El City se apaga sin Bernardo Silva

El cartel anunci¨® el duelo de dos de los jugadores m¨¢s en forma del mundo. Harry Kane y Bernardo Silva se aproximaban a su cita en los cuartos de la Champions como al umbral que separa la excelencia de la gloria. El escenario cambi¨® por completo seg¨²n pasaban los minutos. El portugu¨¦s sufri¨® un problema f¨ªsico en el ¨²ltimo entrenamiento antes de viajar a Londres y en su lugar Guardiola aline¨® a Riyad Mahrez en el extremo derecho. El efecto sobre el City fue depresivo. Tanto como la p¨¦rdida de Kane para el Tottenham. El delantero tuvo que abandonar el campo a la pata coja, apoyado sobre dos m¨¦dicos en el minuto 55 del partido, despu¨¦s de da?arse gravemente el tobillo izquierdo en un choque con Delph.

El City replic¨® el plan que ha puesto en pr¨¢ctica con tanto ¨¦xito a lo largo de la temporada. Sali¨® a presionar arriba. Fue a ahogar a los centrales del Tottenham para intentar conseguir una ventaja preliminar que le abriera la eliminatoria. Mientras los jugadores tuvieron energ¨ªa, consiguieron juntarse y mover la pelota con alg¨²n sentido. Pero, sin la lucidez de Bernardo Silva en el cuadrante derecho, la circulaci¨®n del bal¨®n se fren¨®. Perplejo y sin movilidad, Mahrez ped¨ªa las entregas al pie, y cuando recib¨ªa se empantanaba en conducciones est¨¦riles mientras sus compa?eros le miraban esperando la devoluci¨®n. El Tottenham no tard¨® en aprovechar estas distracciones para hurgar en la espalda de Walker, que se encontr¨® poco respaldado ante Rose.

La primera gran oportunidad del City de dar un golpe a la eliminatoria se produjo a trav¨¦s de una conducci¨®n de Sterling. Una aventura individual que el extremo ingl¨¦s condujo atrayendo defensas antes de buscar un remate que parec¨ªa destinado a perderse. Lo par¨® Rose con la mano y el ¨¢rbitro se?al¨® penalti tras ser advertido por el juez de VAR. A los 11 minutos, el equipo excursionista se encontr¨® con una soluci¨®n inesperada a lo que parec¨ªa un partido enrevesado. Pero Ag¨¹ero no ajust¨® el tiro y Lloris le adivin¨® la intenci¨®n.

Pochettino respondi¨® a la presi¨®n inicial del City con la vieja f¨®rmula. Mand¨® a Verthongen y Alderweireld a salir bombeando balones para reducir riesgos. Por momentos la disputa se concentr¨® en el c¨ªrculo central, ah¨ª donde ca¨ªan las pelotas y se peleaba por la segunda jugada. Si la ganaba Kane, cosa que ocurr¨ªa a pesar del esfuerzo vano de una romer¨ªa de oponentes, mov¨ªa la pelota con veneno. Si la ganaban los visitantes, ten¨ªan un problema porque no acertaban a romper con el primer pase. Dele Alli se encarg¨® de tapar a Fernandinho, Son cerr¨® a Otamendi y Kane bloque¨® a Laporte.

Obligado a salir jugando por arriba, el City se deform¨®. Actu¨® contra su naturaleza y sus costumbres. Los pases largos de Otamendi y Laporte no pod¨ªan encontrar receptores h¨¢biles. ?Silva? Es un peso pluma. ?Ag¨¹ero? Un distra¨ªdo. ?Mahrez? Un talento grande al cobijo del Leicester y un futbolista irrelevante cuando debi¨® acoplarse a un proyecto mayor. Desprovisto de expertos en el cuerpo a cuerpo, el City perdi¨® la pelota y el sitio.

Los intentos de Otamendi y Fernandinho por despeinar a Kane para provocar su ira fueron sintom¨¢ticos del nerviosismo de un equipo que solo sabe crecer si logra darle buen ritmo de bal¨®n a cada jugada. El Tottenham se estaba adue?ando de la situaci¨®n cuando, en la reanudaci¨®n, se lesion¨® Kane. La gravedad de la baja se reflej¨® en el rictus de ansiedad de Pochettino. El cambio del capit¨¢n por Lucas Moura no invitaba al optimismo. Pero el City aprovech¨® mal el incidente. Por m¨¢s que Guardiola invit¨® a sus jugadores a moverse al campo contrario, no hubo una reacci¨®n.

La lucha por la supervivencia favoreci¨® al Tottenham bajo la direcci¨®n de Winks, la astucia de Eriksen y la persistencia de Son. En el minuto 78 Eriksen vio desmarcado al coreano en el pico del ¨¢rea y le lanz¨® un pase que por poco pierde por la l¨ªnea de fondo. No fue as¨ª. Enganch¨® la pelota, se revolvi¨® hacia el ¨¢rea chica, y ante la par¨¢lisis de Delph y la mirada doliente de Ederson ¡ªhab¨ªa sufrido un terrible golpe en la cadera¡ª remat¨® a la red.

Faltaban diez minutos para el final y el City no se recobr¨®. El 1-0 le pes¨® como una tonelada. Casi tanto como la baja de Bernardo Silva, su mejor jugador.