El Barcelona exhibe pulso y pegada ante el Valencia
Los de Pesic se clasifican con incertidumbre para las semifinales tras rendir a su rival en los instantes finales con un parcial de 13-1 liderado por Heurtel, Hanga y Ribas
El Barcelona alcanz¨® las semifinales de la Copa exhibiendo pulso y pegada ante un Valencia bravo que compiti¨® hasta exprimir su umbral de sufrimiento. El conjunto de Ponsarnau lleg¨® por delante al tramo final del duelo, pero un parcial de 13-1 entre el minuto 35 y el 38 resolvi¨® el dilema de forma contundente. Singleton y Tomic contuvieron la embestida valencianista y Heurtel, Hanga y Ribas remataron la misi¨®n. A los de Pesic les espera el Iberostar Tenerife (s¨¢bado, 19.00) para pelear por una plaza en la final.
Con Van Rossom y Will Thomas como arietes, el Valencia super¨® al Bar?a en velocidad de reacci¨®n y reforz¨® su confianza en los minutos iniciales gracias a un parcial que no fue mayor por el desenfoque de Dubljevic, que err¨® tres lanzamientos inusuales en ¨¦l antes de marcharse al banquillo a recapitular el plan. Bast¨® para marcar tendencia. Los de Pesic intentaron superar los titubeos del estreno agarrados a la pausa de Heurtel y la percusi¨®n de Tomic y Singleton. Pero, sin la presi¨®n del favorito, los naranjas comenzaron a hacer camino con el potente refuerzo de Tobey. El relevo de Dubljevic descosi¨® a los azulgrana (nueve puntos, dos rebotes, dos tapones y 13 de valoraci¨®n) en sus 5m 55s en pista y propici¨® el primer demarraje de la noche (13-24, m. 11).
Ante semejante tesitura, esta vez s¨ª, el Bar?a apret¨® los dientes en defensa con la intensidad de Ribas y Hanga y provoc¨® siete p¨¦rdidas de bal¨®n en su rival. Mientras tanto, Heurtel se multiplic¨® en la intendencia de puntos hasta que los de Pesic lograron equilibrar el pulso (31-31, m. 16). El Valencia perdi¨® el paso pero no la actitud. Como si diera por descontada la reacci¨®n azulgrana, el conjunto de Ponsarnau cape¨® el temporal y aprovech¨® otra crecida de Will Thomas para marcharse al descanso con una peque?a ventaja (37-39, m. 20).
En el entreacto, lleg¨® el homenaje a la leyenda. Juan Carlos Navarro salt¨® a la pista bajo los acordes del Simply the best de Tina Turner para recibir la ovaci¨®n multitudinaria de todas las aficiones que abarrotaban el Palacio y que no lograron rebajar los c¨¢nticos en contra de una parte minoritaria de la hinchada madridista. Como tributo al legado del excapit¨¢n del Bar?a y de la mejor selecci¨®n espa?ola de la historia, la ACB le entreg¨® la insignia de oro y brillantes de la Asociaci¨®n de clubes de manos de su presidente, Antonio Mart¨ªn. La Bomba, que gan¨® hace un a?o en Las Palmas su s¨¦ptima Copa, el ¨²ltimo de 23 t¨ªtulos de club en 20 a?os de carrera, recibi¨® en Madrid parte del reconocimiento que le fue negado con una retirada forzosa a la que a¨²n no se acostumbra como reconoci¨® hace unos d¨ªas.
La emotividad del acto no descentr¨® a los contendientes, que en la reanudaci¨®n prosiguieron con su vibrante intercambio de golpes. La batalla se traslad¨® al per¨ªmetro y subi¨® de revoluciones con los aciertos consecutivos de Ribas, Claver y Dubljevic desde el 6,75. Siempre con el Valencia por delante, el choque entr¨® en el meollo. Y, de nuevo desde el triple, Singleton y Van Rossom establecieron un empate parcial (48-48, m. 27) como trailler de un desenlace apasionante, de esos que depara la Copa.
En el tercer cuarto, el Bar?a logr¨® un 4 de 7 en triples que corrigi¨® su espesura, pero el mando en el rebote y la inspiraci¨®n epis¨®dica desde el per¨ªmetro en los instantes precisos permiti¨® a los naranjas entrar en la recta de meta con la opciones intactas (65-69, m. 34) despu¨¦s de tres triples consecutivos de Dubljevic, Matt Thomas y Labeyrie. Con el doble motor Heurtel-Pangos en pista, Pesic remedi¨® la crisis y comenz¨® un partido nuevo con formato de pr¨®rroga (69-69, con cinco minutos por delante).
Cada viaje al aro se convirti¨® en una tanda de penaltis a resolver desde el tiro libre. En el territorio del miedo, el equilibrio de fuerzas transit¨® de lo baloncest¨ªstico a lo emocional. El pulso de Hanga tembl¨® menos que el de San Emeterio y, con la reaparici¨®n de Tomic en la estad¨ªstica, el Bar?a hizo una valiosa hucha para exprimir a su rival (78-73, a 2m 30s). El segundo triple consecutivo de Hanga puso al Valencia contra las cuerdas y un dos m¨¢s uno de Pau Ribas lo mand¨® a la lona. En apenas tres minutos, el parcial fue de 13-1, del 71-73 al 84-74. El Barcelona era semifinalista.
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