¡°Mucho que decir y poco que contar¡±
El penalti de Djukic cumple 25 a?os, cruel colof¨®n a una temporada en la que el Deportivo desafi¨® a los grandes del f¨²tbol espa?ol
Ceca, su mujer, se lo hab¨ªa advertido: ¡°Por favor, si hay un penalti no lo tires¡±. Pero alguien ten¨ªa que hacerlo. Miroslav Djukic tom¨® la pelota y cuando infl¨® el pecho y exhal¨® algo parecido a un suspiro se atisb¨® el peso de lo que soportaba, la ilusi¨®n de un grupo forjado en la modestia, de una ciudad, pero tambi¨¦n de los que sent¨ªan al Deportivo como su segundo equipo. ¡°Que eran casi todos en Espa?a¡±, resumi¨® el entonces presidente del club gallego, Augusto C¨¦sar Lendoiro. Tras la l¨ªnea, a 11 metros, estaba un t¨ªtulo de Liga, el primero para un equipo que tres a?os atr¨¢s jugaba en Segunda y que jam¨¢s pens¨® en verse en una igual. Gonz¨¢lez, un meta modesto del Valencia, detuvo la pelota y el Deportivo, l¨ªder durante 22 jornadas seguidas, perdi¨® pie en beneficio del Bar?a en el ¨²ltimo minuto del ¨²ltimo partido de Liga. Este martes se cumplen 25 a?os de aquel episodio ¨²nico. Nunca un campeonato tan largo se decidi¨® en un instante tan ef¨ªmero. Y, sin embargo, todo fue un proceso. Un recorrido que acab¨® en un fallo eterno.
Tres meses y un d¨ªa antes, el 13 de febrero, el Barcelona visit¨® La Romareda. Perdi¨® 6-3, la primera vez en 32 a?os que encajaba seis goles. El campe¨®n de las tres anteriores campa?as estaba tocado porque en el ¨²ltimo mes hab¨ªa jugado ocho partidos, tres en Copa, y solo le hab¨ªa ganado al Albacete por la m¨ªnima y en el Camp Nou. En la competici¨®n del KO le hab¨ªa eliminado el Betis. Se habl¨® de fin de ciclo. ¡°Nos hemos mecanizado. Cruyff tiene que encontrar variantes¡±, lament¨® Bakero, el capit¨¢n blaugrana. El t¨¦cnico alz¨® la voz aquella tarde en Zaragoza e hizo una cuenta que parec¨ªa imposible: ¡°Si sumamos 28 de los 30 puntos que quedan, seremos campeones¡±. Lo clav¨®.
En un torneo que otorgaba dos puntos por victoria, el Barcelona estaba uno por detr¨¢s del Real Madrid y a seis del sorprendente l¨ªder, el Deportivo, un equipo gran¨ªtico que solo hab¨ªa encajado gol en seis de las 23 jornadas disputadas. Un a?o atr¨¢s el equipo, pilotado por Arsenio Iglesias, un t¨¦cnico de 63 a?os que llevaba once sin entrenar en la m¨¢xima categor¨ªa, ya hab¨ªa mirado a los dos grandes a la cara. Fue l¨ªder durante 13 jornadas, pero acab¨® por caer a la tercera plaza. Su plan se hab¨ªa matizado con la llegada de Donato, que ocup¨® el puesto del lesionado Aldana en un once que se recitaba de carrerilla. El equipo se blind¨®, pero a diferencia de sus rivales apenas ten¨ªa variantes y empleaba a 13 futbolistas. En febrero, Arsenio expres¨® un lamento: ¡°Los jugadores est¨¢n muy cargados¡±.
Para entonces ya hab¨ªan dejado de ser vistos en Barcelona como un equipo simp¨¢tico. La presi¨®n se redobl¨® cuando Cruyff coloc¨® los partidos de su equipo un d¨ªa antes que los del Deportivo. En las 11 jornadas que se disputaron entre la 24 y la 34 el Bar?a jug¨® antes en nueve de ellas. Cedi¨® dos empates, as¨ª que el desgaste de su rival fue superlativo.
La visita a Barcelona supuso la cuarta derrota del Deportivo en el campeonato (3-0). Poco despu¨¦s, tras dos empates consecutivos en casa, Arsenio pareci¨® desolado: ¡°Estamos desinflados¡±. Pero entonces se dio cuenta de que deb¨ªa modificar el discurso. El hombre que se declaraba enemigo de los ganadores natos, el que explicaba que no hab¨ªa encontrado un m¨¦todo de trabajo mejor que la prudencia, adopt¨® un ropaje que no sol¨ªa lucir. ¡°Seremos campeones¡±, sentenci¨® tras superar en Riazor al Atl¨¦tico con seis jornadas por jugar. ¡°A veces cuando callas y callas dicen que eres muy guapo, muy bonito. No te llaman gilipuertas, pero poco falta¡±, complet¨® el entrenador.
En la pen¨²ltima jornada, el Deportivo sinti¨® que el t¨ªtulo estaba en su mano. El Real Madrid, que hab¨ªa abdicado de sus opciones tras una derrota en Lleida que le cost¨® el puesto a Benito Floro, recib¨ªa al Barcelona en el Bernab¨¦u. Una victoria blanca dejaba la Liga en manos de un triunfo deportivista en Logro?o. El Madrid hizo m¨¦ritos para ganar, pero cay¨® en los minutos finales con un gol de Amor. Fue la ¨²nica vez que Cruyff gan¨® como entrenador en el feudo madridista.
