Amargo adi¨®s del Sevilla
Un gol del Slavia en el ¨²ltimo minuto de la pr¨®rroga acaba con el pentacampe¨®n en un partido ag¨®nico en Praga
No pudo existir un final m¨¢s amargo en una noche muy triste para el sevillismo. Un gol en el ¨²ltimo minuto de la pr¨®rroga acab¨® con el Sevilla, pentacampe¨®n de la Liga Europa, a la que ahora dice adi¨®s de manera cruel, pero tambi¨¦n con cierta justicia porque cometi¨® errores imperdonables ante el Slavia, un rival fuerte en lo f¨ªsico, pero inferior t¨¦cnicamente a un Sevilla que recibi¨® un golpe dur¨ªsimo. Los andaluces, reyes de la competici¨®n, apenas supieron competir en la eliminatoria, por m¨¢s que estuviera cerca de la clasificaci¨®n con el 2-3 logrado en la pr¨®rroga tras el 2-2 de la ida. Recibir seis goles de un equipo como el checo en dos partidos habla poco de la grandeza de un equipo como el Sevilla. La eliminaci¨®n abre una herida muy grande.
Slavia, 4-Sevilla, 3
Slavia de Praga:? Kolar; Kudela, Ngadeu-Ngadjui, Deli, Boril; Soucek, Kral (Frydrych, m. 106); Masopust (Zmrhal, m. 92), Traor¨¦, Stoch (Van Buren, m. 93); y Skoda (Olayinka, m. 76). No utilizados: Kovar; Husbauer y Baluta.
Sevilla: Vaclik; Navas, Carri?o, Kjaer, Sergi G¨®mez, Promes; Banega, Mesa (Gonalons, m. 74), Sarabia (Andr¨¦ Silva, m. 80); Ben Yedder (Rog, m. 104) y Munir (V¨¢zquez, m. 90). No utilizados: Soriano; W?ber y Mercado.
Goles: 1-0. M. 14. Ngadeu-Ngadjui. 1-1. M. 44. Ben Yedder, de penalti. 2-1. M. 47. Soucek, de penalti. 2-2. M. 54. Munir. 2-3. M. 96. V¨¢zquez. 3-3. M. 102. Van Buren. 4-3. M. 120. Traor¨¦.
?rbitro: Aleksei Kulbakov. Amonest¨® a Kolar, Kral, Olayinka, V¨¢zquez y Soucek.
Eden Arena. Unos 21.000 espectadores.
El principal problema de los andaluces radic¨® en su lamentable sistema defensivo, pues fue una m¨¢quina de regalar goles y balones al rival. Result¨® incre¨ªble que el Sevilla, con un 2-3 en la pr¨®rroga despu¨¦s del tanto de V¨¢zquez, resultara incapaz de tener el bal¨®n y gestionar el resultado. En el ¨²ltimo minuto de la pr¨®rroga, Rog hizo una falta evitable en el borde del ¨¢rea. Nadie supo despejar el bal¨®n y en un mar de rebotes, Traor¨¦ marc¨® despu¨¦s de que el bal¨®n tocara en el meta Vaclik y Kjaer no supiera sacar la pelota debajo de los palos. Un horror en defensa que puso un triste final en los octavos a un equipo que hab¨ªa logrado el triunfo en 18 eliminatorias seguidas en la que fue su competici¨®n fetiche. La derrota, cruel, pone de nuevo en la picota a Pablo Mach¨ªn.
Nunca se encontr¨® c¨®modo el Sevilla en un encuentro ag¨®nico en Praga. El Slavia propone un f¨²tbol f¨ªsico, con marcas individuales en el centro del campo, balones en largo y fortaleza en la pelea del segundo bal¨®n. Un juego desconocido ya en LaLiga, donde todos los equipos progresan tocando. Un suplicio para los jugadores del Sevilla, incapaces de aclarar sus ideas ante la presi¨®n del conjunto checo. A la pujanza del Slavia se le uni¨® la indefinici¨®n del propio Sevilla, que necesitaba dos goles para pasar y se movi¨® de forma ab¨²lica, una vez m¨¢s, lejos de su recinto de Nervi¨®n. Siempre a remolque en el marcador, al Sevilla lo salv¨® un penalti sobre Promes anotado por Ben Yedder. Munir y V¨¢zquez dieron esperanzas al Sevilla, hasta que dos goles m¨¢s de los checos acabaron con un Sevilla muy d¨¦bil en defensa. Todo fue muy triste, encajando seis goles en dos choques ante un Slavia menor.
