete a un genio: ser el mejor, ser determinante. Nadie le pide a Isco una eficacia igual de deslumbrante, de modo que tendr¨¢ que correr como meritorio y jugar como el crack que es. Para recoger confianza t¨¦cnica y f¨ªsica, autoridad ante los compa?eros y seguridad posicional, est¨¢n los entrenamientos, el momento profesional m¨¢s relevante del d¨ªa para un futbolista. El que aprovecha ese tiempo, progresa; el que no¡
El Madrid contra el due?o de la pelota. El hoy Mundial de Clubes viene de muchas modificaciones y tendr¨¢ m¨¢s en el futuro, como todo lo susceptible de producir dinero. Lo juegan los campeones de todas las Confederaciones y el local, que es como el due?o de la pelota cuando ¨¦ramos peque?os (gordito, malo, titular indiscutible). Solo que en este caso, adem¨¢s de la pelota, pone el pa¨ªs, el estadio y el dinero. Acostumbrados a la mirada corta, este campeonato tiene el inter¨¦s de hablarnos del estado de cosas en el mundo. Solo Europa puede sentirse satisfecha, ganadora de todos los t¨ªtulos, excepto uno (Corinthians, 2012), desde el 2007. Los dem¨¢s continentes siguen luchando contra la irrelevancia. Especialmente grave es lo de Sudam¨¦rica, orgullosa potencia durante d¨¦cadas. La Final del Bernab¨¦u fue un s¨ªntoma; la derrota contra el due?o de la pelota, un veredicto: la decadencia lo pudri¨® todo.
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