Odegaard, la promesa pendiente
El noruego, de 20 a?os, fichado el Madrid a los 16, despega en Holanda tras desarrollar f¨ªsicamente e incrementar su incidencia en las acciones de finalizaci¨®n
El primer d¨ªa que Martin Odegaard (Noruega, 1998) atraves¨® la puerta del vestuario del Real Madrid Castilla se sinti¨® bajo sospecha. Era enero de 2015, ten¨ªa 16 a?os y acababa de ser presentado por el club blanco con una puesta en escena m¨¢s propia de un fichaje estrella que de un adolescente sin apenas recorrido en el f¨²tbol profesional. Su curr¨ªculum reflejaba ¨²nicamente 25 partidos con el modesto Str?msgodset noruego antes de que el Madrid se llevase al joven prodigio por algo m¨¢s de 4 millones de euros tras un casting y una puja posterior sin precedentes por un juvenil en la que participaron los equipos m¨¢s poderosos de Europa.
Cuatro a?os despu¨¦s, Odegaard, que afronta su segunda cesi¨®n en Holanda, vuelve a ponerse en el centro del foco medi¨¢tico. El joven, con contrato con el Madrid hasta 2021, fue convocado por la selecci¨®n de Noruega y hoy se mide a Espa?a en el duelo con mayor escaparate de su corta trayectoria. Sin oportunidades en el primer equipo blanco y alejado del ruido desde que abandon¨® Valdebebas en enero de 2018, su evoluci¨®n se pondr¨¢ a examen ante la selecci¨®n de Luis Enrique.
"Muchos no sab¨ªamos muy bien ni qui¨¦n era cuando lleg¨®", cuenta bajo condici¨®n de anonimato uno de sus compa?eros m¨¢s cercanos en el Castilla. "Al principio era muy t¨ªmido porque no hablaba nada de espa?ol, pero lo aprendi¨® muy r¨¢pido. Puede que de primeras no se sintiera muy c¨®modo, pero algunos tratamos de acercarnos e integrarlo para que se adaptar¨¢ lo m¨¢s r¨¢pido posible. Fue solt¨¢ndose y de vez en cuando sal¨ªa a comer con nosotros", apostilla su excolega, actualmente jugador de Segunda.
Los recelos de los canteranos se centraron en dos aspectos. El primero, el salario que percib¨ªa el joven n¨®rdico, de m¨¢s de un mill¨®n de euros a su llegada, sensiblemente superior al del resto de los integrantes del filial. El segundo, la firme sospecha de que pose¨ªa el privilegio de jugar por decreto cada fin de semana, sin importar el rendimiento ofrecido sobre el c¨¦sped ni el meritaje diario de los entrenamientos.
Las condiciones futbol¨ªsticas de Odegaard le impidieron adaptarse a una categor¨ªa ruda y f¨ªsica como es la Segunda Divisi¨®n B. Desde su llegada, en Valdebebas apreciaron a un jugador con una zurda exquisita y una t¨¦cnica y una visi¨®n de juego privilegiadas. Pod¨ªa desempe?arse en la mediapunta o como extremo y era el¨¢stico, veloz, preciso y desequilibrante. Pero la falta de desarrollo f¨ªsico, sumada a la ausencia de conceptos defensivos y a una escasa capacidad resolutiva en ataque, le convirtieron en un jugador est¨¦ril para el campeonato.
El chico nunca se encontr¨® c¨®modo en el filial, donde disput¨® 62 partidos y anot¨® cinco goles en dos a?os, y el Madrid no le daba carrete en el primer equipo. ?l no ofrec¨ªa garant¨ªas para promocionar y el club, inmerso en una tendencia ganadora, no ten¨ªa necesidad de agarrarse a j¨®venes talentos, como ha ocurrido este curso con Vinicius. Ni Ancelotti, ni Ben¨ªtez, ni Zidane, quien incluso le releg¨® a la suplencia durante su etapa en el filial, le consideraban como un futbolista v¨¢lido para Chamart¨ªn. Sus apariciones fueron m¨ªnimas: dos pretemporadas, 32 minutos en LaLiga y 90 en la Copa.
