Una final de Copa para el centenario del Valencia

El equipo del murci¨¦lago despliega sus alas centenarias y emprende el vuelo hac¨ªa la final de Copa. Once a?os despu¨¦s de ganar su ¨²ltimo trofeo del KO, tambi¨¦n de Copa del Rey, ante el Getafe en el Calder¨®n, el Valencia pujar¨¢ por su octavo t¨ªtulo copero el s¨¢bado 25 de mayo en el Benito Villamar¨ªn, fort¨ªn del Betis, equipo al que dej¨® rendido en la orilla de la antigua acequia de Mestalla. El 18 de marzo de 1919 los padres fundadores de la entidad blanquinegra redactaron el acta constitucional del Valencia Football Club. Este mes se cumplen cien a?os desde aquella primera piedra. En unos d¨ªas, cuando sople las velas de su tarta, el Valencia cerrar¨¢ los ojos y pedir¨¢ otro t¨ªtulo. El a?o del centenario comienza feliz.

No hubo enga?os, cero sorpresas, nada de tretas t¨¢cticas. El partido respondi¨® a lo que Marcelino y Quique Seti¨¦n hab¨ªan anticipado en la previa. Dos dibujos opuestos, dos metodolog¨ªas de trabajo y el mismo fin: alcanzar la final. El Valencia fue cauto y conservador y el Betis, valiente hasta rozar la inconsciencia. Nada fuera del gui¨®n establecido.

Marcelino se fortific¨® en su parcela del terreno de juego a la espera de secuestrar el bal¨®n, propiedad del Betis, y salir disparado hacia la porter¨ªa de Joel. Desde que encaj¨® dos tantos en el Villamar¨ªn, el Valencia s¨®lo ha recibido un gol en los cinco partidos siguientes. A esa fiabilidad defensiva, con la ¨²nica permuta en su zaga titular de Roncaglia, otra vez muy fiable en la marca y en la anticipaci¨®n, en lugar del lesionado Garay, se agarr¨® Marcelino. La baja de Garay la acus¨® el Valencia para sacar el bal¨®n desde atr¨¢s y combatir la reconocible presi¨®n alta del Betis.

Seti¨¦n sali¨® a por el partido, decidido, sin especular. Sus trapecistas jugaron sin red cerca del suelo, como siempre. El Betis dej¨® espacios en sus dos flancos y a espaldas de sus centrales, como era previsible. Por ah¨ª quer¨ªa colarse el Valencia, como hizo en la ida. El t¨¦cnico b¨¦tico no pudo contar con Junior Firpo, su exuberante carrilero zurdo que quema la banda. Francis, un diestro, cubri¨® ese flanco con Joaqu¨ªn en la derecha como lateral de emergencia, aunque no es la primera vez que jugaba ah¨ª.

Sin cadenas

Las emboscadas eran las previstas. Las posesiones largas de movimiento pendular del cuadro verdiblanco no deshicieron la disciplina militar del Valencia que sufri¨®, en cambio, como en el Villamar¨ªn, a bal¨®n parado. Las faltas laterales y los c¨®rners de los andaluces llevaban el tembleque a la grada. William Carvalho, siempre bien colocado, dominaba el juego en la medular con su gran sentido t¨¢ctico y barr¨ªa la salida local. En la vanguardia b¨¦tica, Lo Celso y Jes¨¦ hu¨ªan de los centrales para dejarlos sin referencia con su constante movimiento. El dinamismo de Canales, que recorr¨ªa todo el frente de ataque, doblaba como un junco a la defensa del Valencia.

Jes¨¦ puso a prueba los nervios de Jaume, el portero reserva al que Marcelino la ha dado la Copa pese a que no estuvo acertado en la ida y en la eliminatoria de cuartos con el Getafe. El meta estuvo sobrio y resolvi¨® bien el tirazo del canario en la primera mitad, como hizo luego con un disparo seco de Canales en el minuto 86.

Con el Betis m¨¢s preciso y m¨¢s seguro, y el Valencia presa de cierta ansiedad con Guedes, otra vez precipitado y atropellado, y Parejo v¨ªctima de William Carvalho, lleg¨® el gol. Piccini, exb¨¦tico, ech¨® a correr en diagonal hacia la frontal y filtr¨® un pase rompe l¨ªneas sobre Gameiro. El franc¨¦s recogi¨® el bal¨®n y ante la salida de Joel, asisti¨® a Rodrigo, que hinch¨® la red.

La ansiedad a la que hicieron menci¨®n en la previa ambos entrenadores atenaz¨® m¨¢s al combinado valenciano que al andaluz. Tras el gol, el Valencia rompi¨® sus cadenas y fue m¨¢s fiel a su estilo, encontrando m¨¢s espacios para explotar su velocidad. El Betis, obligado a hacer dos goles para jugar la final en su casa, se expuso m¨¢s con Loren y Tello en el campo. Domin¨® la pelota y arrincon¨® al Valencia atacando con Feddal, un central, en el tramo final; pero en esa esquina encaj¨® bien todos los golpes el Valencia, que pudo hacer el segundo saliendo veloz desde la derecha con un Piccini avasallador que se llen¨® de bal¨®n en una contra con Guedes solo y esperando dentro del ¨¢rea.

La final ser¨¢ la primera para Marcelino, tras cuatro intentonas anteriores que se saldaron con fracaso. Su proyecto gana credibilidad con esta clasificaci¨®n tras una marcha irregular en la Liga.