El Valencia vuelve a empatar y compromete el futuro de Marcelino

Pel¨ªcula de terror en Mestalla. En otra tarde dram¨¢tica, el Valencia, que err¨® un penalti y encaj¨® en el ¨²nico tiro entre los tres palos del Valladolid, a?adi¨® otras tablas a su colecci¨®n. S¨¦ptimo empate del pelot¨®n de Marcelino en casa y 11? en total. Ayer una vez m¨¢s acab¨® condenado por su artiller¨ªa de papel, su juego espeso y la fatalidad que lleva cosida a la piel este curso. Marcelino, que llegaba con el agua al cuello, ve comprometida su continuidad tras el empate a uno ante el discreto Valladolid. Desde su mansi¨®n de Singapur, el due?o del Valencia Peter Lim decidir¨¢ en las pr¨®ximas horas si mantiene en el cargo al entrenador o manda destituirlo.

Dos ocasiones en apenas siete minutos: un tiro de Carlos Soler que se march¨® arriba y un bal¨®n que se pase¨® sin que llegara Rodrigo a tiempo a cazarlo delante de Masip, marcaron la salida del Valencia. Siempre efervescente en el arranque, la tropa de Marcelino se hizo con la pelota pero no apunt¨® a Masip. Su falta de pegada, su carencia de colmillo, con Batshuayi pasado de peso, castigado, y a punto de salir en el mercado de enero, lo sigue condenando. Eso y su ritmo cansino, su trote lento con el bal¨®n y su dificultad para maniobrar ante rivales que defienden, como el Valladolid, en bloque bajo cerquita de su porter¨ªa. El once del murci¨¦lago es incluso pl¨¢stico cuando corre y combina al primer toque por la calidad de tipos como Parejo, Soler, Rodrigo o Cheryshev pero no es fiable, por irregular, ni rentable porque pega como un boxeador sonado. Parejo, en un golpeo con la izquierda, su pata de madera, y Cheryshev, en un disparo cruzado, cerraron el deficiente apartado ofensivo en el primer acto. El escenario m¨¢s repetido de toda la temporada, uno en el que tropieza en un bucle maldito que lo ha atrancado en la clasificaci¨®n y que ha dejado en evidencia la capacidad de su plenipotenciario entrenador para revertir la situaci¨®n.

El Valladolid, preso de su negra racha de nueve partidos sin ganar y de los once goles que hab¨ªa encajado en los ¨²ltimos seis partidos, dio un pasito atr¨¢s y se agarr¨® a su buen papel como visitante. Sergio se protegi¨® con el ceut¨ª Anuar y dej¨® a Michel en el banquillo, que marr¨® un penalti una jornada antes ante el Rayo. El plan de partido de los de Pucela era esperar a que el Valencia se rindiera por hambre.

Estuvo a punto de hacerlo desde el punto de penalti. Con todo a favor despu¨¦s de una ca¨ªda de Mina ante Calero, protestada por el central albivioleta, el capit¨¢n Parejo tom¨® una decisi¨®n comprometida que, a la postre, se revel¨® totalmente inconsciente. Especialista y fiable en el bal¨®n parado, Parejo le entreg¨® el bal¨®n a Rodrigo, falto de confianza y sin gol. El penalti y la responsabilidad de romper el partido fue para el hispano brasile?o. Rodrigo golpe¨® mal y Masip desvi¨® el lanzamiento. Para colmo, Santi Mina err¨® en su chut cuando recogi¨® el rechace.

Alimentados, especialmente, desde la izquierda por Cheryshev y tambi¨¦n por la derecha con Carlos Soler, los puntas del Valencia siguieron fallando remates en la reanudaci¨®n. Llamativo fue el error de Mina, a qui¨¦n se le enred¨® el bal¨®n en los pies a porter¨ªa vac¨ªa tras un preciso pase del ruso.

Hasta que apareci¨® el capit¨¢n, ya con el sost¨¦n de Coquelin a sus espaldas. Parejo, rabioso por su toma de decisi¨®n en el penalti que le entreg¨® a Rodrigo, se descolg¨® en ataque y marc¨® el gol del partido de un tirazo con la derecha que entr¨® por la escuadra. El capit¨¢n rompi¨® a llorar en la celebraci¨®n con todo el equipo y luego se march¨® a abrazarse con Marcelino, en un gesto de apoyo cargado de significado ante las dudas sobre la continuidad del entrenador que ayer se jugaba su cargo.

Diez minutos despu¨¦s igual¨® el Valladolid en su primer tiro entre los tres palos. En el minuto 81 de partido, Rub¨¦n Alc¨¢raz, en un extraordinario lanzamiento de falta, empat¨® el partido y convirti¨® Mestalla en un velatorio.