Nadal se abre paso entre las r¨¢fagas
El n¨²mero dos resuelve un primer parcial trabado contra Dimitrov (6-4 y 6-1, en 1h 34m) en un duelo deslucido por la incidencia del viento. El argentino Pella (6-4, 4-6 y 6-4 a Cecchinato), rival en cuartos
Lo puso todo y m¨¢s Grigor Dimitrov, extraordinario tenista que por h o por b no termina de responder a las expectativas que gener¨®, y que este jueves se top¨® con ese Rafael Nadal que exige y oprime, est¨¦ m¨¢s o menos l¨²cido. Esto es la tierra. Montecarlo. Otro dominio. Y, aunque en esta segunda aparici¨®n perdiese un punto de precisi¨®n, seguramente porque el viento hac¨ªa diabluras en el Principado y domar la bola costaba lo suyo, el mallorqu¨ªn despach¨® a otro rival (6-4 y 6-1, en 1h 34m) y accedi¨® a los cuartos del torneo, en los que se enfrentar¨¢ al argentino Guido Pella (6-4, 4-6 y 6-4 a Marco Cecchinato).
Resisti¨® Dimitrov durante todo el primer parcial, reponi¨¦ndose de un primer golpe (break para 3-1) y llevando su tenis a ese terreno en el que solo unos pocos, muy pocos, pueden explorar. T¨¦cnicamente exquisito, el b¨²lgaro ha reforzado su f¨ªsico, pero no acaba de romper el cors¨¦ y mentalmente tiene todav¨ªa demasiadas grietas. Parec¨ªa que la Copa de Maestros obtenida hace un par de a?os pod¨ªa ser la liberaci¨®n definitiva, pero el curso pasado se tradujo en un c¨²mulo de sinsabores y el arranque de este a?o no invita a pensar en la inflexi¨®n.
Por si fuera poco, en esta ocasi¨®n cay¨® en la trampa del trilero que emplea de vez en cuando Nadal: aprieto-aflojo-cedo y¡ ?pum! A la lona. Puro ilusionismo. Te la ense?o, toma, c¨®gela; no, mejor no. Del 4-1 al 4-4, y despu¨¦s un zarpazo. Dimitrov remando y remando, desplegando ese sofisticado repertorio de golpes que al final quedaron en la nada porque Nadal, bastante menos fino que ante Bautista, con el mono de trabajo esta vez, decidi¨® que no era bueno seguir mareando los vasos y zanj¨® la historia con un pu?etazo sobre la mesa. Ko de Dimitrov.
Una derrota parad¨®jica, porque el b¨²lgaro jug¨® mejor durante muchas fases e hizo lo bonito, pero esto no va de eso. Perdi¨®, porque Nadal sobre la arcilla es otra historia. Ganar, ganar y volver a ganar, el lema escrito a fuego en su memoria. 56 minutos dur¨® la esperanza del adversario, que luego se descompuso como un azucarillo en una prolongaci¨®n deslucida y fea. No acompa?¨® el d¨ªa, el viento que incordiaba todo el rato ni los remolinos que llenaban de polvo los ojos de los dos protagonistas.
"Las condiciones eran cambiantes", subray¨® Nadal, de 32 a?os. "Este es uno de esos d¨ªas en los que simplemente tienes que salir ah¨ª y limitarte a ir devolviendo la bola. El viento es igual para los dos. Cuando juegas outdoor, es parte del juego y debes adaptarte para encontrar soluciones", prosigui¨® antes de hacer balance: "Estoy contento de c¨®mo estoy jugando. He logrado dos buenos marcadores contra dos buenos jugadores. Han sido los primeros partidos despu¨¦s de una lesi¨®n y al mismo tiempo con un cambio de superficie".
No era d¨ªa para florituras, o en todo caso las que dej¨® Dimitrov, sin premio alguno y en direcci¨®n a casa. Despu¨¦s de arrollar a Bautista en el estreno, Nadal perdi¨® algo de luz, pero el desenlace fue positivo y no es del todo malo sufrir un peque?o achuch¨®n a estas alturas. Venci¨® Nadal entre las r¨¢fagas de Montecarlo, y subi¨® otro pelda?o hacia el domingo, luego todo sigue en orden. Convence y progresa, pero no as¨ª Dominic Thiem, superado por Dusan Lajovic (doble 6-3), ni Alexander Zverev (7-6 y 6-1 ante Fabio Fognini). Tambi¨¦n se despidi¨® el griego Stefanos Tsitsipas (6-2, 1-6 y 6-4 contra Daniil Medvedev) y el que no fall¨® fue el n¨²mero uno, Novak Djokovic (6-3 y 6-0 frente a Taylor Fritz).
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