Una transici¨®n que alcanza para andar por casa

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El Bar?a arde en la pira de Anfield

Neymar se arrodill¨® y no pudo contener las l¨¢grimas. Messi repart¨ªa abrazos y sonrisas al tiempo que Piqu¨¦ clav¨® en el centro del campo una bandera que era mitad senyera, mitad azulgrana. Era el 6 de junio de 2015 y el Bar?a, tras cuatro a?os de sequ¨ªa y de transici¨®n, pues se march¨® Guardiola y el juego perdi¨® parte de su esencia, volv¨ªa a reinar en Europa tras descabalgar a la Juventus en la final y encontrar un h¨ªbrido entre la posesi¨®n y las contras que desembocaba en el tridente ofensivo (Neymar, Su¨¢rez y Messi), un arma de destrucci¨®n masiva. Ahora, sin embargo, y pasados otros cuatro a?os del ¨²ltimo cetro europeo, el Bar?a no ha sido capaz de recomponer su f¨²tbol e ideario. S¨ª que le alcanza para gobernar con pie de hierro en LaLiga y para mantenerse como el adalid copero pues suma cuatro laureles consecutivos. Pero en Europa no manda, sino que simplemente aspira. No se impone, sino que sucumbe. Entre otras cosas porque desde la foto de Berl¨ªn, el equipo no mejora en nombres ni juego.

La alineaci¨®n de Luis Enrique en el Ol¨ªmpico es una que cualquier mit¨®mano puede recitar de carrerilla como se hac¨ªa en ¨¦pocas pret¨¦ritas cuando no hab¨ªa la posibilidad de hacer cambios durante el encuentro. Ter Stegen; Alves, Piqu¨¦, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic, Iniesta; Messi, Su¨¢rez y Neymar. Una formaci¨®n que remite a la del martes en Anfield, pues solo cuatro jugadores han hecho mutis por el foro, toda vez que Alves, Mascherano, Iniesta y Neymar escogieron dejar el Bar?a y no al rev¨¦s. El problema es que no se ha dado con la tecla en los reemplazos. Al menos para ser el rey de Europa. ¡°Es como a una persona rica. ?Qu¨¦ le puedes comprar que no tenga? Pues durante un tiempo pas¨® esto en el Bar?a¡±, explica un extrabajador del club que estuvo en la secretar¨ªa t¨¦cnica; ¡°era muy complicado mejorar lo que hab¨ªa y sobre todo era muy caro¡±.

El primero en marcharse fue Alves, en 2016, molesto porque no le ofrec¨ªan m¨¢s que un a?o de renovaci¨®n. Desde entonces, el club no ha reparado el agujero como se mostr¨® en la semifinal ante el Liverpool, pues Man¨¦ destroz¨® a Sergi Roberto (lateral reconvertido por Luis Enrique) y cuando se emparej¨® con Semedo (37,5 millones) ocurri¨® m¨¢s de lo mismo. Le sigui¨® en la fuga Neymar, convencido por el dinero del PSG. Cuatro jugadores han llegado desde entonces para cubrir su puesto y ninguno ha dado la talla, pues Deulofeu (12) se march¨® r¨¢pido y Malcom (41) no ha contado con la confianza de Valverde, fichaje desde el ¨¢rea deportiva y no desde el banquillo. En Liverpool, el brasile?o jug¨® 11 minutos y pareci¨® lo mismo que los 60 de Coutinho (135 millones sin contar variables), t¨®nica que no se sacude y que ya le ha llevado a escuchar pitadas del Camp Nou. Aunque menos particip¨® Demb¨¦l¨¦ (125), de nuevo en la rebotica por su cuarta lesi¨®n muscular ¡ªm¨¢s dos torceduras de tobillo¡ª en apenas dos cursos. Fiascos que explican la transici¨®n fallida. Pero hay m¨¢s.

Mascherano se fue cuando Umtiti sac¨® los codos y dur¨® un curso, el tiempo que su rodilla quiso porque desde final del curso pasado arrastra una degeneraci¨®n del cart¨ªlago que el club aconseja operar pero que el futbolista esquiva. As¨ª que llegaron los an¨®nimos Yerri Mina (12 millones), ya en el Everton, Marlon (5), en el Sassuolo, y Todibo (1). Tambi¨¦n Lenglet (36), fiable con los pies pero superado ante la velocidad y fortaleza f¨ªsica del Liverpool.

Tampoco se ha solucionado el apuro en la medular, porque Iniesta era ¨²nico en poner pausa o agitaci¨®n a un partido sin perder la pelota. Lleg¨® Coutinho, pero el t¨¦cnico pens¨® lo contrario que el director deportivo y lo coloc¨® de extremo, por lo que se fich¨® a Arthur (31), que s¨ª parece predestinado para el lugar pero que debe centrarse m¨¢s en el bal¨®n, pues desde el club se sisea que no se cuida lo suficiente. Argumento que valida la decisi¨®n de que Valverde no le haya dado un solo partido entero. S¨ª que lo ha hecho con Arturo Vidal (18), el mejor en Anfield, an¨¢rquico y en¨¦rgico pero contrario a la filosof¨ªa del toco y me voy. S¨ªntoma de que Berl¨ªn queda muy lejos y de que la transici¨®n solo da para andar por casa y no para cumbres europeas.

El Bar?a, que deber¨¢ buscar su hoja de ruta de nuevo y buscar competencia para Busquets, Alba y Su¨¢rez, tiene de nuevo la palabra. Pero ya no hablar¨¢ en esta Champions.