El Madrid acelera
El equipo de Solari supera a un meritorio Alav¨¦s, recorta distancias al Bar?a y al Atl¨¦tico y enfila un mes crucial con las mejores sensaciones del curso y una plantilla en plenitud
En el Real Madrid se ha declarado el estado de optimismo justo cuando le llega una larga etapa himalayesca. Con su victoria ante el Alav¨¦s ya tiene a tiro de un partido al Atl¨¦tico, su pr¨®ximo oponente en LaLiga, y dos puntos m¨¢s cerca al Bar?a (a ocho). De paso, Benzema no se aleja un mil¨ªmetro del mejor Benzema visto de blanco, progresa con goles Vinicius y ya no tienen pupa Marcos Llorente, Kroos, Bale, Asensio y Mariano ¡ªautor del golazo de la noche¡ª.
Real Madrid, 3 - Alav¨¦s, 0
Real Madrid: Courtois; Odriozola, Nacho, Ramos, Reguil¨®n; Modric, Casemiro, Ceballos; Bale (Asensio, m. 63) , Benzema (Mariano, m. 75), Vinicius (Isco, m. 87). No utilizados: Navas, Llorente, Javi S¨¢nchez.
Alav¨¦s: Pacheco; Vigaray, Laguardia, Marip¨¢n, Duarte; Burgui (Rolan, m. 67), Manu Garc¨ªa (Guidetti, m. 81), Pina, Wakaso, Jony; Calleri (Calleri, m. 81). No utilizados: A. Dom¨ªnguez, Mar¨ªn, Navarro, Perera.
Goles: 1-0. M. 30. Benzema. 2-0. M. 80. Vinicius. 3-0. M. 91. Mariano.
?rbitro: Jaime Latre. Amonest¨® a Laguardia, Burgui y Wakaso. VAR: Gonz¨¢lez Fuertes.
Santiago Bernab¨¦u, 53.132 espectadores.
De camino al alpino mes de febrero que le espera, al dicharachero Real Madrid de las ¨²ltimas semanas se le cruz¨® el Alav¨¦s: todo un engorro. Los esforzados muchachos del Pitu Abelardo son una lata para cualquiera. El meritorio equipo vitoriano es un conjunto articulado para jugar a que el rival no juegue. M¨¢xime si en el mercado invernal le birlan a Sobrino e Ibai, el gol y el toque. Pero pocos se saben apa?ar como Abelardo. El mismo t¨¦cnico que hace un a?o se atrevi¨® a empadronarse con el entonces colista, equipo al que hoy tiene por las cumbres de LaLiga. M¨¦todo no le falta. La pelota le resulta forastera, as¨ª que no duda en afrontar retos ante adversarios may¨²sculos sin contar con la reverencia del bal¨®n. No es asunto suyo, salvo en jugadas con la pelota parada, cuando ¨¦sta es m¨¢s obediente que nunca. Lo suyo es la suela desgastada.
Sin monsergas estilistas, el Alav¨¦s se plant¨® en Chamart¨ªn muy api?ado con un 4-5-1 con su ariete Calleri dispuesto a tirar de escoba en campo propio. Los de Abelardo bloquearon el embudo central y obligaron a su oponente al f¨²tbol de parabrisas. De orilla a orilla, al Madrid no le qued¨® otro remedio que la paciencia. Se despleg¨® de forma ortodoxa a la espera de una rendija. Los blanquiazules, cachas en su gregaria retaguardia, apenas conced¨ªan alg¨²n disparo lejano.
Sorprendi¨® Solari con la nueva sentada de Marcelo. No por primeriza, sino por el perfil del Alav¨¦s, que solo da aire por los costados. En definitiva, un choque pintado para el lateral brasile?o, que todav¨ªa intimida m¨¢s en ataque que el emergente Reguil¨®n. Gui?os del f¨²tbol: un Reguil¨®n a lo Marcelo raj¨® a la maciza zaga alavesista. Sin avisos de Bale, Vinicius percut¨ªa m¨¢s de parado que en velocidad. Ante tanto cocodrilo por el medio era cuesti¨®n de comprobar la faceta asistente del brasile?o. A la media hora, Vinicius calc¨® un servicio que ya hab¨ªa practicado minutos antes con Benzema. Un pase en diagonal filtrado entre el lateral y el central. Esta vez, su estupenda asistencia a Reguil¨®n deriv¨® en el primer gol. El canterano, sin demora y con puntualidad, cit¨® en la red a Benzema. En estos tiempos ilustrados, Benzema, que ya era mucho como pariente de CR, es mucho Benzema: suma gol y alma. Y si no caz¨® el segundo tanto (quiz¨¢ se lo hubiera prestado a Bale) fue por un flagrante error de un l¨ªnea precipitado de forma innecesaria. El VAR desaconseja las prisas al se?alar los fueras de lugar. No lo estaba al ariete galo cuando se iba de merienda junto a Bale con solo Pacheco como blindaje visitante.
Con el ¨²nico brindis del franc¨¦s, el segundo acto a¨²n ten¨ªa intriga. Solari, que no convoc¨® a Lucas V¨¢zquez, categ¨®rico relevo de Bale, quiso agitar al gal¨¦s. De entrada, le traspas¨® al costado izquierdo, sector desde el que ha despegado Vinicus durante la en¨¦sima baja del brit¨¢nico. Un disparo rechazado por Pacheco fue el ¨²nico certificado de Bale antes de que Asensio le mandara a la reserva. Para entonces, el Alav¨¦s ya procuraba ser otro, un equipo m¨¢s estirado, con m¨¢s horizontes. Enchufado al turbo de Jony y a un fajador como Calleri, los de Abelardo merodearon por el ¨¢rea de Courtois. Pero les falt¨® sutileza. No es un conjunto demasiado virtuoso. Y no solo careci¨® de remate, sino de destreza para llegar a la sala de espera del gol. Lo suyo era metabolizar su papel de resistente y cruzar los dedos en el ¨¢rea del contrario.
Algo m¨¢s espeso que en las ¨²ltimas semanas, no lograba el Madrid cerrar el duelo, para disgusto de Solari, obligado a administrar un mes terror¨ªfico por delante. El t¨¦cnico argentino no solo aparc¨® a Bale, tambi¨¦n a Benzema, su futbolista bandera, el autor de seis goles en los ¨²ltimos cuatro partidos. A Solari le lleg¨® el momento de repasar lo que viene de inmediato: Bar?a (por tres veces), Atl¨¦tico, Ajax... As¨ª que se encomend¨® a la extraordinaria firmeza de Ramos y Casemiro y a alguna jugada terminal del novato Vinicius y dos reaparecidos como Asensio y Mariano. Bingo. El balear conect¨® con el brasile?o con ayuda de Vigaray, que pate¨® al aire en su despeje pifiado, y Vinicius afeit¨® del todo al Alav¨¦s, que se llev¨® la puntilla con un golazazo de Mariano, lanzado en plancha para cabecear a la antigua, a lo Zarra, a lo C¨¦sar, a lo Santillana...
Convertido en algo m¨¢s que un sonajero, Vinicius tambi¨¦n se gan¨® el descanso ante lo que se avecina. Hoy, su aguador es Isco, recurso del minuto 87 para que el sudamericano no se constipe. El Real Madrid, ante un calendario de a¨²pa, ha recuperado el paso y ha vaciado la enfermer¨ªa. Ya todo es posible, dicen por Chamart¨ªn.
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