El Real Madrid se queda en la orilla

La Und¨¦cima no estaba en Vitoria. En un maquiav¨¦lico d¨¦j¨¤ vu de la pasada final de Copa, el Real Madrid se adentr¨® en un drama del que fue incapaz de salir tras desaprovechar una renta de 14 puntos en el minuto 26. Tan cerca y tan lejos. La defensa voraz del CSKA en el ¨²ltimo cuarto y la aparici¨®n de De Colo, con 19 puntos en la segunda mitad tras hibernar en la primera, condenaron al conjunto de Laso. En el desenlace toda la suerte cay¨® del lado ruso. Se la hab¨ªan ganado agarr¨¢ndose con orgullo a la semifinal gracias a Sergio Rodr¨ªguez. El Chacho sostuvo en pie a los suyos, rompi¨® los grilletes de Campazzo y guio a los de Itoudis a la pelea por el t¨ªtulo. El CSKA disputar¨¢ su s¨¦ptima final de la Euroliga en las ¨²ltimas 14 temporadas en busca de su cuarto t¨ªtulo en la era moderna, despu¨¦s de acumular los cuatro primeros en la d¨¦cada gloriosa que transcurri¨® entre 1961 y 1971. El Madrid se qued¨® en la orilla, acord¨¢ndose de un pu?ado de decisiones arbitrales (una t¨¦cnica a Rudy, otra a Laso, un tiro libre extra a De Colo tras dispararse la megafon¨ªa y el recuento de faltas y tiros libres 42-24).

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Se reeditaba la semifinal de hace un a?o en Belgrado y se anunciaba, como siempre en estas instancias, un duelo ¨¢spero, disputado en el umbral de la resistencia f¨ªsica y mental. No defraud¨® a las expectativas. Atendiendo a los biorritmos expresados en la v¨ªspera, el CSKA llegaba mejor y el Madrid igual de bien que el curso pasado. El ej¨¦rcito rojo, m¨¢s cohesionado, con mejor salud f¨ªsica y mental y, parad¨®jicamente, menos presionado para blindarse ante las expectativas. Los de Laso, reconoci¨¦ndose en su mejor versi¨®n despu¨¦s de rearmarse de nuevo en otro playoff vigorizante ante Panathinaikos. El pulso result¨® may¨²sculo. Un examen con todas las lecciones aprendidas. O no, como demostr¨® la resoluci¨®n (30-17 para los rusos en el ¨²ltimo cuarto).

Abrazando los precedentes, el plan de partido de Itoudis pasaba por desatar a Sergio Rodr¨ªguez, anulado hace un a?o por los blancos como paso previo para desconectar el explosivo ruso. Mientras, el del Madrid buscaba activar al gigante Tavares, aprisionado por el m¨²sculo del cuadro moscovita en todos los episodios anteriores. En Belgrado, el caboverdiano pas¨® un tormento resumido en su hoja de servicios: cinco puntos, cero rebotes y cinco faltas en sus ocho minutos en pista. Y esta temporada un panorama similar, con seis puntos y cuatro rebotes repartidos en dos partidos. En Vitoria tard¨® un suspiro en mejorar esos registros para comenzar a dar miedo.

Desde el salto inicial, las flechas de la pizarra de Laso apuntaron a Tavares. La semifinal comenz¨® con dos canastas del caboverdiano asistido por Campazzo y Rudy. La torre madridista sum¨® seis puntos, siete rebotes y tres tapones en sus ocho primeros minutos en pista. Met¨¢fora de la evoluci¨®n del partido, Campazzo, Rudy y Tavares impulsaron a los blancos desde los tacos de salida (7-13, m. 5), pero acabaron sucesivamente eliminados por faltas. Itoudis movi¨® ficha y enmend¨® su quinteto con la inventiva y la clarividencia de Sergio Rodr¨ªguez. Hasta que el Chacho comenz¨® a carburar, la renta madridista creci¨® por encima de los 10 puntos (11-22, m. 8). Pero, con el libro de instrucciones del base canario y aprovechando el viaje de Tavares al banquillo en busca de resuello, el CSKA firm¨® un s¨®lido reenganche (26-26, m. 13).

Cuando se sent¨® el coco Tavares, al cuadro ruso se le quit¨® el miedo. La afinaci¨®n del Chacho repuso los dep¨®sitos de confianza del CSKA. Ten¨ªa Laso que condurar a su gigante ¡ªque apenas jug¨® un minuto en el segundo cuarto¡ª y, con Ay¨®n destemplado, fueron Thompkins y Causeur los que arrimaron el hombro para mantener una m¨ªnima ventaja al descanso (43-45, m. 20).

Subieron a¨²n m¨¢s las revoluciones en la reanudaci¨®n. Tavares cometi¨® la tercera falta en un suspiro y Campazzo y Sergio Rodr¨ªguez se retaron en duelo, con dos personales por barba, hasta que cay¨® tambi¨¦n la tercera del Chacho. El torbellino canchero del Facu fue su ant¨ªdoto y desquici¨® moment¨¢neamente al base canario. Pero, en mitad de la vor¨¢gine, tambi¨¦n perdi¨® los nervios Rudy, que recibi¨® una t¨¦cnica por protestar en pleno demarraje madridista. Fue solo una interrupci¨®n. Los de Laso estaban lanzados y, con un triple de Randolph, recuperaron su m¨¢xima renta (50-61, m. 25). La tormenta blanca devino en tormento.

Sin noticias de De Colo y con el Chacho desenchufado, el CSKA perdi¨® la br¨²jula. Hu¨¦rfanos de liderazgo, los de Itoudis se dedicaron a caperar la ebullici¨®n blanca que lleg¨® al +14 con Causeur de nuevo al frente (51-65, m. 26). El franc¨¦s se multiplic¨® en ataque y en defensa para atar a su compatriota De Colo pero, desde el tiro libre, a base de recibir faltas, Nando comenz¨® a sumar para sostener la distancia y la esperanza de los suyos. Nunca se fueron del partido. Aguant¨® el tir¨®n el Madrid con la gesti¨®n de Llull¡ªobcecado en ataque con 1 de 10 en triples¡ª, pero el Chacho rebaj¨® la barrera psicol¨®gica justo antes de la recta de meta (65-73, m. 30).

Mientras Laso descontaba los segundos para recuperar a Tavares y Campazzo, el CSKA se coloc¨® primero a cinco y luego a dos, tras una t¨¦cnica a Laso por lanzar una toalla al suelo (76-78, m. 34). Con su tercer triple y un tiro libr¨¦ posterior, Clyburn agudiz¨® el drama en Vitoria (80-80, m. 37). Inopinadamente providencial, como en la eliminatoria de cuartos, lleg¨® el bingo de Taylor desde el 6,75 para dar ox¨ªgeno al Madrid, pero nada no bast¨®. De Colo complet¨® la remontada tambi¨¦n desde la l¨ªnea de tres (87-85, a 1m 19s). Randolph fall¨® un palmeo claro y Campazzo cometi¨® la quinta falta. El triple milagrero de Llull lleg¨® tarde. El menorqu¨ªn fall¨® el que hubiera forzado la pr¨®rroga. El campe¨®n revivi¨® la pesadilla de la Copa y se qued¨® en la orilla. La Und¨¦cima no estaba en Vitoria. La final medir¨¢ al Efes de Larkin y Micic contra el CSKA del Chacho y De Colo.