El ¡°sue?o loco¡± de Gilbert

La Par¨ªs-Roubaix son 54 kil¨®metros de pedruscos y de soledad. La ley del pelot¨®n pesa poco en los caminos empedrados de pav¨¦s que cada ciclista recorre como puede, puro ejercicio de voluntad y reto. Cada ciclista que sufre, y al mismo tiempo se exalta pues todos so?aron con ser ciclistas para vivir momentos as¨ª, pelea por un objetivo, y terminada la carrera, bajo el agua caliente de la ducha del autob¨²s del equipo ¡ªlas duchas fr¨ªas, comunales, del vel¨®dromo, como cub¨ªculos de minero, son reliquias para que hagan fotos los turistas ya¡ª, cada uno se examina. Dos corredores, al menos, terminaron tan felices que no cambiar¨ªan ni un minuto de las casi seis horas pasadas expuestos a toda velocidad (casi 44 de media, tremendo) al viento de cara y al polvo de los caminos secos.

Uno es el ganador, el veterano Philippe Gilbert; el otro es un lituano modesto llamado Evaldas Siskevicius, que termin¨® noveno. Los dos ganaron su desaf¨ªo. Mientras Gilbert ¡ªuno de la generaci¨®n de Alejandro Valverde, un belga de casi 37 a?os que gan¨® un Mundial por delante de ?scar Freire, hace tanto ya, hace siete a?os y ya era treinta?ero¡ª hab¨ªa retado a la historia y sus mitos m¨¢s grandes, Siskevicius, un rodador asentado en Francia, de 30 a?os ya, se med¨ªa contra s¨ª mismo.

Hace un a?o justo, el lituano lleg¨® el ¨²ltimo, fuera de control, despu¨¦s de innumerables aver¨ªas y accidentes. Solo por recompensar su pundonor, el cami¨®n escoba no le oblig¨® a abandonar y el vel¨®dromo mantuvo sus puertas abiertas, ya casi anocheciendo. Este domingo, el mismo lituano, entr¨® en el pelot¨®n de los m¨¢s importantes, los que hab¨ªan intentado, sin ¨¦xito, cazar al grupo en el que Gilbert construy¨® su victoria.

Iguala a Kelly

Con su victoria en Roubaix, un territorio al que hasta hace pocos a?os era al¨¦rgico, el val¨®n Gilbert iguala a Sean Kelly, el irland¨¦s que en los a?os 80 gan¨® cuatro de los cinco monumentos del ciclismo. A Kelly (tres Lombard¨ªa, dos Liejas, dos San Remo y dos Roubaix), la falt¨® un Tour de Flandes para unirse a Eddy Merckx, Rick van Looy y Roger de Vlaeminck, los tres dioses de las cl¨¢sicas que construyeron su rivalidad en los a?os 60 y 70, los ¨²nicos tres que han ganado los cinco monumentos.

A Gilbert, que comenz¨® como ciclista tipo Valverde, un puncheur con dinamita en los repechos, un corredor t¨ªpico de Lieja (2011) y Lombard¨ªa (2009 y 2010), y que con su triunfo en Flandes (2017) mostr¨® ya registro para todos los terrenos, solo le falta la San Remo, un objetivo al que no renuncia.

¡°Es un sue?o un poco loco que alimento desde hace 10 a?os¡±, dijo Gilbert, que hace dos semanas abandon¨® enfermo el Tour de Flandes. Sus aceleraciones despu¨¦s de la mina de Arenberg, la recta temida, seleccionaron el sexteto que se form¨® en Mons en P¨¦v¨¨le, otro tramo cinco estrellas (con Lampaert, Van Aert, Politt, Sagan y Vanmarcke). Despu¨¦s, fue el ¨²nico que aguant¨® al alem¨¢n Politt en su ataque tras el Carrefour de l'Arbre, y le bati¨® f¨¢cil en el sprint en el vel¨®dromo.

Participaron cuatro espa?oles y terminaron dos, el joven asturiano Iv¨¢n Garc¨ªa Cortina, que ense?¨® su maillot hasta que no pudo m¨¢s (41?, a 10m 19s), y el veterano navarro Imanol Erviti, el espejo en el que se miran todos los que quieren desafiar al pav¨¦s (73?, a 15m 47s).