A los 14 minutos, un balonazo de la defensa del Slavia fue mal defendido por Carri?o. En el saque de esquina, afloraron las virtudes locales y los defectos del conjunto andaluz. Vaclik amag¨® y no sali¨®, el gigante Skoda era defendido por Banega y su prolongaci¨®n fue muy bien rematada en el ¨¢rea peque?a por Ngadeu-Ngadjui mientras Kjaer estaba bajo palos.
Un horror defensivo que facilit¨® las cosas al Slavia, metido atr¨¢s, presionando una barbaridad sin que el Sevilla pudiera jam¨¢s descoserle. Fueron muchos los intentos de los de Mach¨ªn, la mayor¨ªa sin ¨¦xito. Jugadas que acabaron en balones largos sin sentidos, una multitud de controles de escasa fortuna y, en definitiva, una colecci¨®n de pelotas perdidas. Sin embargo, una luz de esperanza brillaba en la banda izquierda. Se trataba de Promes, quien tir¨® de rabia y velocidad para poner en apuros al lento Kudela. Fue un peque?o milagro. Un bal¨®n en largo fue muy bien aprovechado por el holand¨¦s, que se meti¨® en el ¨¢rea para que el meta Kolar lo derribara. Penalti en el ¨²ltimo minuto transformado por Ben Yedder, lo que abr¨ªa una puerta a la esperanza.
Tuvo m¨¢s problemas el Sevilla al minuto de la segunda mitad. Un nuevo bal¨®n en largo, otro fallo de Carri?o y la cadena de errores finaliz¨® en un evitable penalti de Navas a Boril. Marc¨® Soucek aprovechando el regalo del Sevilla, quien, contracorriente, jug¨® los mejores minutos del partido. Fue Munir, con un golazo espectacular, el que volvi¨® a meter al Sevilla en la eliminatoria. El impresionante remate del delantero aliment¨® las esperanzas andaluzas, aunque, curiosamente, su juego volvi¨® a bajar de nivel. Regresaron las imprecisiones y las p¨¦rdidas. El miedo imper¨® y se lleg¨® a la pr¨®rroga.
El Slavia coment¨® mejor el tiempo suplementario, metiendo al Sevilla en su ¨¢rea. El tormento pareci¨® detenerse cuando Promes, en la ¨²nica acci¨®n con pausa del conjunto andaluz, la puso de cine al ¨¢rea. Irrumpi¨® V¨¢zquez con el ¨ªmpetu del delantero centro y el camino de los cuartos se abr¨ªa. Ni por esas. El Slavia, sin miedo, con una carga f¨ªsica imponente en un partido tremendo, volvi¨® a meter al Sevilla en su ¨¢rea. Kjaer no sali¨® a tiempo de su ¨¢rea y Van Buren cruz¨® con fiereza dentro del ¨¢rea. Tocaba seguir sufriendo en un partido interminable, aunque el 3-3 clasificaba al Sevilla en un choque absolutamente angustioso. Era el momento, en el segundo tiempo de la pr¨®rroga, de que futbolistas como V¨¢zquez o Banega marcaran el ritmo, pero no hubo pausa ni juego. Solo una sucesi¨®n de errores como el cambio de Rog por Ben Yedder por parte de Mach¨ªn, lo mal que se defendi¨® el juego directo de los checos y una crueldad absoluta con el gol en la ¨²ltima jugada de la pr¨®rroga. As¨ª de triste fue el fin de ciclo de un pentacampe¨®n que mordi¨® el polvo cuando hace muy poco pasaba eliminatorias de manera solvente.
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