Espa?a se mete en una ratonera

Si el sorteo le regal¨® a Espa?a una ruta especialmente escarpada en el Mundial, la derrota contra Croacia (19-23) empeor¨® a¨²n m¨¢s su itinerario. El duelo era la llave para aligerar la dificultad y procurarse un margen de error, sin embargo, los balc¨¢nicos le cerraron a cal y canto todos los caminos. El n¨²mero de goles anotados (19) ilustra bien sus problemas en ataque. Ahora se las tendr¨¢ que ver con Francia (campeona en cuatro de las ¨²ltimas cinco ediciones, y con Karabatic de vuelta), Alemania (una de las anfitrionas) y Brasil; y todo ello con solo dos puntos en su casillero. Un triple mortal invertido para la campeona de Europa.

De nuevo, los Hispanos se condenaron a una primera parte a remolque. Con la diferencia de que esta vez ten¨ªan enfrente a un miura. El 3-1 inicial, con dos tantos de Ferran Sol¨¦ y uno de Alex Dujshebaev, result¨® un espejismo. Los croatas ajustaron r¨¢pidamente sus tuercas para igualar el duelo y tomar ligeras ventajas. El primero que puso en aprietos a la selecci¨®n fue Sego, el portero (otra vez), que fren¨® la progresi¨®n de los chicos de Jordi Ribera, err¨¢ticos en el lanzamiento. Ya tras el primer partido del torneo, contra la d¨¦bil Bahr¨¦in, el entrenador advirti¨® de que esa era una faceta a mejorar, y lo pag¨® caro contra Croacia.

Hasta mediado el primer acto, los Hispanos ten¨ªan m¨¢s o menos controlado el duelo. Sin embargo, a partir de entonces colapsaron en ataque. Del 7-7 pasaron al 7-12 en el minuto 26 tras varias p¨¦rdidas de bal¨®n, ofuscados en el centro y desconectados de sus extremos. Horvat y Musa, con cinco tantos cada uno, hicieron sangre en la meta de Rodrigo Corrales, que tampoco desentonaba (cuatro aciertos al descanso frente a los seis de su colega). Era la primera alarma naranja real en este Mundial para Espa?a. No obstante, antes del descanso, se las arregl¨® para contener da?os y reducir la ventaja a tres goles (10-13). Y pudieron ser menos si el mayor de los Dujshebaev hubiera acertado en un tiro sobre la bocina.

A la vuelta de los vestuarios, la selecci¨®n rem¨®, rem¨® y rem¨®, pero sin resultado. Un gol de Adri¨¢ Figueras nada m¨¢s reanudarse el juego acort¨® las distancias a dos tantos (11-13). Y hasta ah¨ª lleg¨® en toda la segunda parte, que se movi¨® en distancias de entre dos y cuatro goles. Solo una vez atac¨® para quedarse a uno, pero el lanzamiento de Entrerr¨ªos termin¨® en nada. Ribera dio m¨¢s carrete a otros protagonistas (P¨¦rez de Vargas, Viran Morros, Gurbindo y Aleix G¨®mez) para cambiar la din¨¢mica, buscar que ocurriera algo distinto, pero lo que pas¨® fue lo mismo que en la primera mitad.

Otro atasco de Espa?a (hasta cinco ataques consecutivos perdidos) en el ¨²ltimo tercio de la contienda fue el rejonazo casi definitivo en un pabell¨®n de M¨²nich que parec¨ªa Zagreb por los miles de croatas que agitaban sus banderas. Tampoco estaba especialmente fino el conjunto de Lino Cervar en ese momento, que no aprovech¨® un par de contraataques para ponerle el lazo al encuentro; sin embargo, en el otro lado, la cosa pintaba a¨²n peor. Un penalti y una exclusi¨®n de Gurbindo a falta de dos minutos zanjaron definitivamente el asunto. Los croatas, que eliminaron a la selecci¨®n en los cuartos del Mundial de 2017, le asestaron de nuevo un duro golpe. Esta vez, al menos, queda margen para rectificar el camino. Poco, pero queda.