Ferrari se la l¨ªa a Leclerc en el GP de China
La Scuderia sacrifica al monegasco para favorecer el podio de Vettel en otro paseo y doblete de Hamilton y Mercedes
La imagen de Ferrari es tan potente que la compa?¨ªa m¨¢s universal que existe en el mundo de las carreras puede permitirse el lujo de aplicar esas ¨®rdenes que tan poco gustan a la mayor¨ªa de aficionados y no sonrojarse en absoluto. Lo que ocurre es que la jugada no le sirvi¨® de mucho al equipo italiano en Shangh¨¢i, donde los estrategas sacrificaron a Charles Leclerc y le eliminaron de la ecuaci¨®n para nada. En otro domingo de esos tan pl¨¢cidos para Mercedes, el ¨²nico picante lo pusieron los b¨®lidos rojos, que se enredaron entre sus dos pilotos de forma incomprensible si tenemos en cuenta que el Gran Premio de China era solo la tercera parada del calendario. Suerte tuvo la realizaci¨®n del l¨ªo en el que se meti¨® la tropa de Il Cavallino Rampante, porque de lo contrario no habr¨ªa sabido en qui¨¦n centrar las c¨¢maras en una prueba decidida en los primeros 200 metros.
Lewis Hamilton le rob¨® la cartera a Valtteri Bottas y emboc¨® la primera curva en cabeza, una posici¨®n que en ning¨²n caso estuvo en peligro y que le permiti¨® salir del circuito como nuevo l¨ªder del Mundial. Detr¨¢s del brit¨¢nico cruz¨® bajo la bandera de cuadros su vecino de taller, mientras que Sebastian Vettel complet¨® un podio orquestado desde el muro desde los primeros compases. Max Verstappen sac¨® tajada de la empanada mental de Ferrari y termin¨® el cuarto despu¨¦s de que la Scuderia le quitara de en medio a Leclerc (finalmente quinto) con una visita extra a los talleres. Carlos Sainz finaliz¨® el 14? tras ser arrollado por Daniil Kvyat en la primera curva y verse obligado a entrar a cambiar el morro de su McLaren.
Si hay algo que agradecer a Liberty Media, propietaria del Mundial desde hace dos a?os, es su apuesta por el espect¨¢culo a trav¨¦s de la televisi¨®n. El rodillo de Hamilton ¨C75? victoria de su palmar¨¦s y sexta en Shangh¨¢i¨C y Mercedes ¨Ctercer doblete de tres posibles¨C, llev¨® a concentrar el foco en las conversaciones de radio que mantuvieron Leclerc y Xavi Marcos, el encargado de guiarle desde la barrera. Corr¨ªa la und¨¦cima vuelta cuando el ingeniero espa?ol le pidi¨® al monegasco, situado el tercero, que se dejara adelantar por Vettel en una decisi¨®n que probablemente traer¨¢ cola. ¡°?Pero si me estoy alejando de ¨¦l!¡±, respondi¨® el piloto, convencido de la incongruencia de aquello que le ped¨ªan. B¨¢sicamente, porque ni el alem¨¢n ten¨ªa chicha suficiente para lanzarse a por los Mercedes ni la amenaza de Verstappen, que rodaba detr¨¢s, parec¨ªa suficientemente seria hasta que Red Bull oli¨® la sangre. En ese momento, la estructura energ¨¦tica movi¨® ficha y anticip¨® la parada del holand¨¦s con la intenci¨®n de pescar en aguas movidas. Ferrari no tuvo otra opci¨®n que proteger a Vettel por m¨¢s que eso dejara a su otro piloto completamente a la intemperie y a merced de Mad Max, que se lo merend¨® en los garajes y lo dej¨® en tierra de nadie, oblig¨¢ndole a cambiar de t¨¢ctica e ir a la contra, un planteamiento que todav¨ªa se complic¨® m¨¢s con una ¨²ltima visita al garaje.
Los aplausos que recibi¨® el constructor de Maranello este invierno por haberse atrevido a apostar por un joven como Leclerc (21 a?os) pueden convertirse en una patata caliente en caso de que el chico no tenga libertad para demostrar todo aquello que sabe hacer con un volante en las manos. Hasta ahora ¨¦l se ha limitado a obedecer y siempre ha respondido con buenas palabras, incluso en los peores momentos ¨Chace dos semanas una aver¨ªa en el motor de su coche en Bahr¨¦in le arrebat¨® una victoria que ya saboreaba¨C. Sin embargo, esa serenidad tendr¨¢ un l¨ªmite que probablemente quede pronto en evidencia si Ferrari no juega sus cartas de un modo m¨¢s equilibrado.
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