El Sevilla golpea primero
El pentacampe¨®n se impone a la Lazio gracias a un gol de Ben Yedder, aunque dej¨® escapar la posibilidad de sentenciar la eliminatoria ante un rival muy r¨²stico
Fue bueno, sin duda, pero pudo ser mejor. El Sevilla aument¨® sus prestaciones en los ¨²ltimos partidos fuera de casa para vencer a la Lazio gracias a un gol de Ben Yedder. En el ambiente, sin embargo, flot¨® la sensaci¨®n de que el conjunto andaluz dej¨® escapar una gran ocasi¨®n de dejar sentenciada la eliminatoria en Roma. La Lazio, muy r¨²stica y desgarrada por las bajas y las lesiones de Luis Alberto y Bastos, dej¨® mucho que desear. El Sevilla desperdici¨® contragolpes fabulosos para hacer el 0-2 e incluso pudo ceder el empate en alguna acci¨®n aislada de los locales. El Sevilla gan¨® y golpe¨® primero, pero tendr¨¢ que cerrar la eliminatoria en su estadio el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. A la victoria del equipo andaluz se uni¨® la ausencia de incidentes antes y durante el desarrollo del partido. La Lazio, como hacen muchos equipos italianos, pareci¨® menospreciar la competici¨®n. El Sevilla, incluso con sus dudas y los cambios demasiado conservadores de Mach¨ªn, no lo hizo al presentar su equipo de gala y lograr un buen resultado, aunque no definitivo.
Lazio, 0-Sevilla, 1
Lazio: Strakosha; Marusic, Bastos (Luis Felipe, m. 57), Acerbi, Radu, Lulic; Parolo (Cataldi, m. 46), Leiva, Luis Alberto (Durmisi, m. 44); Correa y Caicedo. No utilizados: Proto; Romulo, Patric y Badelj.
Sevilla: Vaclik; Navas, Mercado, Kjaer, Sergi G¨®mez, Escudero (Promes, 75); Banega, V¨¢zquez, Sarabia (Amadou, m. 83); Ben Yedder (Munir, m. 71) y Andr¨¦ Silva. No utilizados: Soriano; Rog, Mesa y Gil.
Gol: 0-1. M. 22. Ben Yedder.
?rbitro: Slavko Vincic. Amonest¨® a Radu, Banega, Correa y Mercado.
Ol¨ªmpico de Roma. Unos 25.000 espectadores.
Hubo una figura que sobresali¨® sobre el maltrecho c¨¦sped del Ol¨ªmpico. Aupado a esa figura, a sus conducciones y a su pausa, el Sevilla encontr¨® siempre una salida para atosigar a la Lazio. El art¨ªfice fue Franco V¨¢zquez, quien record¨® con la camiseta del conjunto andaluz los buenos partidos que ya hab¨ªa realizado en el f¨²tbol italiano jugando en el Palermo. V¨¢zquez fue el hombre que le dio sustancia al Sevilla, que, como no pod¨ªa ser de otra forma, se transform¨® en su competici¨®n preferida. Los de Mach¨ªn dejaron atr¨¢s en muchas fases del partido la imagen ab¨²lica que les suele acompa?ar lejos de la protecci¨®n de Nervi¨®n. En algunos momentos, adem¨¢s, encontraron su f¨²tbol ideal, basado en r¨¢pidas transiciones.
La Lazio, disminuida con las bajas por lesi¨®n de Milinkovic Savic y su goleador Immobile, plante¨® el encuentro al contragolpe. Curiosamente, y cuando menos lo esperaba, fue cazada a la contra. El Sevilla, que hab¨ªa avisado en un par de acciones de Ben Yedder, vivo e inquieto, se solt¨® de manera magn¨ªfica para que Escudero recordara al lateral r¨¢pido que fue. El bal¨®n le lleg¨® a Sarabia, que dio el pase que todo delantero desea. Ben Yedder solo tuvo que meter el interior para hacer el 0-1.
V¨¢zquez se cans¨® en la segunda mitad y el Sevilla se empeque?eci¨®. La Lazio se encontr¨® con un partido muy envenenado. Asustado por el contragolpe y el gol, no se solt¨® jam¨¢s en busca del empate. Luis Filipe y Lucas Leiva lo intentaron sin fortuna mientras los andaluces desperdiciaban contragolpes en superioridad para asestar el golpe definitivo. No lleg¨®. Mach¨ªn pareci¨® conformarse. Las eliminatorias tienen su momento y el Sevilla dej¨® pasar una buena ocasi¨®n para plantarse en los octavos de final de una competici¨®n en la que siempre compite bien. Europa no perdona a los equipos sin esa ambici¨®n que hace ganar los t¨ªtulos.
Los sevillistas, trasladados en autobuses p¨²blicos
Las fuerzas de seguridad realizaron un amplio despliegue en Roma para evitar que se repitieran los incidentes que se produjeron en la noche del mi¨¦rcoles entre ultras de la Lazio y del Sevilla. Los aficionados del conjunto andaluz estuvieron custodiados en todo momento por la polic¨ªa desde que se juntaron en su punto de reuni¨®n. Desde all¨ª, los casi 2.000 aficionados sevillistas desplazados a Roma fueron transportados hasta el estadio Ol¨ªmpico en autobuses p¨²blicos de transporte. A lo largo del d¨ªa, el control de la polic¨ªa fue absoluto y no se produjeron incidentes.
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