La cruzada victoriosa de Mar¨ªa Jos¨¦ Pati?o
La atleta gallega, excluida de la Universiada de 1985, logr¨® eliminar el test de cromosoma
En su empe?o para encuadrar en la estructura binaria de sus competiciones (categor¨ªa masculina, categor¨ªa femenina) la complejidad de la vida y los g¨¦neros, las organizaciones deportivas siempre han establecido formas para evitar que los hombres, m¨¢s fuertes, m¨¢s resistentes, m¨¢s r¨¢pidos, participaran y arrasaran en pruebas femeninas. Se trataba, en teor¨ªa, de luchar contra el fraude y por la igualdad en las pistas, pero siempre la realidad tan tozuda se lo complic¨®.
Inicialmente el m¨¦todo para distinguir a hombres de mujeres era puramente visual y humillante. En los a?os 60 del siglo pasado, antes de las competiciones, las mujeres desfilaban desnudas ante un grupo de expertos que examinaban que no tuvieran atributos sexuales masculinos. Cuando la mujer cobr¨® cierto poder, en los a?os 80, el m¨¦todo se sustituy¨® por un an¨¢lisis de laboratorio aparentemente infalible y m¨ªnimamente invasivo, el del cromosoma. La aparici¨®n en una muestra del cromosoma XY significaba que esa sangre pertenec¨ªa a un hombre y no a una mujer y se le exclu¨ªa de la competici¨®n. Pero el m¨¦todo tambi¨¦n comet¨ªa errores, como comprob¨® en su cuerpo y demostr¨® la atleta espa?ola Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez Pati?o.
¡°Siempre habr¨¢ hombres y mujeres, pero la diferencia entre los sexos no es blanco o negro, una l¨ªnea clara y definida como ense?an en las clases de biolog¨ªa¡±, declaraba a este diario en 2015 Mart¨ªnez Pati?o, quien fue excluida de la Universiada de Kobe en 1985 por tener una Y en su cromosoma, el ¨ªndice de la masculinidad. Pese a ello, Mart¨ªnez Pati?o, de 57 a?os, es mujer, se siente mujer y vive como mujer. Tuvo vetada la competici¨®n durante varios a?os, hasta que despu¨¦s de varias demandas victoriosas logr¨® incluso que la prueba del cromosoma se dejara de lado. ¡°Si no mueres por algo, te haces m¨¢s fuerte¡±, afirma Pati?o, una pionera que luch¨® para ser readmitida por la IAAF, lo que consigui¨®, y que se revocara la prueba del cromosoma, lo que tambi¨¦n logr¨®.
Cada federaci¨®n busc¨® una forma propia de discriminar los participantes. La IAAF eligi¨® la f¨®rmula de la testosterona, que intentaba eludir el debate del g¨¦nero: quien quisiera competir en categor¨ªa femenina deber¨ªa simplemente tener un nivel de testosterona inferior a 5 nanomoles por litro de sangre. Esta norma fren¨® en un principio a Semenya, pero fue vetada transitoriamente tras una demanda de la india Dutee Chand por el mismo Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) que acaba de reaprobarla. ¡°Lo de la sobreproducci¨®n de testosterona tiene su raz¨®n, porque si la testosterona no ayudara a mejorar el rendimiento, ?por qu¨¦, entonces, dopaban a las ni?as en la URSS y en la RDA con anabolizantes? Pero el asunto de la feminidad es mucho m¨¢s complejo, no se puede reducir a la testosterona¡±, dice Pati?o. ¡°Hay un grupo de investigaci¨®n de Brighton que est¨¢ trabajando con el apoyo del COI, analizando la influencia real de la testosterona en la gente intersexual y transg¨¦nero¡±.
¡°Mi caso no era como el de Semenya, cuyo organismo s¨ª que es sensible a la sobreproducci¨®n de testosterona¡±, explica la exatleta gallega, quien tras dejar el atletismo se doctor¨® en Ciencias del Deporte, ha investigado en la universidad UCLA, ha publicado en la revista cient¨ªfica The Lancet y es profesora en la Universidad de Vigo. Colabora con el COI. ¡°Somos una de cada 20.000 mujeres las que tenemos lo que se llama insensibilidad a la testosterona: nuestro organismo produce la hormona masculina, pero los receptores que deben o¨ªrla para hacer del nuestro un cuerpo de hombre no funcionan y somos mujeres¡±.
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