El Bar?a se condena en Nervi¨®n
Al Sevilla le alcanz¨® con ser selectivo y eficaz para desbordar a un adversario estramb¨®tico por la alineaci¨®n, sin juego ni presente, atrapado en el plan de Valverde
Al Sevilla le alcanz¨® con un par de jugadas, punto final a sus pocos momentos de arrebato, para penalizar a un estramb¨®tico Bar?a. El resultado fue al fin y al cabo la consecuencia de una jornada dif¨ªcil de digerir desde el punto de vista del Barcelona y que pone en serio peligro la continuidad del campe¨®n de Copa. Los sobresaltos fueron may¨²sculos despu¨¦s de d¨ªas de mucha quietud y hasta tedio en el Camp Nou. Apareci¨® Bartomeu en Amsterdam con el contrato firmado de De Jong mientras Messi descansaba en su casa de Castelldefels, Luis Su¨¢rez calentaba banquillo en el S¨¢nchez Pizju¨¢n y Boateng debutaba con la misma camiseta con la que el d¨ªa anterior se hab¨ªa presentado en el Camp Nou. No hubo rastro de ning¨²n equipo azulgrana reconocible en Nervi¨®n. Sorprendi¨® que un tipo serio como Valverde pusiera un once de broma.
Algunos de los gui?os recordaron incluso a las c¨¦lebres jornadas cruyffistas, no solo por la llegada de De Jong sino tambi¨¦n porque el estreno de Boateng evoc¨® por r¨¢pido y sorprendente el debut de Romerito. Nadie reconoci¨® en pleno volc¨¢n emocional al plantel serio y fiable de Valverde. Nost¨¢lgico por definici¨®n, no tuvo presente el Bar?a, presa de su futuro (De Jong). Ausentes los delanteros titulares ¡ªDemb¨¦l¨¦ se lesion¨® contra el Legan¨¦s¡ª, mont¨® el t¨¦cnico una alineaci¨®n muy extra?a, sin Coutinho ni tampoco Jordi Alba. No convocado Miranda, el lateral izquierdo fue Semedo, posiblemente porque el t¨¦cnico quer¨ªa un zaguero r¨¢pido y f¨ªsico para tapar a Navas.
Jugaba el Bar?a la ida con la cabeza en la vuelta, consciente de que le conven¨ªa evitar riesgos y no hacer concesiones, muy concentrado, resguardado con un cuarto centrocampista: Ale?¨¢. Hab¨ªa que controlar el partido y acabar las jugadas para evitar las transiciones del Sevilla. El equipo de Mach¨ªn se qued¨® parado, extra?ado por la formaci¨®n del rival, aparentemente fatigado, y obligado al f¨²tbol en largo, como si no reparara en la ausencia del martillo que siempre fue Messi.
Decide Sarabia
Aunque la ocasi¨®n invitaba a ir a por el encuentro y hasta a por la eliminatoria, el Sevilla se mostr¨® inicialmente cauteloso, apesadumbrado por las tres ¨²ltimas derrotas, sin chispa ni criterio por el desgaste de Banega y Sarabia. No parec¨ªa tener m¨¢s argumento que Navas, Aguardaba su momento sin prisa y muy bien tapado alrededor de Soriano. No quer¨ªa tomar ning¨²n gol del Bar?a. Tampoco atacaba el Barcleona. Boateng se ofrec¨ªa como pivote, corr¨ªa y apretaba, m¨¢s de espaldas que de cara a la porter¨ªa, sabedor de que se juega el sueldo en cada minuto que le conceda Valverde para que pueda descansar Luis Su¨¢rez.
Nadie hubiera dicho por la frialdad del Sevilla que la contienda se disputaba en el ferviente Pizju¨¢n. A falta de nervio, el equipo se entreg¨® el a Ben Yedder. A la salida de una falta, el delantero sent¨® a Piqu¨¦, quebr¨® a Arthur y dej¨® pasar de largo a Sergi Roberto. No acert¨® a definir despu¨¦s de un surtido de regates porque su tiro sali¨® desviado a la izquierda de Cillessen. Ben Yedder tampoco pudo superar despu¨¦s la salida del holand¨¦s. Ben Yedder desestabiliz¨® al Bar?a. Arthur se dio un respiro y los azulgrana perdieron el bal¨®n, solo aliviados por un desmarque de Malcom. El brasile?o fall¨® el disparo despu¨¦s de sortear al portero previa asistencia de Arthur. Alcanzado el descanso, Valverde ten¨ªa el partido donde quer¨ªa: 0-0. El t¨¦cnico, sin embargo, tard¨® en cambiar y el Sevilla se anim¨® con Sarabia.
El madrile?o le puso un bal¨®n de gol a Amadou, torpe en el remate, y despu¨¦s cruz¨® a la red un centro desde la derecha de Promes. La vitalidad del Sevilla contrastaba con la par¨¢lisis del Bar?a, siempre vulnerable en los centros laterales, tanto da si se celebra LaLiga como la Copa. Necesitaba marcar el Bar?a y Valverde cambi¨® a los delanteros: salieron Luis Su¨¢rez y Coutinho. Y el brasile?o se equivoc¨® doblemente: no atin¨® a poner la bola en los tres palos frente a Soriano y perdi¨® tontamente un bal¨®n ante el ¨¢rea rival que acab¨® en la red de Cillessen despu¨¦s de una contra de manual rematada por Ben Yedder.
Ni las lesiones de Sarabia y Navas desanimaron al Pizju¨¢n. Nada tuvo que decir el Bar?a, condenado de salida, sin juego ni futbolistas, ausente en Nervi¨®n. Jug¨® con fuego Valverde y la vuelta se anuncia tan extrema como la ida: una por defecto y otra por exceso, un paisaje favorable para el Sevilla.
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