Las futbolistas colombianas desatan una revoluci¨®n

A las futbolistas colombianas, que en las ¨²ltimas semanas desataron su propia revoluci¨®n contra el machismo, las apodan desde hace a?os ¡°las chicas superpoderosas¡±. Resultados para exhibir no les faltan. La mejor generaci¨®n del f¨²tbol femenino en Colombia estall¨® en la ¨²ltima d¨¦cada, un periodo en que la tricolor logr¨® dos subcampeonatos de la Copa Am¨¦rica en 2010 y 2014, as¨ª como sendas clasificaciones a Mundiales en 2011 y 2015 y a los Juegos Ol¨ªmpicos en 2012 y 2016. Con su gesta en Canad¨¢ 2015, que incluy¨® una sorprendente victoria 2-0 sobre Francia, Colombia se mantiene como el ¨²nico pa¨ªs hispanohablante que ha superado la fase de grupos de un Mundial femenino.

Con esos antecedentes, a comienzos de 2017 se disput¨® el primer partido profesional de la liga femenina. El Independiente Santa Fe, primer campe¨®n del f¨²tbol masculino en 1948, gan¨® tambi¨¦n la primera final de mujeres. La ¡®leonas¡¯ se coronaron frente al Atl¨¦tico Huila en su estadio, El Camp¨ªn de Bogot¨¢, ante una asistencia r¨¦cord de m¨¢s de 30.000 espectadores. Huila tuvo resonantes revanchas. Primero gan¨® la segunda edici¨®n de la liga y, el pasado diciembre, encabezado por Yoreli Rinc¨®n, la diez de Colombia, la Copa Libertadores femenina, al derrotar en penales al Santos de Brasil. Para los que solo lo segu¨ªan a la distancia, el f¨²tbol femenino parec¨ªa encarrilado en Colombia, con recientes pero s¨®lidas ra¨ªces. Sin embargo, debajo de la superficie, las futbolistas enfrentaban un entorno hostil en medio de condiciones laborales indignas. Y decidieron romper el silencio.

Las internacionales Isabella Echeverri y Melissa Ortiz, becadas en Estados Unidos, publicaron en sus redes sociales el pasado 18 de febrero un video que sacudi¨® el mundo del f¨²tbol y desat¨® un pulso con los directivos. Denunciaban abundantes irregularidades en el manejo de la selecci¨®n femenina: la federaci¨®n no les pagaba, ten¨ªan que cubrir sus propios tiquetes y gastos m¨¦dicos, sus uniformes eran viejos o usados y a las jugadoras que se atrev¨ªan a hablar las vetaban. Se sent¨ªan amenazadas, tem¨ªan que no las volvieran a convocar, pero no estaban dispuestas a callar. ¡°Ya no tenemos miedo¡±, dicen al final del video, que no tard¨® en hacerse viral.

Sus denuncias despertaron una oleada de solidaridad. En un pa¨ªs donde el movimiento del Me Too estuvo precedido por la campa?a No es hora de callar, las denuncias de las ¡®superpoderosas¡¯ resonaron con fuerza. El lema M¨¢s f¨²tbol, menos miedo se convirti¨® en tendencia. Y la bola de nieve se agrand¨® con denuncias de acoso sexual en las selecciones juveniles.

La mayor damnificada de los vetos fue Daniela Montoya, de 28 a?os, la primera colombiana en anotar un gol en un Mundial, precisamente en Canad¨¢ 2015. La mediocampista sali¨® de las convocatorias por a?o y medio luego de reclamar los premios prometidos por clasificar a octavos de final, lo que le cost¨® su sue?o de jugar los Ol¨ªmpicos de R¨ªo 2016. Un viejo rumor que se vino a comprobar con un audio que hace parte del voluminoso dossier en el que la Asociaci¨®n Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) document¨® los abusos. Uno de los momentos m¨¢s emotivos de estas semanas de pol¨¦mica lleg¨® cuando Echeverri, de 24 a?os, le pidi¨® perd¨®n a Montoya en nombre de sus compa?eras por no apoyarla cuando la vetaron.

Con el argumento de la poca rentabilidad econ¨®mica, los directivos del f¨²tbol colombiano respondieron con la propuesta de convertir la liga femenina en una competencia semiprofesional, con l¨ªmite de edad de 23 a?os, e insinuaron que las mayores de 25 no volver¨ªan a ser convocadas a la selecci¨®n. El anuncio fue ampliamente considerado como discriminatorio, machista y con ¨¢nimo de represalia. Mientras se celebraba el D¨ªa Internacional de la Mujer con marchas en distintos pa¨ªses el pasado 8 de marzo, las futbolistas colombianas estaban sumergidas en una batalla por impedir que se diluyera su liga profesional.

Sus condiciones laborales indignas son ilustrativas. En Colombia se han dado avances en igualdad de g¨¦nero, pero persiste la discriminaci¨®n, sin siquiera profundizar en la violencia machista. Las mujeres nunca han alcanzado la presidencia, y apenas un 12 % de los gobiernos locales est¨¢n en manos de alcaldesas. La brecha salarial de g¨¦nero, por ejemplo, se mantiene en 19%, seg¨²n el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE).

Incluso la FIFA y la Conmebol rechazaron y condenaron los casos de acoso sexual y laboral denunciados las ¨²ltimas semanas, y los futbolistas de la selecci¨®n absoluta de mayores, encabezados por astros como James Rodr¨ªguez y Falcao Garc¨ªa, se solidarizaron con sus colegas y exigieron investigaciones. Las ¡°superpoderosas¡± consumieron sus marat¨®nicas jornadas en reuniones con la Vicepresidenta de la Rep¨²blica, Marta Lucia Ram¨ªrez; el Defensor del Pueblo, Carlos Negret; y la ministra de Trabajo, Alicia Arango. El acompa?amiento termin¨® por rendir frutos, y la asamblea de la Divisi¨®n Mayor del F¨²tbol Colombiano (Dimayor), tras una intervenci¨®n de Echeverri como portavoz de las deportistas, anunci¨® esta semana una comisi¨®n para hacer viable la tercera edici¨®n de la liga femenina, a disputarse desde agosto. ¡°Le devolvimos el trabajo a muchas mujeres que lo estaban esperando, y para m¨ª eso es lo m¨¢s importante¡±, valora Echeverri. ¡°Esperemos que el f¨²tbol femenino en Colombia siga creciendo¡±