El d¨ªa que apareci¨® Malcom

Hace tiempo que el Barcelona anda en busca de revulsivos, alg¨²n jugador rebelde, con fuerza para poner en jaque a los pesos pesados. O, al menos, que puedan descorchar un duelo cuando Messi anda apagado o simplemente lesionado. No es f¨¢cil. Alc¨¢cer se march¨® al Dortmund, Munir hizo lo mismo este invierno rumbo a Sevilla, y cuando Demb¨¦l¨¦ se enganchaba el tobillo le cruji¨® y tuvo que irse a la enfermer¨ªa. De Coutinho no hay noticias. Tampoco las hab¨ªa de Malcom. Hasta el primer cl¨¢sico copero, m¨¢s goleador que revulsivo, nada menos que ante el Madrid.

Desde el s¨¢bado el Barcelona jug¨® a despiste con el alcance de la lesi¨®n de Leo Messi. El ¨²nico mensaje oficial estuvo siempre en boca de Ernesto Valverde, resumido en ¡°unas molestias¡± por el entrenador azulgrana. Nunca hubo comunicado m¨¦dico del club, mientras que por lo bajini aseguraban que el rosarino ten¨ªa una contractura en el muslo de la pierna derecha. Nadie soltaba prenda. Pero el argentino apareci¨® en la convocatoria y el misterio se estir¨® hasta en el v¨ªdeo que el Bar?a colg¨® en las redes sociales antes del cl¨¢sico. El brazalete posaba junto a la camiseta del 10, entonces todav¨ªa con el nombre de Messi tambi¨¦n en chino (un gesto con el gigante asi¨¢tico para celebrar el a?o nuevo, que la Federaci¨®n le prohibi¨®).

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La ilusi¨®n por ver a Messi se borr¨® poco despu¨¦s. ¡°Est¨¢ en condiciones, pero no hemos querido tomar ning¨²n riesgo¡±, explic¨® Jon Aspiazu, segundo entrenador del Barcelona, la decisi¨®n de dejar a La Pulga sentado junto a Jos¨¦ Ram¨®n de la Fuente, entrenador de porteros, que acab¨® siendo expulsado, y Ricard Pruna, m¨¦dico. El 10, inquieto, comentaba el duelo con el preparador de Ter Stegen y Cillessen. Su sustituto, Malcom, no daba pie con bola, mucho menos Coutinho. Hace tiempo que el exjugador del Liverpool anda extraviado, sin respuesta en el verde por mucho que lo mimen sus compa?eros.

El Camp Nou se puso de los nervios cuando Luis Su¨¢rez dej¨® mano a mano a Malcom con Keylor Navas. La furia ante la mala punter¨ªa no se soseg¨® ni cuando el juez de l¨ªnea levant¨® la bandera. El Bar?a no atacaba, Coutinho y Malcom no ofrec¨ªan soluciones, tampoco Luis Su¨¢rez, muy est¨¢tico en los desmarques. El flamante tridente azulgrana ni siquiera coordinaba la presi¨®n, ofreciendo una salida pl¨¢cida al Madrid. La buena noticia, sin embargo, era que Malcom no se dej¨® vencer por el runr¨²n. El 14 luch¨® contra su suerte. No era para menos, era su primer cl¨¢sico, y su sexta titularidad con la camiseta del Barcelona; las m¨¢s destacadas hab¨ªan sido ante el Betis, en la Liga, y frente al Sevilla, en la Copa. Y el gol premi¨® el esfuerzo. Malcom hab¨ªa mostrado rebeld¨ªa; Coutinho, ni eso. El 14 pesc¨® un bal¨®n suelto en el ¨¢rea despu¨¦s del remate al poste de Luis Su¨¢rez y marc¨® su tercer gol con el Barcelona. Lo celebr¨® con fuerza. No era para menos. Hasta el Camp Nou le reconoci¨® su esfuerzo con aplausos cuando lo reemplaz¨® Ale?¨¢. Tuvo su momento.

¡°?Messi, Messi, Messi!¡±, cant¨® un Camp Nou con la paciencia al l¨ªmite cuando salt¨® a calentar Arturo Vidal. Con el marcador en contra, la hinchada no estaba por la labor de seguir cuidando al 10. Y Valverde lo ten¨ªa controlado. Apareci¨® Messi en la banda y estall¨® la afici¨®n, tambi¨¦n la duda. El se?alado era Coutinho.