Colores de autob¨²s
Defensa y Justicia podr¨ªa parecer una pachanga de funcionarios, pero es el segundo de la Superliga Argentina
Defensa y Justicia: encuentren un nombre m¨¢s sugerente que ese. Podr¨ªa parecer una pachanga de funcionarios ministeriales. O un club de elevados ideales pol¨ªticos, m¨¢s bien conservadores. O una t¨¢ctica entregada al cerrojo atr¨¢s y la fe en la ecuanimidad del ¨¢rbitro. Pero no. Nadie es capaz de recordar a qui¨¦n se le ocurri¨® ese nombre ni por qu¨¦. Hace tiempo de eso: en 1935, un grupo de vecinos de Florencio Varela, localidad situada al sur de Buenos Aires, quiso fundar un club deportivo y, compr¨¦ndanlo, la cosa estaba complicada. Otros pod¨ªan llamarse como su ciudad, C¨®rdoba, o Rosario, o Tucum¨¢n. Pero Florencio Varela, pr¨®cer unitarista asesinado en 1848 y enterrado bajo una l¨¢pida con una de esas inscripciones que han hecho c¨¦lebre la modestia argentina (¡°Muerto a la libertad, naci¨® a la historia, y es su sepulcro templo de su gloria¡±), no encajaba bien como nombre de equipo. Y fueron a por todas: Defensa y Justicia, ah¨ª queda eso. Suele abreviarse en Defensa. Tambi¨¦n se les llama Halcones, por razones que s¨ª son conocidas y prosaicas: la empresa de autobuses local se llamaba Los Halcones y sus veh¨ªculos eran verdes y amarillos, por lo que Defensa, que empez¨® de blanco y azul, acab¨® vistiendo como el autob¨²s.
Defensa ingres¨® en el f¨²tbol profesional en 1977, desde Primera D. Es el ¨²nico club argentino que empez¨® desde abajo y lleg¨® hasta arriba, subiendo pelda?o a pelda?o. Alcanz¨® la Primera en 2014. En 2017 disput¨® la Copa Sudamericana, que, para el lector europeo, viene a ser algo parecido a la Europa League, antigua UEFA. Ese fue su mejor momento de gloria, hasta ahora. Porque Defensa est¨¢ segundo en la clasificaci¨®n y es el ¨²nico equipo que parece en condiciones de disputarle a Racing el t¨ªtulo de este a?o.
Disculpen un inciso que el lector avezado en f¨²tbol argentino puede saltarse. La pausa navide?a suele ser en casi todas partes una pausa, una breve interrupci¨®n tras la que se recomienza, con peque?as variaciones (el mercado de invierno), tal como quedaron las cosas en diciembre. Pero aqu¨ª est¨¢n de por medio las vacaciones de verano. Y queda en los esp¨ªritus la tradici¨®n de cuando el campeonato se divid¨ªa en dos: Apertura y Clausura. Y, en fin, se le saca un cierto gusto a barajar y dar cartas nuevas. En resumen, que desde diciembre han cambiado cinco t¨¦cnicos y la mayor¨ªa de las plantillas han dado media docena de altas y bajas. Es casi una temporada nueva.
Este fin de semana ha vuelto la Superliga. A Defensa y Justicia le correspondi¨®, el viernes, el acto inaugural. Se enfrentaba a San Lorenzo, que no est¨¢ muy boyante pero es el equipo del Papa y eso ha de valer para algo, se supone (alg¨²n d¨ªa contaremos lo que cost¨® hace a?os echar del vestuario de San Lorenzo al cura Jorge Bergoglio). Los Halcones, invictos en la primera vuelta, parec¨ªan condenados a un empate a cero. Pero en el descuento marcaron un gol de los de antes, de empuje, l¨ªo en el ¨¢rea, rebotes, agon¨ªas y pura fe. Ah¨ª siguen, a tres puntos de Racing, que gan¨® tambi¨¦n 1-3 en Mar del Plata al modesto Aldosivi.
Defensa y Justicia tiene un t¨¦cnico joven (38 a?os) que nunca jug¨® al f¨²tbol profesional y como aficionado ocup¨® el puesto de lateral derecho, ese que, en las pachangas, suele cederse al tipo que no da para m¨¢s. Sebasti¨¢n Beccacece se form¨® como entrenador a la sombra de Jorge Sampaoli y ha compuesto un equipo joven, pele¨®n, ordenado, solidario y valiente, dirigido en el campo por Leonel Miranda. El estadio, de 11.000 plazas, se les queda peque?o.
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