La progresi¨®n de Odegaard no sigui¨® los ritmos que esperaban ni el club ni su entorno, donde el padre ocupa un rol decisivo en la toma de decisiones. Fue precisamente su progenitor quien le anim¨® a decantarse por el f¨²tbol holand¨¦s para su primera gran aventura profesional. En enero de 2017, reci¨¦n alcanzada la mayor¨ªa de edad, se decidi¨® por el modesto Heerenveen.
El chico, que complet¨® una temporada y media a pr¨¦stamo, tampoco cumpli¨® con las expectativas. En los primeros seis meses no logr¨® asentarse como titular y su rendimiento ofreci¨® muchas dudas. Se mostraba incapaz de corregir sus carencias en la finalizaci¨®n. Una vez alcazaba las cercan¨ªas del ¨¢rea sufr¨ªa un bloqueo: no disparaba. En 43 partidos tan solo anot¨® dos goles, un registro escaso para un jugador que alternaba el extremo derecho con la mediapunta.
Cerca de la veintena, Odegaard se encontraba en el mismo punto que a los 16 a?os. Algunos empleados del club empezaban a intuir un posible estancamiento. Las previsiones ya no eran tan esperanzadoras como a su llegada. El joven complet¨® la ¨²ltima pretemporada a las ¨®rdenes de Julen Lopetegui y en agosto regres¨® a Holanda para jugar en el Vitesse, otro conjunto modesto de los Pa¨ªses Bajos.
Sus mejores n¨²meros
Justamente cuando m¨¢s se pon¨ªa en duda su categor¨ªa, Odegaard aceler¨® como nunca. M¨¢s formado f¨ªsicamente, con un tren inferior notablemente m¨¢s fuerte, se ha convertido en el referente de su equipo. Ubicado en el perfil diestro del ataque, comenz¨® a producir de manera constante y aument¨® notablemente su incidencia en la zona ofensiva.
Se mueve con total libertad, retrasa su posici¨®n para participar en la elaboraci¨®n, abre l¨ªneas de pase con la misma frecuencia que antes, pero ahora, adem¨¢s, intimida. Sin miedo al disparo desde posiciones cercanas al ¨¢rea, se muestra como una amenaza permanente. Potente en la arrancada, ya no solo dribla y busca el pase, su acci¨®n predilecta, sino que tambi¨¦n remata.
Sus registros se han disparado y en 27 partidos suma siete goles y seis asistencias. En 2019 es el jugador que m¨¢s ocasiones ha generado de la liga holandesa (25). Su rendimiento estos meses le ha puesto en el radar de equipos de renombre, como el Ajax, que podr¨ªa ofrecerle al Madrid 20 millones de euros para convertirle en el sustituto de Frankie de Jong, traspasado al Barcelona. El club blanco se muestra prudente con el futuro del jugador, que regresar¨¢ en verano a Chamart¨ªn. Ahora mismo no descartan nada, aunque su llegada al primer equipo blanco parece poco probable.
El chico tampoco se pronuncia en un tono demasiado optimista al hablar de un posible retorno. "A¨²n no hemos hablado con el Madrid y no s¨¦ qu¨¦ pensar¨¢n de m¨ª. Lo realmente importante para mi formaci¨®n es tener muchos minutos y en el Madrid s¨¦ que eso es muy dif¨ªcil. Seguro que encontramos una buena soluci¨®n para todos", explic¨® durante la presente concentraci¨®n con Noruega.
Este s¨¢bado, en pleno despegue y con su futuro en el aire, Odegaard afronta ante Espa?a su prueba m¨¢s medi¨¢tica. El Madrid, y muchos otros, estar¨¢n pendientes de un muchacho que a los 20 a?os anhela dejar atr¨¢s su condici¨®n de prodigio para asentarse en la ¨¦lite.
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