El riesgo de competir a 190 km/h con 14 a?os

Marcos Garrido (Rota, C¨¢diz; 14 a?os) jugaba al f¨²tbol en el Rosario, el equipo de su pueblo. Adem¨¢s, le chiflaban las motos. Y se confesaba fan de Valentino Rossi. Con seis a?os gan¨® el Trofeo Andaluz Copa Sur con una minimoto de esas que apenas miden medio metro y alcanzan los 40 km/h. Este domingo participaba en una carrera en el circuito de Jerez cuando sufri¨® un accidente. Lideraba la prueba cuando se fue al suelo al cabo de seis vueltas, a la entrada del tercer viraje del trazado andaluz. Y tuvo la mala fortuna de que le golpeara el piloto que le segu¨ªa en segunda posici¨®n. Falleci¨® en el Hospital General de Jerez, a donde hab¨ªa sido trasladado con urgencia, una hora despu¨¦s de ser ingresado.

Su muerte reabre el debate sobre la edad id¨®nea para iniciarse en los deportes de motor. Un debate social en un pa¨ªs como Espa?a, l¨ªder en las competiciones internacionales de velocidad, en que los adolescentes crecen con referentes como M¨¢rquez o Lorenzo. La Federaci¨®n Espa?ola de Motociclismo (RFME) concede licencias a pilotos partir de los seis a?os, aunque la edad de competici¨®n m¨ªnima en circuitos de velocidad son los 10. El a?o pasado participaron 136 ni?os, de seis a 12 a?os, en la Copa de Espa?a de mini velocidad, con carreras en circuitos de karting.

La categor¨ªa en la que participaba Garrido, SP300, del campeonato andaluz y puntuable para el Campeonato Interauton¨®mico de Velocidad (CIV) que se disputa en una decena de circuitos espa?oles, permite correr a chicos a partir de los 14 a?os. Pone en pista motos de 300cc, similares a las Moto3 de la categor¨ªa peque?a del Mundial, pero al ser motos de serie adaptadas para la competici¨®n tienen menos velocidad punta y son m¨¢s pesadas. Estas motos no tienen control de tracci¨®n y est¨¢ limitado tanto el peso de la m¨¢quina como las revoluciones por minuto. En el caso de la moto del piloto de Rota, una Yamaha YZF-R3, el peso m¨ªnimo es de 138 kg y las revoluciones se limitan a 13.100 rpm.

La Federaci¨®n Andaluza de Motociclismo (FAM), organizadora del evento en Jerez, no ha podido confirmar a qu¨¦ velocidad rodaban los pilotos en el momento del accidente que acab¨® con la vida de Garrido. Si bien, la Yamaha R3, una moto de calle ¡ªpara la que no tendr¨ªa licencia hasta cumplir los 18 a?os¡ª, alcanza los 190 km/h.

Garrido era un adolescente espigado, delgado y alto, y aunque no constan los datos sobre su altura y peso, aspectos de la fisonom¨ªa que seguramente deber¨ªan tenerse en cuenta, fuentes del CIV aseguran que med¨ªa cerca de 1,70cm y pesaba m¨¢s de 55kg. Pep Font, psic¨®logo deportivo del CAR de Sant Cugat, cree que las federaciones y los organizadores de las carreras deben asegurarse de que los riesgos que se corren sean razonables. ¡°Por eso hay que tener en cuenta la edad, en relaci¨®n con el peso y la potencia de las motos¡±. Si bien, la ¨²nica limitaci¨®n es la edad.

¡°Cada vez insistimos m¨¢s en la seguridad. Todos los circuitos han mejorado para que no se produzcan impactos en caso de accidente contra ning¨²n objeto, por eso las escapatorias, las protecciones¡­ Pero lo que no podemos controlar es que haya una ca¨ªda y el piloto quede indefenso. Si viene un veh¨ªculo por detr¨¢s, el impacto supera los 80 km/h y el golpe se sucede en una zona vital puede darse este desastre¡± declaraba el presidente de la RFEM, Manuel Casado, a TVE.

Pero ?est¨¢ un adolescente preparado psicol¨®gicamente para competir con motos que ni siquiera podr¨ªa pilotar fuera de un circuito de velocidad? En opini¨®n de Casado, es dif¨ªcil evitar que los pilotos empiecen a competir a edades muy tempranas, pero ¡°hay que tratar de mantener un equilibrio. Y que las medidas de seguridad garanticen que los casos como este sean pr¨¢cticamente inexistentes¡±.

Banalizar las lesiones

¡°Un menor, por definici¨®n, no tiene la madurez necesaria para asumir ese riesgo. Aunque cada uno es distinto y seguro que encontrar¨ªamos a alguno que s¨ª es lo suficientemente maduro¡±, se?ala Pep Font, que ha tratado a multitud de pilotos. El psic¨®logo opina que una de las claves es la percepci¨®n del riesgo. ¡°El riesgo de lesionarse en un circuito es m¨¢s alto que el que se corre en la vida cotidiana, pero no s¨¦ si tanto el riesgo de perder la vida. No hay m¨¢s que revisar las muertes en carretera este fin de semana [16 fallecidos en el fin de semana m¨¢s tr¨¢gico desde hace un a?o]. La diferencia en este caso es que el chico corr¨ªa por diversi¨®n. Y ese es un riesgo evitable¡±, apunta.

El problema, a?ade, es que ¡°todos aceptan con una naturalidad tremenda romperse la clav¨ªcula. Porque ven que uno se rompe y al d¨ªa siguiente est¨¢ compitiendo. Se banalizan las lesiones y la importancia de estas¡±. Las fracturas se dan por habituales. ¡°Y, adem¨¢s, se publicita la r¨¢pida recuperaci¨®n de los pilotos. ¡®Est¨¢ hecho de otra pasta¡¯, dicen los m¨¦dicos. Esa es la imagen que impregna a todos los chavales y es lo que hace que no tengan una lectura apropiada del riesgo que corren¡±, concluye Font.