Ocho mil deportivistas vieron en Logro?o c¨®mo dos goles de Donato y Manjar¨ªn sostuvieron una ventaja de un punto que obligaba a ganar el ¨²ltimo partido contra el Valencia en Riazor. ¡°Ser¨¢ una semana larga y dura, interminable¡±, barrunt¨® Arsenio. ¡°Da v¨¦rtigo ver a la gente festejar algo que no hemos conseguido¡±, desliz¨® el meta Lia?o en aquel ilusionante mayo gallego.
El Deportivo lleg¨® al partido m¨¢s importante de su historia exhausto. En la porter¨ªa del Valencia jugaba Gonz¨¢lez. No era el titular, pero a Sempere lo hab¨ªan expulsado la jornada anterior. Apenas hab¨ªa forjado 15 encuentros en dos temporadas en el Valencia. El de Riazor fue el ¨²ltimo. Su ¨²ltima parada fue un penalti que celebr¨® con fiereza. Hoy se arrepiente de aquel gesto. Despu¨¦s se supo que el Valencia, que lo ten¨ªa todo dicho en la clasificaci¨®n, cobr¨® una prima del Barcelona. Salieron a tres millones de pesetas (18.000 euros) por cabeza. El delantero b¨²lgaro Lubo Penev protest¨® cuando se enter¨®: ¡°?Una Liga vale al menos 10!¡±.
Aquel penalti era para Donato, pero le hab¨ªan sustituido. El d¨ªa anterior hab¨ªan ensayado lanzamientos, ¨¦l, Djukic y Fran. Bebeto hab¨ªa dejado de tirar los penaltis tras un error contra el Aston Villa en competici¨®n europea y otro contra el Oviedo. Djukic le hab¨ªa embocado uno al Atl¨¦tico y lo hab¨ªa lanzado porque Donato tambi¨¦n hab¨ªa sido relevado. El Barcelona ya se hab¨ªa garantizado los puntos que litigaba contra el Sevilla (5-2) cuando Djukic desoy¨® la petici¨®n de su esposa. Sin perder en las 12 ¨²ltimas jornadas, la Liga se le escurri¨® entre los dedos al Deportivo. La primera frase de Arsenio en la rueda de prensa tras el partido todav¨ªa resuena en Riazor: ¡°Mucho que decir y poco que contar¡±.
Orden, consistencia y talento
Poco ten¨ªa que ver aquel Deportivo con el que gan¨® la Liga seis a?os despu¨¦s. Todav¨ªa no hab¨ªa llegado el man¨¢ del primer gran contrato televisivo y el equipo se forj¨® a base de acierto en la captaci¨®n y la qu¨ªmica de un grupo en el que cada uno asum¨ªa su rol. Jos¨¦ Ram¨®n Gonz¨¢lez P¨¦rez era el capit¨¢n, hermano de Fran, juntos subieron al equipo a la m¨¢xima categor¨ªa y se discut¨ªa en Riazor sobre quien ten¨ªa m¨¢s talento. Una lesi¨®n de pubis fren¨® la progresi¨®n de Jos¨¦ Ram¨®n, que con la perspectiva del tiempo analiza a un equipo inolvidable y unas circunstancias irrepetibles: ¡°Aquel a?o se produjo el gran cambio para el D¨¦por. Llegamos a una situaci¨®n en la que jam¨¢s hab¨ªamos estado. No fue f¨¢cil gestionarla porque nadie nos prepar¨® para ello. El equipo creci¨® antes que la entidad¡±. Lendoiro, que en 1994 se convirti¨® en una celebridad a nivel nacional, explic¨® entonces en un programa de televisi¨®n ante Jes¨²s Hermida cual era su secreto: "Mi modelo es el del f¨²tbol modesto inyectado con muchos millones".
Jos¨¦ Ram¨®n abre el relato sobre aquel equipo con las dos premisas de Arsenio: ¡°Orden y talento. El m¨ªster nos quer¨ªa ordenados atr¨¢s, trabajaba movimientos t¨¢cticos con muchas coberturas. Y luego ten¨ªa una columna vertebral talentosa: Djukic, Mauro Silva, Bebeto y, obviamente, Fran en la izquierda. Pero el orden estaba por encima de todo aunque Arsenio liberaba mucho a Bebeto. Crey¨® mucho en ¨¦l. Era un delantero extraordinario y lo quer¨ªa fresco en el ¨¢rea porque all¨ª armaba el remate muy r¨¢pido, con un golpeo seco que escond¨ªa muy bien para despistar a los porteros¡±. Tras Bebeto jugaba Claudio Barrag¨¢n, un gladiador. ¡°Trabajaba defensivamente, iba a los balones divididos, hacia un trabajo esencial¡±, explica Jos¨¦ Ram¨®n, que se descubre ante Mauro Silva, pilar del equipo: ¡°Ayudaba a la defensa, no perd¨ªa el bal¨®n y ocupaba mucho espacio. Era una roca. Con ¨¦l y los tres centrales, Voro, Djukic y Ribera era imposible entrar por el centro. Los rivales buscaban entonces las bandas, pero all¨ª se encontraban con que Recarte y Nando les hac¨ªan recular. Lia?o era de los mejores porteros de la Liga, pero apenas le tiraban¡±.
Era un equipo con pocas variantes. ¡°de pi?¨®n fijo¡±, define Jos¨¦ Ram¨®n. ¡°Consistente, pero quiz¨¢s falt¨® un poco de ambici¨®n. Y al final del campeonato llegamos muy cansados¡±, recuerda el capit¨¢n deportivista, que un a?o despu¨¦s se desquit¨® al alzar la Copa del Rey, el primer trofeo que gan¨® el club. Y fue contra el Valencia. ¡°Arrieros somos y en el camino nos encontraremos¡±, hab¨ªa avisado Lia?o aquel 14 de mayo.
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