El Palestino de Chile y la fidelidad
El modesto equipo compite en la Libertadores y sac¨® un meritorio empate de la cancha de River
Algunos clubes permanecen fieles a su origen. Un ejemplo rotundo lo ofrece el Club Deportivo Palestino de Santiago, Chile. Fue fundado en 1920 por gente que hab¨ªa emigrado del Imperio Otomano y a los que por eso se denominaba (por costumbre a¨²n se llama as¨ª a los originarios de esa parte del mundo) turcos. El expresidente argentino Carlos Menem, hijo de sirios, era tambi¨¦n turco. Pero los del Palestino eran palestinos, cristianos en su gran mayor¨ªa, y quisieron reflejarlo en el nombre y los colores de su escudo, tres barras de blanco, rojo y verde, con una franja negra horizontal. La comunidad chilena de origen palestino se mantiene apegada al club. Mi amigo Xavier Abu Eid, un polit¨®logo nacido en Chile y regresado a la Palestina ocupada, asesor del equipo negociador de la OLP, no pierde ocasi¨®n de recordar su fervor por CD Palestino. Una vez dijo que lo ¨²nico que le har¨ªa volver a Chile ser¨ªa una oferta para dirigir el club de f¨²tbol.
El Palestino compite este a?o en la Copa Libertadores. Accedi¨® a ella por la v¨ªa del repechaje (tuvo que superar dos eliminatorias previas ante el Medell¨ªn de Colombia y el Talleres de C¨®rdoba argentino) y le toc¨® el grupo A, el encabezado nada menos que por el campe¨®n, River Plate. Se le dio por muerto desde el mismo momento del sorteo. Como su estadio, el Municipal de La Cisterna, apenas puede acoger 10.000 espectadores, disputa sus partidos internacionales en el de Universidad Cat¨®lica. Perdi¨® el primer encuentro en casa, 0-1, frente a los brasile?os de Internacional de Porto Alegre. Pero empat¨® el segundo: 0-0 frente a River Plate en el Monumental de Buenos Aires, sin p¨²blico por las sanciones derivadas de los disturbios en la reciente final Boca-River Plate. Palestino sigue vivo.
Sus dirigentes han emprendido una campa?a para traer a La Cisterna tierra de todas las canchas palestinas y resembrar con ella el c¨¦sped. Quieren que ¡°todos los palestinos del mundo se sientan locales¡± en el estadio chileno.
Eso es fidelidad.
Tambi¨¦n lo es, de una forma distinta, la de Racing. El club de Avellaneda, nacido en 1901, fue el primer equipo argentino fundado enteramente por criollos (ciudadanos nacidos en el pa¨ªs), sin directivos ingleses. Aunque los apellidos de aquellos pioneros no dejan dudas sobre el crisol que era la provincia de Buenos Aires (Werner, Vidaillac, Viazzi, Lamour, Echeverri, Balestrieri, Poujade, Sepich, etc¨¦tera), Racing form¨® parte de los equipos que establecieron el ¡°estilo argentino¡± frente al juego f¨ªsico, directo y mec¨¢nico de los ingleses. El f¨²tbol argentino, surgido de los ¡°potreros¡± (descampados), se basaba en la gambeta, el ca?o, el pase corto, la pura habilidad, la obsesi¨®n por ganar; tambi¨¦n se caracterizaba por la defensa poco escrupulosa (la zancadilla hachera) y una considerable dificultad para el juego colectivo.
Es lo que Dante Panzeri (1921-1978), uno de los patriarcas del periodismo deportivo argentino, defini¨® como ¡°din¨¢mica de lo impensado¡±. Para ¨¦l, ¨ªntegro e intransigente, peleado con casi todo el mundo, el f¨²tbol eran los futbolistas y lo que fueran capaces de imaginar en cada momento. Quiz¨¢ no por casualidad, Dante Panzeri pertenec¨ªa a la hinchada de Racing, ese club que, de tan argentino, luci¨® la camiseta con los colores de la bandera nacional antes que la propia selecci¨®n.
Racing jug¨® mal este fin de semana. Le angustiaron el v¨¦rtigo de su posici¨®n como l¨ªder y la cercan¨ªa de la meta. Tuvo que recurrir a la parte oscura del ¡°estilo argentino¡±: la falta, el barullo, la picard¨ªa, la voluntad de ganar a cualquier precio. Defendi¨® con los dientes el gol de Lisandro L¨®pez en el primer minuto y consigui¨® ganar a Belgrano. Ya roza el t¨ªtulo.
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